En un masivo funeral, sin incidentes y bajo máximas medidas de seguridad fueron despedidos ayer sábado los restos de Matías Catrileo Quezada, quien el jueves falleció baleado por la policía mientras participaba de una recuperación de tierras en un fundo de Vilcún. Alrededor de 2 mil personas acompañaron el ataúd del joven de 22 años desde el Hogar Mapuche Pelontuwe, hasta el cementerio Parque del Sendero de Temuko, distante solo un par de cuadras del recinto estudiantil de calle Las Encinas.
Durante el breve trayecto, el féretro fue cargado en andas por los familiares del universitario, mientras que la marcha era custodiada por jóvenes encapuchados que portaban en sus manos palines y ramas de canelo. Una vez que el cuerpo fue ingresado al camposanto, los guardias mapuches o weichafes cerraron el recinto, manteniendo custodia en el acceso principal y sin permitir el acceso de la prensa o personas ajenas al funeral. Se trató de un ferreo control que buscaba respetar los ritos tradicionales y la solemnidad del momento.
La ceremonia se extendió por aproximadamente una hora y 15 minutos, y en ella miles de mapuches y simpatizantes de la causa indígena, quienes llegaron desde distintos puntos el país, despidieron y rindieron honores al que calificaron como un guerrero mapuche. Mónica Quezada, madre del joven, declaró que la ceremonia estuvo "cargada de amor y cariño de parte de todos los asistentes", mientras que el padre prefirió no hacer declaraciones, solo agradeció escuetamente a su salida la masiva convocatoria del funeral.
Mártir de la causa
"Reivindicamos a Matias Catrileo Quezada como un digno weichafe de la causa mapuche y de la Coordinadora Arauco-Malleco, quien junto a Alex Lemún se convierten en mártires gracias al accionar vil de Carabineros de Chile en los gobiernos de la Concertación. Los culpables operativos de este asesinato son las fuerzas represivas y sus responsables políticos son Felipe Harboe, Belisario Velasco y la Presidenta de Chile, Michelle Bachelet, quienes llevarán también la responsabilidad histórica de asesinar un luchador de la justa causa mapuche por la recuperación de sus derechos", señaló a la prensa Oscar Ancatripay, vocero de la Coordinadora Arauco-Malleco (CAM).
"Emplazamos a estas autoridades chilenas a hacer justicia frente al hecho y a no dejar impune la muerte de Matias Catrileo como hasta ahora ha sido el asesinato de Alex Lemun. Si esto no ocurre, nuestro pueblo mapuche asumirá la responsabilidad moral y política de hacer justicia", subrayó Ancatripay. Finalmente, el vocero llamó a las comunidades a seguir resistiendo y bregando por sus derechos. "Llamamos a las comunidades mapuches a manifestar su dolor y rabia en contra de objetivos trasnacionales y a continuar resistiendo las inversiones capitalistas en nuestro territorio ancestral mapuche", finalizó el werken.
Hasta el Parque del Sendero llegó Luisa Toledo, madre de los hermanos Vergara, militantes del MIR que fueron asesinados por Carabineros en 1985. "Estoy aquí porque no podia dejar de venir al funeral de un muchacho de grandes valores al cual quitaron su vida en forma cobarde", indicó. "El señor Vidal dice que debemos hacer protestas pacíficas, pero eso es mentira señor Vidal, nos acallan, nos apalean gratuitamente", subrayó Luisa Toledo. Fernando Lira, vicepresidente nacional del Partido Humanista, hizo un llamado a respetar la forma de vida del pueblo mapuche y alertó sobre la necesidad del diálogo político. "El Pueblo Mapuche en estos momentos se está rebelando y quien no quiera escucharlo vamos a encontrarnos prontamente con una situación que puede ser algo imparable en la zona sur", subrayó Lira.
Lautaro Carmona, presidente del Partido Comunista, también manifestó su solidaridad con la familia de Matias Catrileo. Para Carmona, el enfrentamiento que costó la vida al joven mapuche habría impactado fuertemente a nivel nacional e internacional, debido al grado de violencia mostrado por Carabineros. "Frente a ese hecho no cabe ninguna duda que lo que cabe es un impacto muy fuerte, porque cualquiera sea la forma en que esta comunidad se estuviera actuando en la zona, Carabineros tiene el entrebamiento profesional para persuadir e incluso prevenir una situación mayor con otro tipo de procedimiento que no sea disparar a mansalva, lo que tenía un riesgo altísimo de concluir en un asesinato", indicó.
Por su parte, el dirigente del Consejo de Todas las Tierras, Aucán Huilcamán, acusó a la Presidenta Michelle Bachelet de dar valores distintos a la muerte de un no mapuche respecto a la de un indígena, en alusión a que se ha hecho presente en otros funerales de gran connotación pública. "Habría esperado que la Presidenta de la República se hubiese hecho presente en este momento tan doloroso para los mapuches, pero no sucedió", lamentó el werken. También asistieron al funeral dirigentes de la Identidad Territorial Lafkenche, del Parlamento de Koz Koz, Alianza Territorial Wenteche, Asamblea de Izquierda, Partido Wallmapuwen, delegados de Hogares estudiantiles, diversas asociaciones comunales y delegaciones de comunidades provenientes de todo el Wallmapu.
Trágica jornada
Catrileo formaba parte de un grupo de 30 comuneros que la madrugada del pasado jueves llegó al fundo Santa Margarita de propiedad del agricultor de origen suizo, Jorge Luchsinger. Según la versión policial, el grupo atacó con disparos de escopetas a dos carabineros que los sorprendieron en plena acción, la que fue repelida con sus armas de servicio, en un acto que definieron como "legítima defensa". Sin embargo, los comuneros han declarado que ingresaron al predio con la intención de realizar una recuperación pacífica, siendo repelidos en el acto a balazos por la policía.
Una de las balas disparada por la subametralladora del Cabo 2º de Carabineros, Walter Ramírez Espinoza, ingresó por la espalda, perforó el pulmón izquierdo y salió por el abdomen del universitario mapuche, reportó un informe preliminar de la Brigada de Homicidios de Investigaciones. Catrileo cayó mortalmente herido al interior del Fundo Santa Margarita, pero sus acompañantes lo trasladaron en una improvisada camilla, confeccionada con dos palos y un saco, a unos cinco kilómetros del lugar, mientras un grueso contingente policial los perseguía a corta distancia.
Su cuerpo fue entregado diez horas después por sus compañeros a un grupo de garantes, integrado por el obispo de la Araucanía, monseñor Sixto Parzinger; el Defensor Público Regional, José Martínez; el prefecto de Investigaciones Carlos Soto; la abogada del obispado, Maria Isabel Castillo y representantes locales de la Cruz Roja Internacional / http://www.nodo50.org/azkintuwe/ene6_2.htm
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