Informe IARC/OMS marzo 2015 |
¡Por un
mundo sin plaguicidas y favoreciendo las producciones agroecológicas!
Es
histórica la lucha llevada a cabo por miembros de las comunidades afectadas por
las pulverizaciones con glifosato, así como las evidencias que se fueron
aportando desde las investigaciones en laboratorio o los monitoreos
epidemiológicos comunitarios en las cuales se mostraba la relación existente
entre la exposición a glifosato y el desarrollo de diferentes tipos de cánceres,
la aparición de enfermedades relacionadas con la disrupción endocrina y otros
problemas vinculados con el aparato respiratorio.
Ahora,
la Agencia Internacional para la Investigación sobre
el Cáncer (IARC), integrante de la Organización Mundial de la Salud (OMS),
declaró que los
plaguicidas Glifosato (nombre comercial Roundup), Diazinon y Malation son de Probable
efecto carcinógeno (grupo 2A) en humanos, mientras que otros dos, Parathion y tetraclorvinfos son de Posible efecto carcinógeno (grupo 2B). La agencia ha publicado un informe con las
evaluaciones finales en la revista The Lancet Oncology en el que se detallan
los hallazgos producto de las investigaciones realizadas.
El herbicida glifosato es el plaguicida de mayor venta en muchos
países de América Latina. Las investigaciones que hemos realizado en Argentina,
donde glifosato es el herbicida más vendido, detectan su utilización en las
producciones de cereales y oleaginosas, nogales, manzanas, tabaco, hortalizas,
naranjas, yerba mate, cultivo de pinos y eucaliptos. También se utiliza en
ámbitos urbanos a fin de controlar hierbas en vías férreas, banquinas, zanjas,
terrenos baldíos y en las mismas veredas de zonas densamente pobladas. Asimismo
hemos documentado como se incrementó el uso de glifosato en relación a la
expansión de la superficie agrícola con soya transgénica y a la aparición de
resistencias a este herbicida entre las plantas silvestres. Se verifica una elevación de las dosis junto a
una mayor frecuencia en la aplicación.
Lamentablemente el herbicida glifosato se ha transformado en un
químico de amplio uso por parte de los agricultores como de habitantes de zonas
urbanas siendo comercializado al público en general, en químicas, comercios de
agrotóxicos hasta en supermercados y negocios de venta de alimentos para
mascotas, sin mediar ningún tipo de restricción.
Es bien documentada la utilización de glifosato en las campañas para
eliminar los cultivos de uso ilícito y de cómo esto afectó a las comunidades de
Ecuador y Colombia, ya en su salud socio ambiental como en la soberanía alimentaria.
Desde RAPAL apoyamos el cambio en la categorización respecto a la
probabilidad del glifosato de producir cáncer, pero manifestamos la necesidad
de actuar con más premura; en muchos casos la búsqueda de mayores evidencias
puede implicar un retraso en la toma de medidas urgentes. Por ello abogamos la
aplicación del principio de precaución en la prohibición de productos químicos relacionados
con la salud humana aunque no tengamos suficientes certezas.
La certeza puede llegar demasiado tarde para las personas expuestas
directamente o indirectamente al glifosato, como a otros plaguicidas, porque ya
han desarrollado enfermedades que comprometen la posibilidad de desarrollar una
vida plena.
Asimismo llamamos a los
miembros de los Ministerios de Agricultura, Salud y Ambiente de América Latina,
así como a todos los tomadores de decisión a fin de encarar las medidas pertinentes
que protejan la salud humana y lleven a la prohibición del uso del herbicida
glifosato en la región y todo el mundo.
Cordialmente
Javier Souza Casadinho, Coordinador
regional RAP-AL (Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas en América
Latina)
Contacto en Chile: María
Elena Rozas, Coordinadora Nacional RAP-Chile, cel 98858227
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