martes, marzo 23, 2010

Pascual Pichún, comunicador mapuche preso en Traiguén

por Ernesto Carmona
Argenpress


El día anterior al terremoto –el 26 de febrero–, la “justicia chilena” puso de nuevo tras las rejas al comunicador mapuche Pascual Pichún Collonao, de 28 años, estudiante de periodismo y comunicación social de la Universidad Nacional de La Plata, Argentina. El joven, que goza de un estatus de refugiado en el país allende Los Andes, fue detenido en las calles de Temuco, cuando viajó a Chile para visitar a su padre enfermo, el lonko (jefe indígena) de Traiguén Pascual Pichún.

Ésta detención es otro jalón en una larga historia de injusticia y persecución contra la familia Pichún, alentada por el poderoso abogado y latifundista Agustín Figueroa Yávar, ex ministro de agricultura de Patricio Aylwin y ex miembro del Tribunal Constitucional, de gran influencia en la judicatura chilena. Casualmente, este mismo abogado introdujo el 10 de marzo un recurso que favorecería al club Colo Colo y a los dos grandes equipos universitarios (la Chile y la Católica), en la distribución de los 30 millones de dólares que deja como excedente el Canal del Fútbol, en detrimento de las otras 29 agrupaciones profesionales. Y para más casualidad –que nada tiene que ver con el caso Pichún–, ese mismo día los principales dueños del equipo renunciaron al directorio de la sociedad anómina que maneja el club –porque lo exige la ley–: Sebastián Piñera y su viceministro de Chiledeportes, Gabriel Ruiz-Tagle, quienes asumieron sus respectivos cargos en la jornada siguiente, el 11 de marzo, justo con otro terremoto que aterrorizó a los invitados extranjeros, pero de menor intensidad.

La Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas (CIAP), de la Federación Latinoamericana de Periodistas, y otras instancias profesionales latinoamericanas y europeas, reclamó la libertad del comunicador y estudiante de periodismo, cuyo caso como víctima de derechos humanos elementales ya fue zanjado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), pero sin que la justicia chilena acate su recomendación, como tampoco hace caso a las normas internacionales emanadas de tratados sobre las etnias indígenas que el Estado Chile se ha comprometido a respetar, convertidos en letra muerta pese a la ratificación del parlamento y el cacareo a los cuatro vientos del doble discurso del poder ejecutivo. Entretanto, el sistema judicial chileno se encuentra virtualmente colapsado por el terremoto, que derrumbó o dejó inhabitables 190 sedes, incluyendo edificaciones relativamente nuevas, como el edificio de los 30 juzgados civiles de Santiago. Muchos papeles están sumergidos entre los escombros.

Historial de persecución

En 2003, el lonko Pichún y sus hijos Pascual y Rafael fueron condenados a 5 años de cárcel, acusados de quemar un camión de Figueroa. Al cumplir 1 año recibieron el beneficio de pena remitida. Pero ante la incapacidad material de solventar una millonaria indemnización a Figueroa –atada a la condena–, fueron buscados de nuevo para pagar con cárcel. Después que, en 2006, la CIDH acogió en Washington el reclamo de la familia Pichún contra el Estado Chile, el caso está listo para pasar a la Corte Interamericana de San José de Costa Rica. Esta instancia es relevante, aunque su fallo corra el riesgo de convertirse en otra expresión del folklórico “derecho a pataleo”, en un país que hace poco caso a las instancias internacionales.

Cuando los buscaron para pagar con cárcel, los hermanos Pichún se declararon en rebeldía. Rafael fue detenido tras permanecer prófugo durante varios meses, mientras Pascual apareció en Buenos Aires en diciembre de 2005. Allí solicitó refugio político ante el Comité de Elegibilidad para los Refugiados (CEPARE), respaldado por instituciones de derechos humanos de Argentina, y personalidades como el premio Nóbel Adolfo Pérez Esquivel. Su petición fue acogida a tramitación, es decir, Pascual fue reconocido como "peticionante" y quedó bajo el resguardo del Estado argentino y del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) mientras el CEPARE estudia su solicitud.

Aunque el trámite puede tardar un promedio de hasta 8 años, dicen que el CEPARE “es bastante riguroso a la hora de acoger o no a tramitación una petición de refugio político”. Por el sólo hecho de aceptarlo como “peticionante” significa que su caso aportó antecedentes sólidos para presumir persecución política del gobierno chileno –sea cual fuere el gobernante de turno– en contra suya y de su familia. Al acoger la tramitación, el CEPARE dictaminó que Chile no le garantiza a Pascual su derecho a un debido proceso.

El preso necesita solidaridad

Pascual no ha perdido su tiempo en los 5 años que lleva en Argentina. Además de estudiar periodismo, se ha destacado como conductor de radio con un programa semanal sobre pueblos originarios en FM Estación Sur de La Plata. Y desde 2006 también es corresponsal del periódico mapuche Azkintuwe, fue elegido delegado de su facultad ante la Federación Estudiantil de la UNLP y el 10 de febrero fue designado responsable del portal Internet del Encuentro de Organizaciones de Pueblos Originarios de Argentina (http://www.originarios.org.ar).

Su vida transcurrió sin sobresaltos en la capital del tango, hasta que decidió ingresar legalmente a Chile para visitar en la comunidad Temulemu a su padre, el lonko Pascual Pichún, quien se encontraba delicado de salud. Y así llegó el 26 de febrero, día en que Pascual hijo se tropezó con la policía, que lo aprehendió en las calles de Temuco para enviarlo de nuevo a la cárcel de Traiguén. A causa de los destrozos del terremoto y la consiguiente paralización de la actividad judicial –no sólo en esa región llamada La Araucanía–, quién sabe cuándo Pascual será conducido ante un juez para tener entonces la oportunidad de apelar a su injusto encarcelamiento.

Entretanto, el prisionero mapuche aguarda que sus abogados puedan solicitar al tribunal que decrete la "prescripción media" de la causa, para que pueda salir en libertad, por haber transcurrido más del tiempo de su condena a 5 años en 2003. Y toda expresión de respaldo y solidaridad, de personas e instituciones, como la emitida por Ciap-Felap y la federación de estudiantes de la casa de estudios de La Plata, contribuirán a la pronta libertad del joven comunicador preso de Traiguén. Las comunicaciones solidarias pueden enviarse al correo del periódico en que escribe: azkintuwe@yahoo.es

jueves, marzo 18, 2010

¡Apoya a los Cinco Cubanos el 20 de marzo!


Este sábado, día 20 de marzo, a siete años del inicio de la criminal invasión a Irak, tendrá lugar en Washington, D.C., San Francisco, Los Ángeles, y otras ciudades en EE.UU., una manifestación en contra de la ocupación de Irak, Afganistán, y Palestina. Convocamos a todos los que se solidarizan con la causa de los Cinco, a unirse en estas acciones a los contingentes por los Cinco Cubanos, para recordarle al mundo que la crueldad de la política exterior de los EUA se está mostrando no solo en el extranjero, sino en Estados Unidos en las prisiones federales en California, Colorado, Indiana, Kentucky, y Florida, donde los Cinco Cubanos están injustamente encarcelados.

Desde el día de las invasiones a Afganistán en 2001 y a Irak en 2003, la Coalición A.N.S.W.E.R. ha sido el instrumento para organizar la oposición a esas guerras y ocupaciones, y durante ese tiempo, esas manifestaciones le han dado al Comité de Estados Unidos para la Liberación de los Cinco Cubanos la oportunidad de llegar a millones de personas con el mensaje sobre los Cinco y sobre la guerra de terror con que los EUA y sus agentes han estado haciendo la guerra contra Cuba por más de 50 años. Una vez más, este año, los oradores hablarán en las concentraciones acerca de los Cinco y de su lucha por la libertad.

Desde Chile, nos unimos al clamor por la libertad de los Cinco y el repudio a las invasiones de Afganistán e Irak.

miércoles, marzo 17, 2010

Pehuenches acusan al Estado



Uno de los problemas que deberá enfrentar Sebastián Piñera a partir del 11 de marzo, es la respuesta que dará como gobierno a la acusación presentada ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos CIDHH por la aprobación ambiental dada por el Estado chileno a la construcción en el río BioBio de una tercera central hidroeléctrica, llamada Angostura. El hecho es considerado por los reclamantes como una violación del denominado “acuerdo amistoso” suscrito en 2003 entre el Estado de Chile –entonces presidido por Ricardo Lagos- esa entidad, y las familias mapuche-pehuenche, para destrabar la construcción de la central hidroeléctrica Ralco en el Alto BioBio. Piñera se ha pronunciado siempre a favor de los megaproyectos energéticos, en tanto que el tema indígena, ausente de su discurso público le saltará a la cara ahora, porque el Estado chileno se comprometió entonces a no autorizar nuevos megaproyectos en tierras indígenas del Alto Biobio. Pero con el descaro habitual, en febrero de este año la empresa Colbun ya inició los trabajos de tala de árboles y faenas en los cerros sin que nadie diga nada.
La negociación citada ante la CIDHH permitió a Endesa llevar adelante su proyecto, que había generado un prolongado conflicto entre el gobierno del ex presidente Lagos, el mundo indígena y los ambientalistas. En tiempos de Ralco, Endesa tenía proyectada esta central, que llamaba Huequecura y vendió el proyecto a su socio Colbún, del grupo Matte, que lo rebautizó como Angostura. Su construcción tendría un serio impacto social y ambiental. La cuenca del río Bío-Bío contiene al 41% de las especies nativas de peces de Chile, con un total de 19 especies, muchas de ellas en peligro de extinción. Recursos escasos como el agua y únicos, como estos peces, serán negativamente afectados por el megaproyecto energético, y el reclamo indígena resonará con fuerza en el ámbito internacional.
En suspenso
El abogado Roberto Celedón, que participó en el citado acuerdo, aceptó llevar el proceso a la Corte Interamericana por encargo de los afectados actuales y por los firmantes de entonces, Berta Quintreman, Rosario y Mercedes Huenteao y Aurelia Marihuan, que se sienten traicionados. La denuncia a la entidad interamericana por incumplimiento, presentada a fines de 2008, se reactivó a comienzos de 2010, luego de la aprobación del proyecto por la Corema (Comisión Regional de Medio Ambiente) de la región del BioBio en noviembre del año pasado. En la actualidad Angostura se encuentra suspendido por una reclamación presentada ante Conama por Freddy Nolberto Pérez Sanhueza en representación de la organización Aguas Libres, opositora al proyecto, además de Juana del Carmen Méndez Curriao, y René Renato Flores Arévalo, por las familias que serían desplazadas.
A la lucha contra el proyecto Angostura de Colbún se unieron también organizaciones medioambientales y sociales de Santiago, como la Red de Justicia Ambiental, el Observatorio de Conflictos Ambientales, Ecosistemas, Codeff, Feministas Autónomas, el Colectivo No a Pascua Lama, el Centro Ecoceanos, la Liga por la Justicia Climática, y el movimiento Patagonia Sin Represas. Las organizaciones fueron informadas de la situación por Freddy Pérez (Aguas Libres de Quilaco) y Ronny Leiva del Grupo de Trabajo Mapuche por los Derechos Colectivos, en una reunión ampliada.

“Señor Colbún”
La palabra de Pedro Suárez, de Malla Malla, werken del Lof Newen Mapu del Alto BioBio llegó a ellos a través de un video filmado en terreno que muestra un momento único: la visita técnica a terreno de una comisión gobierno – empresa, en la que irrumpieron los campesinos. El dirigente pehuenche reaccionó así:
“Yo le digo al señor representante de la empresa, al señor de gobierno, de CONAMA acá, nuevamente están atropellándonos, están en ese camino de genocidio. … Antes que nada deberían conversar con nosotros, que somos los dueños de esta tierra quieran o no quieran(…) Si acá está Falabella, si acá está tal persona particular, ellos sabían que esta tierra era de nosotros, que lo hayan comprado es problema del mismo Estado … yo le digo, señor Colbún, usted debe entrar en una conversación con el pueblo pewenche del Alto y Bajo Bío Bío. Tenemos muchos niños estudiando afuera, en cualquier accidente si se rompe cualquier represa va a haber una tragedia muy grande. A mucha gente no mapuche y mapuche no le importa nada, simplemente porque han perdido el tema del valor humano. Quizás los tiene locos el asistencialismo o el mismo sistema de vida que hoy se vive. Y por eso mismo yo, quiero dejar bien claro acá, al señor gobierno de CONAMA, que aquí no solo existe un Kuel. Para nosotros ¡Todos los lugares son sagrados! No solo ha muerto gente aquí por un solo régimen de persecución, aquí hay mucha gente de nuestro pueblo bañada en sangre, en este lugar y de todos los lugares del sur. Entonces que ustedes hoy día sin considerarnos a nosotros, lleguen y hagan las cosas, caminen por allá por acá y filmen, hagan lo que sea, ese es un atropello a nuestro derecho. Yo pienso que deben conversar y agendar desde ya una reunión con Colbún pero en forma, como pueblo mapuche, ¡No como comuna Alto Bío Bío! Porque a nosotros eso no nos representa. Ustedes mismos saben que esa es una estructura del Estado Chileno, nosotros somos aparte y seguimos vivos y por eso decimos no a la represa, no se construye aquí la represa”.
Dos veces desplazados
El proyecto está ubicado en la confluencia de los ríos BioBio y Huequecura, que para los pehuenche marca la entrada al territorio ancestral mapuche-pehuenche del Alto BioBio. La empresa sostiene que no hay indígenas en el sector porque no existen comunidades reconocidas por CONADI, pero la realidad es diferente. Son más de 40 las familias indígenas que viven en los tres lugares que serán inundados: Los Notros, Lo Nieve y Los Nogales (comuna de Santa Bárbara) y la localidad de San Ramón (comuna de Quilaco). Entre los afectados hay 5 personas que fueron relocalizados en Los Notros a raíz de la construcción de la central Ralco. La escuela G 967 de Los Notros, y tres campings que se encuentran en el área serán inundados también. En el área de influencia del proyecto, la mayoría de los habitantes siguen sin tener luz ni agua potable y en Quilaco la electricidad es más cara que en Los Angeles. Para ellos no hay ventajas sino la pérdida irreparable de un hábitat que aman por su paisaje, historia y diversidad.
En el área impactada directamente hay un sitio de significación cultural y religiosa denominado Kuel ( en mapudungun,“que sostiene la creación”), un centro ceremonial emplazado en lo alto de un sitio desde donde se domina toda el área, de impresionante belleza. En ese lugar, en la década de los 90 y a principios de 2000, el fallecido Lonko Antolin Curriao realizó rogativas en el contexto de la lucha contra los megaproyectos Pangue y Ralco. El kuel –ubicado en la localidad de Los Notros, a una media hora de la comuna de Santa Bárbara- es una construcción natural de roca en forma de pirámide, con senderos naturales y una escalera de piedra. Explica Roni Leiva: “Un kuel es un lugar de sabiduría, está ahí para que podamos aprender de él y es parte de nuestro patrimonio espiritual como pueblo, esto ha sido incluso reconocido por Conadi en el oficio 578 del año 2008”. El frente mapuche-chileno de oposición al proyecto ha realizado varias vigilias en este espacio de espiritualidad ancestral mapuche, algunas presididas por un machi, como parte de la retoma de posesión del lugar y fortalecimiento espiritual para una lucha que requerirá de mucha energía.
Impacto en la cuenca
La aprobación dada por Corema al proyecto desestimó importantes objeciones ambientales, en una decisión política y no técnica. El estudio presentado por la empresa no tomó en consideración el impacto acumulativo de esta nueva central en el entorno ya afectado por Pangue y Ralco e ignoró que el área es una cuenca y un ecosistema. Colbún presentó una línea de base incompleta criticada por el Centro Eula de la Universidad de Concepción y por el Servicio Nacional de Pesca, Sernapesca, que hizo observaciones sobre la fauna del río Huequecura, que tiene 32 km de largo.
Para este servicio, los datos generados durante el período de seguimiento de las centrales existentes en Alto Bío Bío establecen que la comunidad íctica de la cuenca del río Bío-Bío contiene un total de 19 especies de peces nativos. Tres de las especies representadas, el tollo, el pez gato o bagrecito y carmelita de Concepción están en categoría de peligro de extinción. La construcción de la presa que inundará 641 hectáreas, embalsando 100 millones de metros cúbicos, va a dejar aisladas las poblaciones de peces de la zona alta de los ríos Huequecura y Queuco, con el consiguiente impacto sobre la variabilidad genética de sus poblaciones.
Por otra parte, las centrales hidroeléctricas generan también un impacto en el cambio climático y las emisiones. La inundación de áreas completas con seres vivos, llamados técnicamente "materia orgánica", genera metano, lo que contribuye al calentamiento global, echando por tierra la propaganda oficial acerca de que las megacentrales hidroeléctricas son "energía limpia" que contribuye a evitar las emisiones.

lunes, marzo 15, 2010

Se necesitan millares de Rosas



Rosa con Juan y mi nieto Víctor el año 2001.

El pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer dimos el último adiós a la compañera Rosa Rubilar, incansable luchadora por los derechos humanos y el socialismo que falleció luego de una prolongada enfermedad en Santiago de Chile. Mientras en el país, con la agenda copada por las urgencias del terremoto, la triste noticia de su partida no llegó a aparecer en los medios, sí reaccionaba desde Bélgica la periodista Patricia Parga: “Se va una de las imprescindibles. ¡¡Una Rosa ha partido, dejando su semilla de ternura y consecuencia germinando en todas nosotras!! La conocí y me inspiraba su fuerza, su carisma, su coraje y su mirada siempre crítica y certera. Tristona por tu partida, Rosita, estoy a la vez feliz de haberme cruzado contigo en el camino de la vida. Qué este 8 de marzo renazcan millares de Rosas Rubilares en todas nosotras!”
Sin duda a lo largo de Chile miles de mujeres, heroínas tan anónimas y de bajo perfil como lo fue Rosa en vida, están hoy en la primera fila de la solidaridad con el pueblo afectado por el terremoto. Y así como Rosa en dictadura ayudó a todos los que luchaban por recuperar la democracia, y puso su energía, su alegría y su coraje al servicio de la causa libertaria sin aspavientos, es seguro que en muchos rincones de Chile muchas nuevas Rosas florecen, y mujeres de fuego, desconocidas gigantes, se rompen enteras por ayudar a los más abandonados, a los más pobres, a aquellos a quienes nadie les tiende una mano, lejos de las luces oficiales, de la televisión y de la preocupación de los burócratas de turno.
Rosa, militante del Partido Socialista, de una familia sureña y campesina, fue fundadora de la Comisión Chilena de Derechos Humanos. Traía ya con ella una historia de lucha y compromiso desde sus tiempos de estudiante de Ciencias Políticas y Administrativas en la Universidad en Valdivia, y luego con su trabajo de tiempo completo en el Partido Socialista como encargada del trabajo campesino, en tiempos de la reforma agraria. También portaba el desgarro sin fin provocado por la desaparición de su pareja, Octavio Boettiger, dirigente socialista, detenido en 1976, a quien buscó incansablemente ligando su lucha a la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y a la Agrupación de Ejecutados Políticos.
Fundadora de la Comisión Chilena
Desde 1973 Rosa trabajaba en tareas de solidaridad junto a Clotario Blest en el Comité de Defensa de los Derechos Humanos. Posteriormente, en la institución que dirigía Jaime Castillo Velasco, la Comisión Chilena de Derechos Humanos, creada en 1978, Rosa fue a la vez alma y motor de la entidad, elaborando el Boletín Mensual de Derechos Humanos que denunciaba –con importante repercusión internacional- las desapariciones y crímenes de la dictadura, en tiempos en que aun no existía la prensa de oposición. En su funeral, Gonzalo Taborga, actual Presidente de la Comisión, rindió tributo al compromiso, la inteligencia, visión política y claridad de Rosa afirmando que de ella surgían las iniciativas que desarrollaba la entidad en distintos planos, aunque siempre ella evitaba la figuración pública. Sus compañeros de trabajo en la Comisión la respetaban y querían y hasta hoy veían como una verdadera maestra a Rosa “Rubi-rosa”.
Durante los largos años de dictadura Rosa visitaba cada domingo las cárceles y contribuía a atender las necesidades materiales de las familias de los presos políticos. Encargada nacional del trabajo a favor de este sector, movilizaba no sólo a los profesionales y allegados a la Comisión o al partido socialista sino a vastos sectores de su medio.
Rosa era eso pero también mucho más. La Comisión, inspirada en los principios de la Declaración Universal por los Derechos Humanos había sido creada por personalidades ligadas fundamentalmente a la democracia cristiana y otros partidos no marxistas, y se marginaba de la defensa de los presos políticos miristas, separando aguas respecto de la lucha armada. Sólo en 1980, luego del nacimiento del Comité de Defensa de los Derechos del Pueblo, CODEPU encabezado por Fabiola Letelier, hubo un espacio de acogida para esos casos. Sin embargo a Rosa esa definición de la Comisión Chilena nunca le importó, porque ella tenía su propia visión política. La Comisión Chilena representaba sólo una parte de su accionar, que según recuerdan sus compañeros y amigos era amplio, no sectario y “compartimentado”, porque a lo largo de los 17 años de dictadura su solidaridad se hizo extensiva a todo el abanico de luchadores antidictatoriales: socialistas, comunistas, miristas, lautaristas y miembros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez. Fue siempre fiel a su ideario guevarista que en los 60 la llevó a colaborar con quienes desde Chile apoyaron la guerrilla del Che en Bolivia.

Una epopeya festiva
Por eso fuimos tantos y tantas quienes conocimos de cerca o más lejos, su solidaridad y su entrega, una suerte de festiva epopeya de lucha realizada mientras criaba a tres hijos - Francisca y los mellizos René y Andrea - flanqueada en su hogar por Yolanda Abarca, también militante socialista. Yolita la respaldaba en todo y mantenía la casa funcionando en medio del caos del activismo y la lucha antidictatorial.

Para su hija Andrea Marcel, lo que define a su madre es la pasión volcánica que inundó toda su vida (“decir que me parezco a ella en lo apasionada, es el mejor piropo que he oído”, expresó en el velatorio con una semisonrisa). Y recordó que hace poco cantó con Rosa a coro la canción aquella canción de Joaquín Sabina que termina diciendo “ Y morirme contigo si te matas/y matarme contigo si te mueres/porque el amor cuando no muere mata/ porque amores que matan nunca mueren.” Esa era también nuestra Rosa, una mujer que definitivamente amó mucho pero no tuvo suerte en el amor. Como recordaba alguien al momento del último adiós, ella, que tanto cuidó de los otros, no pudo o no supo cuidar de sí misma. Y lentamente se consumió de pena y desamor.
Exonerada
Rosa, socialista como el Presidente Allende, se negó sistemáticamente a encajar en el molde neoliberal post dictadura administrado por la Concertación que incluso la exoneró de la oficina del Programa de Reconocimiento de Exonerados Políticos, desde donde hasta hace muy pocos años, había ayudado a centenares de compañeros y compañeras a optar a ese beneficio legal. En 2004, Patricio Orellana Vargas, académico de la Universidad de Chile dedicó su libro “Probidad en Chile” (acerca de la corrupción, modernización del Estado, ética pública y burocracia) a Rosa Rubilar, Octavio Boettiger (desaparecido) y Eduardo Charmé (ejecutado político) “en la esperanza de que estos apuntes estén inspirados en sus ideas e ideales”. Y justamente la roja bandera del PS de la seccional “Eduardo Charmé” cubrió el féretro de Rosa, tapizado de claveles y rosas rojas y con sus camaradas socialistas rindiéndole homenaje.
Ella estaba hondamente decepcionada de otros antiguos compañeros de lucha y sobre todo de quienes ocupaban altos puestos en el gobierno de la Concertación. Algunos de ellos frente a sus críticas optaron incluso por quitarle el saludo.

Cuando yo la conocí, a comienzos de los 80, Rosa se había casado por segunda vez y estaba en una etapa muy plena de su vida. A mediados de los años 70, en la zona Matta había funcionado una Bolsa de Trabajo ligada a la Vicaría, allí llegaban ex presos políticos cesantes y sus familias. Todos los años, con apoyo de la Comisión, Rosa organizaba un paseo a la costa, a Punta de Tralca (un lugar de retiro de la iglesia) donde se vivían momentos de alegría y esparcimiento. Allí la conoció Juan, mi compañero, y a comienzos de los años 80 me presentó a Rosa, que se constituyó en una inagotable fuente de información y apoyo para mí.
En 1986, para evitar una inminente detención o ejecución, debí partir a Argentina porque habíamos sido detectados por la CNI, y activamos un sistema que teníamos para dejar a Rosa encargada de la seguridad de mi hija Eva María, cuyo padre, el periodista Augusto Carmona, dirigente del MIR , había sido asesinado por la dictadura en 1977. La niña, entonces de 13 años, no podía salir de Chile porque para ello necesitaba autorización notarial de su madre. Por razones de seguridad no era yo legalmente su madre, pues ella había sido inscrita por otra persona. “Mi niñita”, le dijo Rosa desde entonces a mi hija, porque para Rosita todos los hijos de los compañeros y compañeras eran en verdad hijos suyos. Y se encargó de conseguirle alojamiento a Eva María con su red de amigos, pues no era seguro, obviamente que se quedara en su casa. Cuando al cabo de un tiempo que para mí fue eterno, se logró conseguir la autorización notarial de esa tercera persona para que Eva pudiera viajar, Rosa ¡envió a dos de sus propios hijos, también adolescentes, a dejar a mi hija a Argentina! Así de generosa e impulsiva era Rosa, mi amiga y compañera, que tanto hizo por compañeros y compañeras del MIR, perseguidos o presos políticos. La recuerdo con sus ojos brillando de entusiasmo al describir con el mismo calor alguna acción exitosa de protesta o resistencia, o una anécdota de la cárcel, o una receta de comida; la veo preparando apetitosas comidas y la escucho riéndose de todo el mundo un poco, sin tomarse ella misma en serio.
Un caluroso lunes de marzo dijimos adiós a Rosa Rubilar, esta desconocida heroína de la lucha antidictatorial, “cantando al sol como la cigarra”, entonando esa canción de María Elena Walsh que era su favorita, “después de un año bajo la tierra, igual que sobrevivientes que vuelven de la guerra” …y allí estábamos algunos, de nuevo sobreviviendo, después de la dictadura, ahora al terremoto, en el Día Internacional de la Mujer. Nada es casual, tampoco esta partida.