lunes, marzo 23, 2015

"Semana sin Plaguicidas" busca mundo sin plaguicidas y con agroecología



Campaña Internacional “La Semana sin Plaguicidas”

¡Por un mundo sin plaguicidas y favoreciendo las producciones agroecológicas!

La Semana sin Plaguicidas es una campaña anual e internacional cuya 10ª edición se va a celebrar durante los diez primeros días del otoño austral, entre el 20 y 30 de marzo de 2015. La campaña, iniciada originalmente por  la organización francesa Génération Futures, se viene realizando exitosamente desde el año 2005 para informar sobre los impactos de los plaguicidas en nuestra salud y en el ambiente y también para promover alternativas saludables.

Desde la Red de Acción en Plaguicidas y sus alternativas de América Latina formamos parte de esta campaña y abogamos por analizar, discutir y poner en práctica medidas de política, estrategias y prácticas agrícolas, y campañas sanitarias, que posibiliten reducir el uso de plaguicidas hasta eliminarlos, a partir de la instauración de prácticas agroecológicas.
A través  de las tareas de investigación, capacitación, educación y de incidencia política realizada por los miembros de RAPAL  defendemos y luchamos por la eliminación de todos los plaguicidas especialmente los altamente peligrosos dada su vinculación con el ambiente y su capacidad de producir enfermedades agudas y crónicas,  en especial diferentes tipos de  cáncer y alteraciones en el sistema endócrino.
Todavía se pueden comercializar en nuestro continente productos prohibidos y/o retirados del mercado en otros lugares como en la Unión Europea ; tal es el caso del Imidacloprid y el fipronil , o de otros agrotóxicos severamente cuestionados como el Paraquat. NO podemos aceptar el doble modelo ya que todos los seres humanos somos iguales y posemos los mismos derechos civiles y ambientales.
Debemos aspirar a vivir en un mundo sin contaminantes , con acceso a alimentos sanos , sin contener plaguicidas, para ello invitamos a la reflexión y acción a todas las organizaciones y personas que deseen involucrarse en este proceso que iniciamos hace muchos años.
Cordialmente
Javier Souza Casadinho,
Coordinador regional RAP-AL (Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas en América Latina)  
Contacto en Chile: María Elena Rozas, Coordinadora RAP-Chile

RAP-AL llama a prohibir glifosato en América Latina sin más trámite



Informe IARC/OMS marzo 2015

¡Por un mundo sin plaguicidas y favoreciendo las producciones agroecológicas!

El glifosato es considerado como posible cancerígeno, no lleguemos tarde a tomar las decisiones 

Es histórica la lucha llevada a cabo por miembros de las comunidades afectadas por las pulverizaciones con glifosato, así como las evidencias que se fueron aportando desde las investigaciones en laboratorio o los monitoreos epidemiológicos comunitarios en las cuales se mostraba la relación existente entre la exposición a glifosato y el desarrollo de diferentes tipos de cánceres, la aparición de enfermedades relacionadas con la disrupción endocrina y otros problemas vinculados con el aparato respiratorio.

Ahora, la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), integrante de la Organización Mundial de la Salud (OMS), declaró que  los plaguicidas Glifosato (nombre comercial Roundup),  Diazinon y  Malation son de  Probable efecto carcinógeno (grupo 2A) en humanos, mientras que otros dos,  Parathion y tetraclorvinfos  son de Posible efecto carcinógeno  (grupo 2B). La agencia ha publicado un informe con las evaluaciones finales en la revista The Lancet Oncology en el que se detallan los hallazgos producto de las investigaciones realizadas.

El herbicida glifosato es el plaguicida de mayor venta en muchos países de América Latina. Las investigaciones que hemos realizado en Argentina, donde glifosato es el herbicida más vendido, detectan su utilización en las producciones de cereales y oleaginosas, nogales, manzanas, tabaco, hortalizas, naranjas, yerba mate, cultivo de pinos y eucaliptos. También se utiliza en ámbitos urbanos a fin de controlar hierbas en vías férreas, banquinas, zanjas, terrenos baldíos y en las mismas veredas de zonas densamente pobladas. Asimismo hemos documentado como se incrementó el uso de glifosato en relación a la expansión de la superficie agrícola con soya transgénica y a la aparición de resistencias a este herbicida entre las plantas silvestres.  Se verifica una elevación de las dosis junto a una mayor frecuencia en la aplicación.
Lamentablemente el herbicida glifosato se ha transformado en un químico de amplio uso por parte de los agricultores como de habitantes de zonas urbanas siendo comercializado al público en general, en químicas, comercios de agrotóxicos hasta en supermercados y negocios de venta de alimentos para mascotas, sin mediar ningún tipo de restricción.
Es bien documentada la utilización de glifosato en las campañas para eliminar los cultivos de uso ilícito y de cómo esto afectó a las comunidades de Ecuador y Colombia, ya en su salud socio ambiental como en la soberanía alimentaria.

Desde RAPAL apoyamos el cambio en la categorización respecto a la probabilidad del glifosato de producir cáncer, pero manifestamos la necesidad de actuar con más premura; en muchos casos la búsqueda de mayores evidencias puede implicar un retraso en la toma de medidas urgentes. Por ello abogamos la aplicación del principio de precaución en la prohibición de productos químicos relacionados con la salud humana aunque no tengamos suficientes certezas.
La certeza puede llegar demasiado tarde para las personas expuestas directamente o indirectamente al glifosato, como a otros plaguicidas, porque ya han desarrollado enfermedades que comprometen la posibilidad de desarrollar una vida plena.   
  
Asimismo llamamos a los miembros de los Ministerios de Agricultura, Salud y Ambiente de América Latina, así como a todos los tomadores de decisión a fin de encarar las medidas pertinentes que protejan la salud humana y lleven a la prohibición del uso del herbicida glifosato en la región y todo el mundo.
Cordialmente
Javier Souza Casadinho, Coordinador regional RAP-AL (Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas en América Latina)
Contacto en Chile: María Elena Rozas, Coordinadora Nacional RAP-Chile, cel 98858227
 

jueves, marzo 12, 2015

Alerta: podrían dar “chipe libre” al pino transgénico, como en Estados Unidos


En Viña, nuestro propio festival 2015 por la vida.

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En Brasil mujeres campesinas impidieron la autorización del eucaliptus transgénico

En Chile hace tiempo que la industria forestal, responsable de destrucción ambiental, incendios y sequía con sus plantaciones de  eucaliptos y pinos, busca tener variedades transgénicas para aumentar sus ganancias. Parece estar cada vez más cerca de lograrlo. No existe fiscalización alguna  a la experimentación actualmente en curso del evento llamado Genómica de Resistencia a Fusarium Circinatum en Pinus Radiata, del consorcio Genómica Forestal en la Región del BioBio, según responde el Servicio Agrícola y Ganadero SAG en noviembre de 2014 a una detallada consulta por transparencia, respecto del tema árboles transgénicos. La consulta fue enviada por Verónica González, de OLCA (Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales, miembro de la Red Latinoamericana contra los Monocultivos de Arboles RECOMA). OLCA también es fundador de la campaña Yo No Quiero Transgénicos en Chile, junto a RAP-Chile y otras organizaciones de todo el país. La empresa Genómica Forestal está conformada por las forestales Mininco y Arauco, la Universidad de Concepción, CEFOR (empresa de la Universidad Austral) y Fundación Chile. En 2012 el consorcio recibió alrededor de $150.000.000 del Fondo Innova BioBio de Corfo (27/08/2012 al 27/08/2017) a nombre de Jorge Daniel Riveros Cuadra, y  en el descriptor del proyecto, el consorcio anunciaba estar listo para formar un área de negocios para los productos que desarrolla en el área biotecnológica (información oficial de CORFO).
Una vez más se constata que no existe voluntad política de proteger el ambiente y la biodiversidad. La decisión implícita del Estado chileno y los gobiernos de turno es imitar el modus operandi de Estados Unidos y dejar manga ancha para que las forestales, Monsanto y las empresas que los secundan  sigan avanzando  con la posibilidad de introducir árboles transgénicos, en un marco de secreto y falta de transparencia.
SAG afirma en su respuesta a OLCA que el año 1996 se autorizaron 240 plántulas transgénicas resistentes al glifosato para experimentación a nombre de Forestal y Agrícola MonteAguila en Los Angeles. Según Oscar Camacho, director (s) del  SAG, el año 2000 Lorenzo Caballero, entonces director de la entidad estatal, firmó la última autorización de experimentación con árboles transgénicos, dada a Fundación Chile para pino radiata con resistencia a la polilla del brote con plántulas importadas de Nueva Zelanda.  SAG sostiene que estos árboles se mantuvieron en espacios confinados, por lo que no entrega la ubicación de las posibles plantaciones. Tampoco se explica en la respuesta qué pasó con esos árboles, que teóricamente deberían  haber sido destruidos, en algún momento no precisado de su desarrollo y crecimiento.
El floreciente consorcio Genómica Forestal no es el único en contar  con fondos estatales para el desarrollo de árboles transgénicos. Se incentivaron después del 2000, experimentos con  eucaliptos con propiedades insecticidas, tolerantes a ataques de hongos defoliantes, proyecto desarrollado entre 2002 y 2005 por la Universidad de la Frontera con apoyo de Innova Chile. Luego, hubo un proyecto desarrollado por la Universidad de Concepción y la Universidad Andrés Bello (2004/2007) para Celulosa Arauco sobre eucaliptos con tolerancia al frío. No logramos encontrar información pública sobre los resultados de estos proyectos, y en su respuesta SAG omite todo dato al respecto. La respuesta entregada por la entidad encargada de fiscalizar los transgénicos implica que en estos estudios no se habrían introducido plántulas transgénicas manipuladas en terceros países sino en Chile, y los experimentos se habrían desarrollado en recintos confinados (no al aire libre) lo que las deja “legalmente” fuera de toda fiscalización.
Se confirma así que en Chile la autoridad sigue amparando el secreto respecto de los lugares concretos donde se desarrollan estos experimentos, que al revés de los cultivos de granos y plantas, probablemente requieren décadas para poder hacer una estimación de sus resultados. La negativa de SAG a informar a la ciudadanía  sobre su ubicación y desarrollo, muestra un Estado que deja de lado totalmente su función fiscalizadora, ya que los experimentos podrían ser seguidos por liberaciones no anunciadas al SAG.
Mujeres brasileñas en acción
Mientras tanto, en Brasil, las mujeres sin tierra, del MST brasileño, se encargaron de destruir las plantas de eucaliptus transgénico (conocido como H421) del centro experimental de la empresa FuturaGEne, en las jornadas de lucha del 8 de marzo. Al mismo tiempo, otros manifestantes irrumpían en la reunión de la Comisión Técnica Nacional de BioSeguridad que tenía previsto aprobar la comercialización de estas especies. La reunión oficial se suspendió indefinidamente.  En la acción participaron cerca de  1000 mujeres del Movimiento de los Sin Tierra MST, y militantes de los movimientos sociales del campo y la ciudad de los estados de Sao Paulo, Rio de Janeiro y Minas Gerais que ocuparon en la mañana del jueves 5 de marzo  la empresa FuturaGene Brasil Tecnología Ltda, de la celulosa Suzano, de la comuna de Itapetininga, en el estado de Sao Paulo.
Diversos científicos y académicos brasileños opuestos a la introducción de la variedad transgénica, destacaron  el alto consumo de agua de esta especie. El eucaliptus, consume más agua durante los primeros años de crecimiento y la cosecha de la planta transgénica se haría dentro de cinco años y no a partir de siete como ocurre actualmente. Habrá mayor consumo de agua en el período de crecimiento, lo que puede alterar el equilibrio hídrico del ecosistema de la región donde se localicen los cultivos. Datos aportados en Brasil indican que este árbol, que normalmente  consume 30 litros de agua por día  provoca sequía en el norte de Espiritu Santo y el sur de Bahía.
Pino GM exportable made in USA
En Estados Unidos esta temporada será legal plantar pino transgénico, pero los activistas están organizándose para impedir que esas plantaciones se concreten. Una carta secreta de Michael Firko, director adjunto del departamento de Servicios Regulatorios del Ministerio de Agricultura norteamericano, dirigida a la empresa Arbor Gen de árboles transgénicos y fechada el 28 de agosto del 2014,  coincidió con la posición de la empresa acerca de que su pino transgénico taeda no necesitaba ser sometido a ningún trámite de autorización. Los ejecutivos de Arbor Gen trabajaban anteriormente para Monsanto. Esta carta solo se dio a conocer el 13 de enero de 2015. La denuncia la hizo el Dr. Doug Gurian-Sherman, científico del Centro de Seguridad Alimentaria, Center for Food Safety, de Estados Unidos.
En febrero de este año, organizaciones de todo el mundo se unieron para denunciar públicamente al gobierno norteamericano por  autorizar el primer árbol transgénico, un pino taeda, sin ningún estudio previo del gobierno ni conocimiento público, y sin evaluación de sus riesgos para la gente o el ambiente. Además ello se hizo a espaldas de la enorme oposición pública a los árboles transgénicos. El año 2013, el Ministerio de Agricultura recibió más de 10.000 comentarios en contra de la aprobación del eucaliptus transgénico de la misma empresa ArborGen durante la etapa de consulta pública, que para el caso del pino taeda transgénico se omitió. La decisión sobre el eucaliptus transgénico quedó pendiente. La variedad nativa de pino taeda se exporta a varios países del sur, por lo que esta amenaza se proyecta más allá de América del Norte.
La campaña de los países del  norte global contra los árboles transgénicos incluye a  Biofuelwatch (US & UK), Canadian Biotechnology Action Network, EcoNexus (Europa), Amigos de la Tierra (Melbourne, Australia), Global Justice Ecology Project, Red Ambiental Indígena (América del Norte), World Rainforest Movement (Internacional) y Dogwood Alliance de Carolina del Norte, Estados Unidos. En América Latina, la Via Campesina, la CLOC, RECOMA y la Red por una América Latina Libre de Transgénicos RALLT desarrollan campañas en el mismo sentido, a las que en Chile se une YNQT junto a la Alianza por una Mejor Calidad de Vida, integrada por la Red de Acción en Plaguicidas RAP-Chile, OLCA y la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas ANAMURI.