domingo, julio 31, 2011

Entrando y saliendo del Museo de la Memoria con los 119

(foto de Pablo Andrés López Romero, de Umbral TV).




El 25 de julio, en el Museo de la Memoria, nos reencontramos con los 119, a 36 años de la desaparición de estos chilenos y chilenas por la DINA. Gracias a la lucha de sus familiares y amigos de hoy y ayer, organizados en el Colectivo 119 y en Londres 38, justo a la entrada del imponente edificio lleno de cristales y altas techumbres estaban como dándonos la bienvenida Ariel Salinas, (ex dirigente de la FEC de Concepción de los años 70) y Carmen Bueno, actriz, junto a María Angélica Andreoli, estudiante universitaria. Ariel seguro ya está enterado del montaje policial contra Recaredo Gálvez, el dirigente actual de la FEC que los pacos acusaron impunemente como homicida y que la Corte de Apelaciones liberó después.

Los tres forman parte de la lista de 119 chilenos y chilenas desaparecidos en la Operación Colombo, la mayoría muy jóvenes luchadores sociales de la resistencia al régimen de Pinochet en sus más feroces años: 1974 y 75. La instalación que representa a nuestros compañeros y compañeras detenidas en la Operación Colombo permanecerá durante agosto y septiembre en el Museo de la Memoria.

A ellos los instaló la DINA en un montaje mediático armado con el fin de amedrentar y desconcertar a los familiares de los desaparecidos y a los organismos de derechos humanos. Buscaban encubrir los secuestros presentándolos como hechos delictuales ocurridos en el extranjero (“Los miristas se matan entre sí” decían algunos titulares), y desprestigiar la lucha de resistencia. Contaron para ello con la complicidad de La Segunda y toda la cadena de El Mercurio, la tv y la prensa oficial.

Justo frente a las siluetas gigantes de Ariel Salinas y Carmen Bueno - asumiendo que muchos y muchas jóvenes de hoy ni siquiera saben que existió el horror de esos días - se exponen en el Museo fotos de los memoriales contra el olvido: majestuosos o pequeños, simbólicos o tradicionales, grandes estructuras o pequeñas placas que se han erigido a lo largo de Chile por las organizaciones y familiares junto a quienes nos negamos al olvido y cultivamos la semilla de la justicia y la verdad. Ahí están por ejemplo el memorial del Liceo Manuel de Salas (cinco de los 119 habían sido alumnos de ese liceo experimental de Santiago) o el de la Escuela de Economía (en la Lista de los 119 había varios alumnos de esa escuela de la Universidad de Chile).

Memoria y acción
Antes de entrar al Museo hubo en el auditórium anexo, un taller de memoria/acción en que se buscaba unir presente y pasado, sacar lecciones de la (escasa) justicia lograda y de la (inmensa) injusticia pendiente. Allí se habló de vincular las luchas y demandas sociales, y todos saludaron las masivas movilizaciones, acordando también presionar para que en el Senado se vote una iniciativa que impida que la impunidad siga avanzando, ahora por la vía de posibles indultos gubernamentales.

Magdalena Navarrete, dirigente del Colectivo 119 y de la AFDD línea fundadora, madre de Sergio Reyes, estudiante de Economía, con voz entrecortada por la emoción reiteró al inaugurar la muestra, que su organización comparte las demandas de los jóvenes de hoy y que en ellas ven renacer la esperanza de sus hijos. Ellos, los 119 también están en la calle, en las tomas y en las marchas estudiantiles y ciudadanas exigiendo educación pública, expresaba Roberto D’Orival, hermano de Jorge D’Orival, veterinario cuyo nombre también figuró en la Lista de los 119. El Museo rindió un homenaje especial al arquitecto y académico de la Universidad de Chile, Francisco Aedo, también desaparecido en la Operación Colombo.

El ambiente era un poco surrealista porque desde el piso de arriba, llegaban los ecos apagados de consignas y cánticos de los años 70, que forman parte de la banda sonora de algunos de los videos exhibidos allí para recrear el ambiente de esos años.

Más abajo, esa noche, estaba iluminada la silueta del activista que impulsaba los consejos comunales campesinos en Linares, Juan Molina, al lado de Pedro Merino, el sastre y dirigente de las Juventudes Comunistas cuyo caso es uno de los pocos que este año avanzó en tribunales con una sentencia de primera instancia para los criminales. También en ese grupo estaba Luis Guajardo, el ciclista y activista mirista en Pudahuel, entonces llamado "Barrancas". Los estudiantes Bárbara Uribe y Erick Van Yurik estaban juntos, como siempre, mirándose... una pareja hermosa. Casi a la bajada de la escala se ubicó Antonio Cabezas, ex interventor de la textil Comandari. Era una larga tarea la de saludar a los sobrevivientes, a los familiares, y a los que partieron. Así me encontré con Cecilia Radrigán cuando ella ya partía y cuando comenté que no podía evitar emocionarme, me confesó que ella sentía que la estaban mirando, que todo el tiempo sintió eso cerca de donde estaba parada la silueta de su hermano, Osvaldo Radrigán. Por ahí andaba también Mario Calderón, el periodista de Valparaíso. Y cuando finalmente ya entrada la noche salí del museo hacia el metro Matucana, allí me despidió en ese pasillo Leopoldo Muñoz Andrade, de Lo Valledor, fuera de la instalación, como diciéndome que estaban ahí pero en realidad preferían estar afuera…

Esas siluetas maravillosas las hizo un artista, el pintor y escultor José Rodríguez, a partir de los retratos de estos luchadores sociales, junto a un potente equipo de familiares, amigos y estudiantes que trabajaron en el local de la FECH el año 2005 y las pasearon desde Londres 38 hasta la misma Moneda, donde se instalaron cuando se cumplían 30 años de la desaparición. Ahora las restauraron para este nuevo aniversario.

La prensa y los montajes
En el acto de la prensa hubo alusiones a la prensa actual en Chile, solo para constatar que es la misma de ayer: fabricante/cómplice de montajes, urdidora de mentiras, vendiendo un país de fantasía y cómplice de los dueños del poder en Chile. ¡Cincuenta años cumplió esta misma semana el vespertino La Segunda, sin jamás pedir perdón por su rol en esta macabra operación de la DINAy su titular: “Exterminados como ratones”! El Colegio de Periodistas sí lo hizo en 2007, como resultado de un juicio ético que llevó a cabo a solicitud del Colectivo 119, bajo la presidencia de Alejandro Guillier.

Pero también estaba en el Museo de la Memoria la prensa popular, muchas cámaras de corresponsales independientes, un equipo de Umbral Tv de la Villa Francia (de donde eran José Villagra, Enrique Toro, y Eduardo Lara). Pablo, hijo de José Villagra, director del periódico virtual www.elirreverente.cl, trabaja también en un documental sobre montajes de los medios de comunicación. Allí también se hicieron presente audiovisualistas de Londres 38, varios medios barriales y virtuales, tesistas que indagan en la memoria y otros. Lo nuevo con lo viejo, el ying y el yang, el dolor con la esperanza, sobrevivientes y jóvenes que pisan esas calles nuevamente,
marchando por la Alameda.

Los criminales
Según un informe de la Universidad Diego Portales (Balance de Causas DDHH en Chile, Observatorio de DDHH, julio 2011) divulgado en el Taller Memoria/Acción, de los 87 casos de la Operación Colombo en que hay causa judicial abierta, se han logrado 19 condenas definitivas (lo que implica un 21,8% de los casos investigados), pero la mayoría de las causas (59) apenas están en etapa de sumario. Hay 4 condenas de primera instancia, y 1 condena emitida por la Corte de Apelaciones. Y en muchos casos ni siquiera hay un juicio entablado.

Augusto Pinochet Ugarte, el máximo responsable de estos crímenes, sólo será juzgado por la historia ya que la complicidad de los tribunales chilenos le permitió finalmente eludir la acción judicial con su muerte. El propio dictador, Augusto Pinochet Ugarte, desaforado en 2006, estuvo encausado por la Operación Colombo, por resoluciones adoptadas por los Ministros de fuero Alejandro Solís y por Victor Montiglio, el juez recientemente fallecido que procesó a 98 agentes partícipes en estos crímenes. Pero los procesamientos no siempre culminan en una sentencia. La muerte llegó antes para el ex dictador, frustrando las expectativas de justicia de los chilenos que luchan contra la impunidad.
Hay consenso que los avances en materia de justicia se han logrado por la lucha de los familiares y organizaciones secundados por los abogados de derechos humanos, y que en cambio no ha habido voluntad política de los sucesivos gobiernos de la Concertación de hacer justicia. Una muestra de ello es que nunca se logró derogar el decreto ley de amnistía y por el contrario, en varias oportunidades gobiernos intentaron que el congreso aprobara leyes de punto final.

Más de 68 de los procesamientos dictados desde 2005 en estos casos, son para Manuel Contreras, el ex director de la DINA, la policía secreta de Pinochet que tuvo ese nombre en los primeros años de dictadura y fue reemplazada luego por la CNI. En las 84 sentencias judiciales que se han dictado hasta ahora, según el informe citado, han sido declarados culpables de 14 de estas desapariciones el ex Director de la DINA Manuel Contreras Sepúlveda, Miguel Krassnoff Martchenko, (ex jefe de la Brigada Halcón de la DINA) y Marcelo Moren Brito (ex jefe de Villa Grimaldi). Por estas y otras causas, Contreras tiene más de 239 años de cárcel confirmados. En 9 casos fue hallado culpable el suboficial Basclay Zapata Reyes (Brigada Halcón), en tanto que Pedro Espinoza Bravo (ex jefe de la DINA) recibió 7 sentencias de culpabilidad. Antes de su muerte, Osvaldo Romo (Brigada Halcón) fue condenado en 4 casos, en tanto que 3 sentencias en su contra acumulan los criminales Francisco Ferrer Lima (Ex jefe del Servicio de Inteligencia del Ejército), Palmira Guzmán (jefa de la plana mayor de la Villa Grimaldi), Rodolfo Wenderoth Pozo (Brigada Mulchén y Villa Grimaldi). Raúl Iturriaga Neumann (jefe de la sección exterior de la DINA) y Fernando Laureani (jefe de la brigada Vampiro) han sido condenados por 2 de los 87 casos tardíamente investigados por los tribunales chilenos. Gerardo Godoy (Brigada Tucán) fue condenado por una desaparición, al igual que Fernando Gómez Segovia, Jefe de la Brigada Sur (Chillán) de la DINA. También en ocasiones la Corte Suprema ha aplicado la amnistía. En enero de 2009, la Corte Suprema absolvió a los criminales de la DINA identificados como autores de la desaparición de la estudiante de servicio social Jacqueline Binfa, una de las compañeras desaparecidas en la Operación Colombo. El alto tribunal absolvió de toda responsabilidad penal a la cúpula del servicio secreto de la dictadura pinochetista por el secuestro calificado de la universitaria, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), desaparecida el 27 de agosto de 1974, en Santiago.

En total por todas las violaciones a los derechos humanos ocurridas en dictadura, hay en Chile 1446 causas activas tanto por ejecuciones, como por desapariciones, torturas y exhumación ilegal. 546 represores están procesados o condenados sin sentencia definitiva, 159 criminales fueron condenados pero gracias a la Corte Suprema y su teoría de aplicación de la “media prescripción” (rebaja de penas) lo hacen sin pasar un día en prisión. El estudio de la UDP no menciona los casos de aplicación de amnistía por desapariciones, que han ocurrido cuando la composición de la Segunda Sala Penal de la Corte Suprema integra a determinados ministros partidarios de la impunidad total.
Discriminación judicial
Es así como culpables de delitos de lesa humanidad, juzgados de acuerdo a las leyes penales antiguas salen a la calle, o cumplen penas irrisorias (firmar en un registro) sin control alguno, mientras la nueva justicia penal chilena condena, por ejemplo, a penas de más de 20 años de cárcel al dirigente de la Coordinadora Arauco Malleco Héctor Llaitul, y a 15 años a otros luchadores sociales que han actuado en la recuperación del territorio ancestral de su pueblo y no son responsables de ningún hecho de sangre. Asimismo, la justicia militar deja sin castigo hasta ahora a los asesinos de jóvenes mapuche asesinados por la espalda en recuperaciones de tierra.
Sólo 66 de estos autores de crímenes de lesa humanidad en Chile bajo dictadura, están cumpliendo sus penas en la cárcel. Por supuesto la mayoría son ex oficiales y cuentan con todas las comodidades en cárceles especiales de Punta Peuco y el Regimiento de Telecomunicaciones.

Las sentencias definitivas que significaron justicia, aunque tardía (desde 2005 en adelante), son las del secuestro y desaparición de la asistente social María Teresa Bustillos Cereceda; los ex miembros del GAP Manuel Cortez Joo y Miguel Angel Sandoval Rodríguez; los hermanos chillanejos Hernán y María Elena González Inostroza; los estudiantes de ingeniería Luis Guajardo y Julio Fidel Flores Pérez (en 2009); y el estudiante de filosofía, Jorge Espinosa Méndez, todos ellos militantes del MIR. También hubo sentencia del máximo tribunal en el caso del estudiante secundario Mario Carrasco Díaz, socialista. Por la desaparición de Espinosa el único sentenciado, sin embargo, es el agente Osvaldo Romo, que murió en prisión. Entre las sentencias a firme más recientes dictadas por la Corte Suprema está la dictada en julio de 2009 por la desaparición del veterinario Jorge D’Orival, confirmándose las condenas a la cúpula de la DINA.
Justicia en Francia
El 17 de diciembre de 2009, el Tribunal Criminal de París condenó en ausencia a 14 militares chilenos por la desaparición de cuatro ciudadanos franceses durante el gobierno militar. Entre ellos está Alfonso Chanfreau –cuyo nombre figuró en la Lista de los 119- junto a Georges Klein, Etienne Pesle, Alphonse Chanfreau y Jean-Yves Claudet-Fernández, desaparecidos en otras circunstancias. El juez Hervé Stephan condenó a presidio perpetuo a Manuel Contreras y a su segundo en la DINA, el brigadier (R) Pedro Espinoza. Herman Brady, ex ministro de Defensa de Pinochet fue condenado a 30 años de cárcel, al igual que Marcelo Moren Brito y Miguel Krassnoff Martchenko. Esta la única condena que recibió Brady, procesado por la desaparición de 12 asesores del presidente Allende, antes de morir en el Hospital Militar en mayo de este año.


Más información sobre quiénes eran los 119, en mi libro "119 de nosotros" (LOM 2005).

martes, julio 26, 2011

Comunidades mapuche de Coronel defienden su patrimonio ancestral y la semilla nativa


Desde Coronel nos llega la posición de comunidades indígenas de esa ciudad de tradición minera sobre el tema de la semilla en peligro y los transgénicos. La Asociación indígena Newen Boyen, y la comunidad indígena Marihuen, de Coronel, junto a dirigentes y miembros de base de la Asociación Leftraru se reunieron el pasado 23 de Julio para discutir lo ocurrido con el convenio UPOV 91 aprobado por el Senado y el Tribunal Constitucional. De esta manera, nuevas comunidades se suman al masivo rechazo de esta iniciativa legal que defendió en Santiago el gobierno junto al MUCECH, entidad que ha dejado de lado los intereses de sus asociados. En Coronel, la werken Iris Manusalva, que participa activamente en la campaña Yo No Quiero Transgénicos en Chile hizo una completa presentación sobre esta iniciativa de privatización de la semilla.
Los asistentesl emitieron luego la siguiente declaración:


Frente a la adhesión de Chile a través del Senado el día 11 de mayo al acta de la UPOV 91, los dirigentes y comunidades mapuche reunidos el 23 de julio en la ciudad de Coronel manifestamos lo siguiente:

· Las comunidades mapuche reafirmamos nuestro rol tutelar de las plantas y semillas y conocimiento tradicional, práctica heredada que sostiene la vida, la cultura, los alimentos y el espíritu.

· Las semillas forman parte de la espiritualidad del ser Mapuche, las plantas, la tierra, el agua, los animales y por tanto la vida son sagrados para la cultura mapuche y campesina.

· Declaramos que las semillas son un patrimonio ancestral de los pueblos originarios y campesinos, por lo tanto están unidos a nuestra cultura y el acto de intercambiar conocimientos ancestrales, alimentos, plantas, animales, árboles y semillas, es una acción de unidad con lo más fundamental de la vida.

· Por todo lo anterior rechazamos la adhesión de Chile al convenio UPOV 91, puesto que transgrede, atropella y agrede nuestros legítimos derechos , a crear, mejorar y seguir utilizando la biodiversidad agrícola y alimentaria que nos han dejado nuestros ancestros y que debemos resguardar para las generaciones que vendrán.

· La asociación Nehuen Boyen, se compromete en conjunto con la Asociación Nacional Leftraru (a la cual se encuentra asociada) y Comunidad Marihuen a difundir la información con respecto al convenio UPOV 91 y transgénicos.

· El Estado de Chile al suscribir el UPOV 91 y el establecer leyes que fomenten los cultivos transgénicos, está violando el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo OIT de los derechos Indígenas. Por tanto exigimos un proceso de consulta libre e informada.

· Hacemos un llamado a nivel regional a todas las Comunidades y Organizaciones Mapuche, Universidades, Movimientos Sociales, Entidades Organizadas tales como: iglesias, sindicatos, la CUT, ambientalistas, partidos políticos, etc.; a fortalecer nuestro espíritu y nuestra coordinación frente a esta nueva agresión y a multiplicar los Trafkintü, talleres y todas las actividades que sirvan para difundir este tema y formar alianza para defender la vida.

ASOCIACION INDIGENA

NEWEN BOYEN DE CORONEL

ASOCIACION NACIONAL DE COMUNIDADES

AGRICOLAS E INDIGENAS LEFTRARU

COMUNIDAD INDÍGENA DE CORONEL

MARIHUEN


Cultivos Transgénicos: entrevista de El Ciudadano


Periodista y activista, es autora del libro “Chile: la semilla campesina en peligro” en conjunto con la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas para América Latina (RAP-AL). Lucía Sepúlveda, revela detalles y “aterriza” la discusión frente al actual escenario de la transgenia en el país.

En el Congreso se están tramitando dos proyecto de ley que introducen de lleno los transgénicos en Chile: El primero tiene relación con la apertura de los cultivos para el consumo interno y otro sobre los derechos de propiedad de los obtentores de nuevas especies de vegetales y que implicará su protección tanto legal como comercial en desmedro de los pequeños agricultores y comunidades campesinas. Sin embargo, estos proyectos ya cuentan con el debido sustento tras la reciente aprobación del convenio Upov 91, que les brinda el marco legal para su arribo a Chile.

-¿Cuál es el panorama actual de los transgénicos en nuestro país?

-Hasta el momento sólo se cultivan semillas transgénicas para exportación, cuyas especies son principalmente maíz, soya y raps o canola, que se concentran en las regiones del sur de Chile. Entre los años 2008 y 2009 estas semillas ocuparon el 50% de la superficie certificada para exportación y, con los años, esto ha crecido desmedidamente. El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) maneja la información de quiénes son los dueños y dónde específicamente están estos cultivos, pero se niega a entregar estos datos tanto por las presiones ejercidas por las empresas como por su complaciente silencio y deficiente capacidad fiscalizadora.

-Cuando se habla sobre los efectos de los transgénicos, se les critica por posibles efectos sobre la salud, pero ¿Por qué las semillas se ven afectadas?

-El efecto de los transgénicos atañe a todo lo que nos rodea: Nuestra salud al consumirlos, la de quienes trabajan en los campos, de quienes viven cerca de los predios, de la tierra, del agua, aire y por sobre todo a nuestras semillas, ya que en primer lugar, el cultivo de transgénicos va de la mano del establecimiento de derechos de propiedad que implica que todo pequeño agricultor o comunidad campesina tendrá que pagar un derecho para poder cultivar sus semillas naturales u orgánicas a quien posea el registro de la variedad. Y, en segundo lugar, porque los transgénicos contaminan genéticamente la naturaleza de las semillas de manera irreversible, lo que significa que se pierden para siempre cultivos tradicionales.

-¿Éste es el derecho de propiedad que establece el Convenio Upov 91?

-Este convenio, al que Chile acaba de adherirse, significa que se refuerza un régimen de propiedad abusivo sobre plantas y variedades vegetales que no es una patente, pero que sí permite apropiarse vía los denominados derechos de obtentor, es decir, de quienes desarrollan y registran nuevas especies vegetales, en otras palabras: De las semillas. A su vez, se requerirá de la autorización del obtentor o dueño, o sea de las transnacionales, para la reproducción y posesión del producto, lo que en lenguaje sencillo se traduce en que los pequeños agricultores, campesinos y comunidades indígenas tendrán que pagar a las empresas el derecho a utilizar sus semillas.

-¿Y por qué el convenio le abre las puertas a la transgenia?

-Con la adhesión a este convenio, específicamente a su normativa del año ‘91, que estipula los derechos del obtentor, permitirá que las transnacionales detrás de los cultivos transgénicos, en el mediano y corto plazo, sean las dueñas de la mayoría de las semillas campesinas y, a su vez, porque todas esas “nuevas especies” que comenzarán a registrarse, mayoritariamente corresponderán a organismos genéticamente manipulados, que se cruzarán inevitablemente con las especies nativas chilenas y así estaremos frente a un escenario absolutamente dominado por la transgenia.

“UNA DESPROTECCIÓN LEGAL”

-Parece impensable creer que se esté legislando algo tan adverso para pequeños agricultores y campesinos…

-Así es. La semilla chilena está en crisis, ya que el modelo agroindustrial que se está imponiendo dentro de todos los marcos legales que el Estado ofrece, hará que miles de pequeños campesinos, comunidades indígenas que basan sus economías en el intercambio de semillas y que albergan especies ancestrales de sus pueblos y localidades, queden en una absoluta desprotección legal, dominados por las transnacionales. Nuestras semillas, que son patrimonio colectivo de las comunidades, se convertirán en propiedad privada de estas empresas y se despojará a los campesinos de sus derechos de seleccionar, mejorar y guardar semillas, mecanismo resguardado por el Tratado de Recursos Fitogenéticos de la FAO.

-¿Y qué rol cumplen aquí los plaguicidas?

-Aunque parezca increíble, estas mismas empresas son las que desarrollan los plaguicidas y pesticidas que están en el mercado y van ofreciendo todo en un mismo paquete. A su vez, esto va de la mano con su uso, ya que estas especies son cada vez más resistentes a los plaguicidas ante las innumerables mutaciones genéticas que sufren las semillas, creando un campo de protección para ellas y aniquilando todos los insectos, hierbas y animalitos que estén a su alrededor. Esto no sólo daña nuestra salud, sino también nuestros campos, aguas y aire. No nos extrañemos si las tasas de cáncer, enfermedades cardiovasculares y gastrointestinales aumentan en Chile… una de las principales consecuencias de los transgénicos.

-¿Cómo se podrá diferenciar un alimento transgénico de uno orgánico?

-Este terreno es incierto, ya que uno de los principios que abogan las transnacionales es que habrá coexistencia entre ambos (orgánicos y transgénicos), pero esto es absolutamente imposible. En primer lugar, existen muchos agentes incontrolados para los agricultores o campesinos que tengan cultivos naturales; por ejemplo, las abejas que polinizan sin discriminar una planta de otra, llevando agentes contaminantes, el viento que desplazará semillas de un lado a otro y el agua entre otros. En segundo lugar, porque basta con que sólo una semilla se contamine en un campo orgánico para que todas las demás también se vean dañadas.

-¿Y qué sucederá con el etiquetado de los productos?

-Esto también es complicado, ya que por un lado es bueno que se transparente qué tipo de alimentos o vegetales y plantas son transgénicos y así la población estará informada sobre lo que está consumiendo. Sin embargo, hay ciertos vacíos legales, como por ejemplo frente a la situación de un productor orgánico cuyos productos están libres de transgenia y así sus etiquetas lo demuestran, pero eventualmente sus especies se contaminan por agentes externos: Todas sus cosechas también lo estarán y se enfrentará a un escenario muy complejo.

UN MONSTRUO LLAMADO MONSANTO

-¿Cuál es el poder real de Monsanto en Chile?

-Actualmente hay 770 nuevas especies registradas en el SAG de las cuales el 78% está en manos de las transnacionales y el resto pertenecen a universidades e instituciones. Estas especies corresponden a híbridos; cuya esencia es el intercambio genético entre especies similares, es decir, entre especies del mismo reino: Vegetales con vegetales y no vegetales con animales o minerales, como es el caso de los transgénicos.
Monsanto tiene el 90% de las semillas transgénicas en el mundo y cuenta con el apoyo del gobierno estadounidense, quien es uno de sus principales lobbistas. La visita que Barack Obama hizo en marzo pasado, uno de sus objetivos fue presionar a Chile para que legislara sobre los derechos de propiedad intelectual y así proteger los intereses de las transnacionales.

-Son innumerables los antecedentes que existen contra Monsanto que la convierten en una de las peores empresas del mundo. ¿Así y todo operará en Chile?

-Las tácticas con que operan no sólo Monsanto (que es la principal) sino también otras empresas como Dow Agroscience, Syngenta, Bayer, Pioneer, entre otras, están por sobre los gobiernos, estados, sistemas económicos y hasta el minuto son muy pocos los que han logrado hacerles frente. Sus metas son crear nichos en el tercer mundo para desarrollar sus experimentos a costa de la salud y el bienestar no sólo de nosotros, sino también de todas las generaciones futuras, que no sabemos qué tipo de alimentos consumirán.

-Se entiende entonces que la presión política aquí ha sido fuerte…

-Las transnacionales trabajan de la mano… sus prácticas son corruptas y permean todo lo que esté a su alcance. No nos extrañemos que la prensa tenga este silencio culposo y que algunos parlamentarios esgriman argumentos tan básicos y refutables.

-¿A fin de cuentas, qué buscan las transnacionales?

-Uno de los propósitos no confesados de Monsanto es crear en Chile un campo de farmoindustria, donde se desarrollan diversas especies vegetales que contendrán una variedad de químicos, antibióticos y quizás cuántas otras fórmulas. Por ejemplo, se desarrollarán especies que contengan facultades inmunológicas al igual que una vacuna y así estaremos consumiendo sólo fármacos y no frutas ni verduras saludables.

-¿Es inminente la llegada de los transgénicos a nuestra dieta? ¿Qué resta por hacer?

-Hay que sensibilizar a la ciudadanía a que tome conciencia sobre el grave daño al que estaremos expuestos, donde estas empresas, en complicidad con el Gobierno, se adueñarán de nuestro patrimonio y destruirán las agrupaciones de campesinos e indígenas que basan sus economías en el intercambio y a la vez, nos envenenarán con sus productos adulterados genéticamente. Hay que crear una alianza social entre productores campesinos, ciudadanos, estudiantes, trabajadores de la salud y todos quienes asuman que estamos ante un dramático escenario que atenta contra nuestra salud y patrimonio.

No se puede seguir legislando a nuestras espaldas… el pueblo necesita ser informado debidamente y ser consultado en temas tan esenciales para todos, porque el efecto de esto caerá sobre todos y no habrá exclusiones.

Por Claudia Pedreros Saá

El Ciudadano

Esta entrevista se publicó en la edición Nº 104 de la segunda semana de junio.

sábado, julio 23, 2011

Secretario General de la FEC Recaredo Gálvez denuncia montaje de carabineros para encarcelarlo


Compañeras y compañeros:

En el paso de nuestras vidas nos enfrentamos a múltiples

desafíos que nos hacen valorar y comprender cuál es el verdadero motivo de

nuestro andar por estos caminos.

Es doloroso ver cómo las luchas justas que se asumen dentro de

estos desafíos de la vida se criminalizan y sobre todo se combaten por quienes

desean mantener el poder que siempre han tenido. Ellos usarán cualquier método,

desde la mentira hasta la más absoluta violencia, para evitar que construyamos

la Sociedad Nueva que necesitamos y merecemos.

Nuestra lucha es justa y siempre lo será. Hoy no debemos

desconcentrarnos y debemos seguir luchando. Si debo pagar por las mentiras de

algunos, tengan presente que no me sentiré solo y sé que ustedes, compañeras y

compañeros, continuarán creyendo las ideas que siempre busqué hacer palabra y

acción.

El actual momento que atraviesa nuestro país es una oportunidad

que no debemos perder para unificar las causas de nuestro descontento; sabemos

que tenemos todas las herramientas para avanzar cada vez más firme hacia el

amanecer esperado. No desperdiciemos las palabras, no dudemos en seguir

saliendo a las calles a gritar nuestra rabia y, por sobre todo, no dejemos de

organizarnos. Es el poder colectivo el único capaz de romper la opresión.

Fui detenido luego de la marcha y duramente golpeado al interior

del bus de carabineros, hasta perder la conciencia. Desperté, sentado y

esposado y con burlas en mis oídos. No supe el motivo de mi detención, sino en

la Comisaría, varias horas después.

Cuando estuve en el Hospital, el médico de guarda increpó a

Carabineros por la gravedad de los golpes sufridos en mi cabeza. Él ordenó que

se me hiciera escáner y toma de rayos X, todo ello esposado, por orden de los

uniformados y acompañado por un subteniente de Carabineros. (Las esposas eran

de propiedad suya). La preocupación de Carabineros se hizo evidente y trataron

de sacarme rápidamente del Hospital. Un carabinero volvió acompañado de un

médico distinto, sin identificación, quien se burló de la lucha estudiantil y

dijo que lo mío no era nada y me recetó unos anti inflamatorios. Carabineros

intentó que firmara una declaración del motivo de mi detención que se me indicó

después de horas y en ese momento se me dijo que por atentado contra

carabineros. No supe el resultado de mis exámenes.

Maltrecho como estaba se me hizo esperar largamente en la

Comisaría y recién se me leyeron mis derechos. Se me preguntó recién de qué

color era mi ropa, mientras un Carabinero iba diciendo las respuestas por

teléfono y se me presionó para que declarara que usaba una capucha negra.

Curiosamente en la posterior declaración del oficial que dice ser objeto de

agresión por mi parte, dice textualmente lo que el Carabinero hablaba por

teléfono en dicha ocasión.

Se indica además, detalladamente, que lancé al oficial una bomba

Molotov, lo que es enteramente falso, pues jamás lancé tal objeto. En mi

mochila “aparecieron” dos botellas de néctar, pero que no contienen restos de

nada. En mi mochila no encontraron nada, porque no había nada. En mis manos no

hay restos de sustancias incendiarias, porque jamás transporté ni lancé nada.

Si Carabineros mintió en un comienzo, ¿qué puedo esperar para el

futuro de mi juicio?

Cómo no pensar que Carabineros decidió todo esto, es decir, mi

caso, sobre la base de mis responsabilidades como dirigente universitario. Cómo

no pensar en un ataque a los dirigentes identificados por ellos como los más

entregados en pos del movimiento estudiantil. Cómo explicar la brutal golpiza a

la que fui sometido y la sucia mentira que han organizado.

Lo que han hecho no es más que una forma burda de ocultar la

desmedida fuerza represiva que está utilizando Carabineros, respaldados por el

Gobierno, en contra de todo el Pueblo de Chile. Y en este camino de la

vergüenza policial han decidido que soy responsable de homicidio frustrado. Las

falta de pruebas en mi contra les caerá como una piedra en sus caras y la

justicia les dará el castigo que merecen por mentir y tenerme preso.

La jueza, por su parte, decidió que debo estar en prisión por

ser un peligro para la sociedad. Parece que hoy es ser un ser humano peligroso

ser capaz de defender causas justas mediante la organización colectiva y

transparente. Es un peligro para esta sociedad opresora que nosotros abramos

los ojos y seamos capaces de para la Educación, las poblaciones, los centros de

trabajo. Parece que siempre será un peligro que los estudiantes develemos

nuestra injusta y mala educación y luchemos por su cambio, que los trabajadores

detengan sus trabajos por sueldos dignos y trato justo; que los pobladores se

cansen de las migajas, injusticias y exijan una vivienda digna. Es un peligro

para esta sociedad opresora que la educación, el trabajo, la salud, y la

vivienda sean dignas y para todos. Es peligroso para la sociedad organizada por

unos pocos que muchos pretenden crean un mundo nuevo.

Desde niño aprendí que es peligroso decir siempre lo que pienso

y es más peligroso aún motivas a otros para que también lo hagan. Aprendí que

para triunfar lo mejor es demostrar claramente lo insuficiente de este mundo

opresor, ganando mediante el debate y la democracia directa.

Hoy, el sistema me demuestra una vez más lo peligroso que soy y

lo hace de forma más violenta, con golpes, mentiras y cárcel, privándome de la

gente y del Pueblo que me da fuerzas.

Pero no estoy inquieto ni tengo temor porque sé que soy solo uno

más, sé que fuera de estos barrotes hay cientos mejores que yo, así como

algunos acá adentro.

Sé que hoy mi nombre ha pretendido ser embarrado, pero las ideas

que me hacen hombre libre no se alejarán de mi convicción cada vez más grande

de luchar por un mundo mejor.

Compañeras y compañeros, amigos y amigas, hoy más que nunca en

todo momento y en todo lugar, en cada sueño y en cada realidad, SOLO LA LUCHA NOS HARÁ LIBRES.

RECA.

martes, julio 12, 2011

En Instituto de Medio Ambiente de la UFRO (Temuco) charla sobre Transgénicos y Semilla Campesina e Indígena


Mañana miércoles 13 a las 14.30 horas Lucía Sepúlveda, de RAP-Chile de la Red de Acción en Plaguicidas Chile, dará una charla sobre Los Transgénicos y la Semilla Campesina e Indígena, en el Instituto del Medio Ambiente de la Universidad de la Frontera. La invitación es de un colectivo de estudiantes de Agronomía que encabeza Carmen Gloria Cayún y la entrada es libre. Como la UFRO está en toma, esperamos que asistan los estudiantes movilizados para entablar un diálogo sobre este tema tan importante para el país y la región.

viernes, julio 08, 2011

Pirque: tarde recreativa en defensa de la semilla sábado 9 de julio


Una tarde recreativa en torno a la semilla, denominada "El Futuro está en nuestras manos" tendrá lugar en Pirque desde las 13 horas en el sector El Principal, en la sede de la junta de Vecinos Carmen Rosa.
Organiza Ludobus Chile y la Junta de Vecinos y habrá todo tipo de actividades para los niños y familias.
Participaré con una charla sobre los transgénicos. Habrá también videos, juegos y palín.

Habrá videos de permacultura y la dimensión ecológica de cuba y se exhibirá El mundo segun monsanto. Jövenes defensores de la semilla enseñarán juegos para toda la familia. Contacto:
centroculturallaotramicro@gmail.com
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El robo de la quinoa andina y del lupino ruso por el imperio von Baer

Fotos de Jorge Salomon






(Punto Final Nº 737)



Por Lucía Sepúlveda Ruiz

En 2001 el empresario y genetista Erik von Baer (nacido en 1941, en Alemania) registró a su nombre la quinoa (kinwa para los mapuche, quinua para los aymara) bautizando como "Regalona" la variedad de una especie que es parte del patrimonio ancestral de los pueblos indígenas. La patente expira el año 2016.

También a nombre de von Baer, vicepresidente de la Asociación Nacional de Productores de Semillas Anpros, y cabeza de Semillas Baer, están las variedades de trigo Bakan, Caluga, Fritz, Impulso Baer, Invento, Maitre, Porfiado, Puelche, Quijote, Quino, además del triticale, un híbrido de trigo y centeno que él llamó Lonko (www.sag.cl). Generalmente una variedad “certificada” o registrada es impuesta en el mercado a través de alianza con las instituciones del Estado o los bancos, desplazando progresivamente las variedades nativas.

En esos negocios participa con un 15% la vocera de gobierno Ena von Baer. Su hermana Karina, directora de la Sociedad Nacional de Agricultura, dirige un holding productor y exportador de avena y raps, y su otra hermana, Ingrid, se dedica a la genética de la quinoa. Entre todos controlan cerca del 50% del mercado de la semilla. Pero quieren más. Los von Baer juegan un rol activo a favor de la aprobación del convenio UPOV 91 que aumentará a 25 años la vigencia de las patentes y le permitirá a los “obtentores” que registren semilla híbrida o transgénica, perseguir judicialmente a quienes usen el producto de una cosecha de semilla “mejorada”. Ello no está permitido por la ley actual sobre obtentores ni por el convenio UPOV en su versión 1978. La contraloría investiga una denuncia contra Ena von Baer por conflicto de interés, interpuesta por un grupo de senadores encabezados por Ximena Rincón y Alejandro Navarro.

Primero fue el lupino
En 1999, entretanto, el lupino (planta de alto valor proteico que se utiliza como forraje) en su variedad Typtop fue registrado por Erik von Baer, que luego registró Liapec 1(en 2007), Lila Baer (2010) y Rex Baer (2011). El padre de la vocera dice haber empezado el negocio del lupino cuando “regaló un saco de lupino a un mapuche y luego compré toda su producción (Revista del Campo 10/05/11).” El lobby de Erik von Baer a favor de UPOV 91 detonó el retorno de la verdadera historia del fundador de las empresas Baer, relacionada con los nazis, el lupino, y el saqueo de laboratorios soviéticos en la ocupación alemana. Esta denuncia se publicó en internet el mismo día que las empresas transnacionales y sus socios locales defendían el convenio UPOV 91 ante el Tribunal Constitucional. La iniciativa aprobada por el Senado en mayo fue cuestionada allí como inconstitucional por 17 senadores y más de 50 organizaciones campesinas, indígenas, sociales y ambientales. En la web circularon el 22 de junio más de 299 reproducciones del artículo “El abuelo nazi-SS saqueador de laboratorios rusos y su conexión con Semillas Baer y UPOV91(http://www.kaosenlared.net/noticia/lupino-ruso-semillas-transgenicas-nazis-von-baer-toma-chile)

La revista virtual chilena Politika relata el trabajo desarrollado para los nazis -al lado de un campo de concentración- por el genetista Erik von Baer Tatarinoff, abuelo de la vocera, a partir del lupino saqueado en 1943 desde el Laboratorio del botánico y genetista ruso Nikolai Vavilov y sus bancos de semillas de Leningrado, Ucrania y Crimea. El creador de la Semillas Baer en la Región de la Araucanía en 1956 (muerto en Chile en 1965), emigrado fraudulentamente desde Bélgica a Chile en 1949, había sido miembro del partido nazi al que ingresó en mayo de 1937, con el número 4.174.671, y de su grupo de choque, las SS, como revelan los archivos de la II Guerra Mundial de Estados Unidos.

En 1948 los alemanes procesados o investigados por su pasado nazi tenían prohibición de salir de su país. Erick von Baer y su esposa Agnes von Lochow huyeron de la zona ocupada por Gran Bretaña y los EEUU hacia Bélgica, y obtuvieron su ingreso a Chile ocultando su pasado.
El doctor Flavio Rojas R, académico en la Universidad de Chapel Hill, de Carolina del Norte (Usa) hizo estos hallazgos a raíz de una demanda judicial por injurias graves que presentó en 1999 contra el entonces rector de la Universidad de la Frontera, Heinrich von Baer (tío de la vocera de gobierno) que alegaba pertenecer a una familia de “antecedentes irreprochables” pero terminó encargado reo el año 2000. El pasado nazi del abuelo de la vocera, silenciado por su padre Erick, ferviente pinochetista y uno de los primeros chilenos que firmó las filas de la UDI, quedó así al descubierto.

El abuelo von Baer trajo el lupino ruso pero su hijo lo inscribió, legalizando el despojo con un “mejoramiento” construido seguramente a partir del trabajo con pequeños productores que ignoraban que luego se patentaría esa variedad. Otra variedad de lupino registrada en el SAG, registrada por Lyle Morrison da como país de origen Ucrania. En cambio para Baer (hijo) su variedad tiene como país de origen a Chile.


Y ahora la quinoa
En 2001 Erik von Baer registró la quinoa, afirmando que se trataba de una especie “nueva”, homogéna y estable, como exige la ley. Se trata de una segunda apropiación y despojo, en esta oportunidad de un cultivo de uso ancestral por los pueblos indígenas andinos y por el pueblo mapuche. El cultivo de quinoa había ido desapareciendo en Chile, remplazado por siembras más comerciales. Fue recuperado en un esfuerzo del cual es parte y protagonista Pablo Jara Valdivia. Desde 1985, por razones de salud, él decidió convertirse en productor de su propio alimento y en ese proceso se dejó cautivar por la quinoa. Comenzó a repartir semillas del cereal andino en todo el territorio nacional. Cuando inició su labor fue considerado un loco. Actualmente es tesorero de la Asociación de Agricultores Orgánicos Tierra Viva y sigue los principios de la agricultura biodinámica. Pero sobre todo se nutre del conocimiento de “los viejos”, los campesinos de rincones apartados que continuaban sembrando quinoa. Su apasionante historia está registrada en “Viajes de la quinoa en Chile”, que es parte de un número especial de la Revista Geográfica de Valparaíso del año 2009 (Quinoa y Biodiversidad). En octubre de 2001 recibió en Italia el premio Slow Food por su trabajo de promoción del cultivo de la quinoa, y en 2004 fue orador en Roma en el día del Día Mundial de la Alimentación. En 2005 colaboró con el proyecto Innova Chile de Corfo, de colecta de semillas de quinoa para el Banco del Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA de Vicuña, entre otros objetivos.
Conversamos con él para que nos cuente su experiencia. Pablo Jara se remonta a la época de la Unidad Popular:
“El Presidente Allende era médico, y sabía de la importancia de la alimentación: él nos puso a comer pan negro y la gente no lo entendía en ese tiempo. Allende escribió al dorso de una tarjeta de mi amigo Ingo Junge, ingeniero industrial de la U de Concepción: “En Santiago estamos hueveando…Dedícate a la quinoa”.
Agrega que Junge cumplió la instrucción financiado por CORFO. Después del golpe militar resistió con su proyecto hasta 1981 en la zona de Talca.

De campesinos de Llico y Pichilemu, don Julio Rojas entre otros, obtuvo Pablo Jara los primeros vestigios de ese trabajo. Así pudo recolectar 32 ecotipos de quinoa de la Sexta y Séptima regiones. Para Jara, el río BioBio establece una diferencia en las variedades de quinoa. Al sur, las semillas de la gente de Traiguén y Melipeuco por ejemplo, son negras, reciben bien el agua, el capullo no se daña y al pelarla recién se pone blanca.

Sobre el actual estado de los cultivos en Chile, asegura:
“Ahora producimos sobre las 300 toneladas anuales, y lo mejor es que al menos 200 toneladas son para consumo interno. En la región de Coquimbo es donde más se consume. Eso es lo más importante, ese es el gol que hemos logrado meter al sistema alimentario que sólo busca enfermar a la gente. La quinoa es un alimento completísimo, yo crié a mi hija sin leche, sólo con quinoa y nunca ha tenido una operación ni problemas de salud.”

El gesto de regalar
Este amante de la quinoa nunca vende la semilla. La regala o intercambia. Explica con sencillez: “La alegría no pasa por el bolsillo, viene del corazón. El gesto que hay que hacer es regalar. Lo contrario es lo que quiere hacer Monsanto.”

Señala que en 1987 regaló a Erik von Baer semillas, a solicitud de éste, y que eso está documentado en diversos trabajos.
¿Y qué hace diferente la quinoa de Baer?
“Le han introducido una modificación para hacerla “distinta” y poder registrarla. La planta de von Baer tiene un cogollo romo. En la quinoa nativa, el cogollo es esbelto y caído. La quinoa de von Baer es blanca, y eso me reafirma la idea de que está hecha a partir de semillas de la sexta región.”

¿Llevó usted quinoa a comunidades mapuche?
“Sí, de diferentes formas. Una vez fui a la comunidad Lonko Kilapan y le dejé a unos profesionales mapuche un saco de 30 kilos. Uno de ellos lloró en mi hombro y me dijo ‘Mi abuelo durante muchos años nos dijo que buscáramos la quinoa y tú vienes así, qué nos vas a pedir a cambio?’ Yo le respondí ‘Invíteme a comer cuando ya la tengas incorporada a tu mesa. La quinoa era de ustedes, es como si yo me encontrara un reloj suyo, y viniera a pedirle plata para devolvérsela.”

También entregó semilla de la región de O’Higgins a Mauricio Huenchulaf (quien luego sería director de CONADI), para que al final de su programa en radio Ñielol regalara puñados de semillas a quienes las solicitaran, completando un total de 51 kilos.

En esos años no existía ningún interés estatal por reintroducir este cultivo. INIA rechazó en varias oportunidades semillas que Jara ofreció, aduciendo la falta de datos de GPS respecto de la zona de recolección, protocolo que no estaba al alcance de Pablo Jara. Pero ya entre 1999 y 2001 un proyecto con fondos municipales (Procesal) monitoreó cultivos de quinoa en Melipeuco, Padre Las Casas, Vilcún y Cunco, con semillas de la sexta región, de la novena, y la Regalona de Baer, bajo la dirección de su hija Ingrid. Entre los años 2001 y 2003 la Fundación de Innovación Agraria FIA impulsó un proyecto con las comunidades indígenas Nicolás Ailío II, Repoküra y Kume Mapu de las comunas de Gorbea, Nueva Imperial y Temuco, con la asesoría del Centro de Educación y Tecnología para el desarrollo del Sur CET Sur. Las curadoras de semillas Zunilda Lepín, Eris Coronado y Sofía Canario jugaron un rol sustantivo en esa experiencia. Muday de quinoa fue lo primero que recuperaron, pues había abuelas que todavía recordaban cómo hacerlo. La quinoa había vuelto a casa.

Pablo Jara, el amante de la quinoa y procesador de sus granos para la desaponificación, sostiene con tranquilidad: “Yo pienso que Baer no puede hacer nada contra quienes cultivan quinoa, porque es fácilmente demostrable de dónde viene su semilla original. El empezó a trabajar mucho después. Cedió la patente notarialmente por cinco años a su hija Ingrid.. El problema radica en que se la puede vender luego al INIA, porque esa entidad está entregando todo a los empresarios y sólo le interesa generar ingresos haciendo pruebas de transgénicos para las empresas. El convenio UPOV 91 es una locura. Si llenan los campos con quinoa transgénica van a usar el herbicida roundup y van a morir todos los parientes silvestres de la quinoa como la quingüilla, las acelgas…son de la misma familia, de las quinopodáceas. ¡Cómo puede Chile atreverse a entregarlo todo a cambio de lo que está exportando, por ejemplo manzanas! Espero que exista la cordura necesaria para preservar nuestras fuentes de alimentación. Bolivia logró que una universidad norteamericana tuviera que retirar las patentes de quinoa que había presentado la Universidad de Colorado, en ese lote iban también variedades de quinoa chilena, Nilahue, Cáhuil, Don Ramón, que yo había regalado a un norteamericano.”
La quinoa de Baer, a la venta en Tostadurías Talca, se pela en un tipo de máquina antigua que estropea el grano y deja cierto sabor amargo. Pablo Jara tiene para el procesamiento una máquina de última generación y resultados óptimos, y ya no es proveedor de Tostadurías Talca.

Pablo Jara Valdivia y la quinoa

jueves, julio 07, 2011

Manuel Llao vicepresidente de Mucech sobre UPOV 91 y los transgénicos

Las mentiras de MUCECH ante el Senado de Chile



-organizaciones indígenas pasan la cuenta a su dirigente Orlando Contreras
Por Lucía Sepúlveda Ruiz


La Red legislativa Indígena y de Políticas Públicas (RILPP) denunció que "el Movimiento Unitario Campesino y Etnias de Chile (MUCECh), le mintió al Senado acerca de su representatividad, y esa mentira sirvió de fundamento a los senadores Tuma y García para sus votos favorables al Convenio Upov- 91 sobre el registro de semillas por parte de empresas de fitomejoramiento". A esta acusación se suman las declaraciones de Manuel Llao Calcumil, primer vicepresidente de MUCECH y presidente de Leftraru, en el plenario de la entidad realizado en Santiago el pasado 2 de julio en su sede ubicada en Portugal 623. Llao reiteró el rechazo de Leftraru, la Asociación Nacional de Comunidades Agrícolas e Indígena, integrante de MUCECH que agrupa el mayor número de afiliados, y aclaró que la directiva no consultó a las bases respecto de sus presentaciones en el Senado y el Tribunal Constitucional.

La red indígena que denunció la maniobra de MUCECH para inflar su representatividad en el Senado, está integrada por Ariel León Bacián presidente de la corporacion aymara jach-a marka aru, junto a Francisco Vera Millaquén werken de la comunidad huilliche pepiukelen y por Rafael Tuki Tepano, consejero indígena por el pueblo Rapa Nui ante Conadi.

Cifras nacionales y no de la organización
Orlando Contreras, vicepresidente de MUCECH señaló el 4 de mayo ante la Comisión de Agricultura del Senado que según el VII Censo Nacional Silvoagropecuario la agrupación que encabeza reúne a 268.000 familias, que comprende un millón doscientos mil personas y generan 900.000 empleos aproximadamente. Agregó que representan un 89% de las unidades productivas del país, que equivale a un 25% de la tierra agrícola y, en algunos rubros, llegan a un 25% del PIB agrícola. Agregó que son fuertes en la producción de hortalizas y que el 28% del trigo nacional es producido por los pequeños agricultores. Además, comentó que del total de explotaciones agrícolas MUCECH aglutina a 268.449, con una superficie de 2.293.975 hectáreas". La intervención de Contreras puede leerse en el acta del informe de la Comisión de Agricultura sobre el Convenio UPOV 91.

Las organizaciones indígenas denuncian que la representatividad que se atribuye MUCECH es falsa ya que "estos datos corresponden a las cifras de toda la agricultura familiar chilena según el Censo Nacional Silvoagropecuario, no las personas, ni la superficie de tierra, ni los rubros que reúne Mucech.” Esos datos figuran en un estudio elaborado para NDAP sobre la agricultura familiar campesina en Chile por el agrónomo José Manuel Valenzuela Valenzuela, y pueden consultarse en http://www.idiaf.org.do/conferencias/idiaf_indapchile.pdf .

En el plenario las organizaciones integrantes de MUCECH escucharon al ministro de Agricutura José Galilea sobre las bondades de UPOV 91, pero el presidente de MUCECH, Rigoberto Turra impidió que las organizaciones pudieran conocer la otra cara de la medalla, negándose a que una representante de la Red de Acción en Plaguicidas RAP-Chile –invitada por una comunera de Leftraru, la werken Iris Manusalva – pudiera exponer sobre el convenio. Asimismo Turra no permitió el acceso al plenario para grabar las intervenciones en que sería encarado por sus bases. Rigoberto Turra es un dirigente campesino socialista, de la Confederación Nehuén, originario de Fresia en la región de los Lagos.

Los votos de Tuma y García
Los senadores Tuma, PPD, y José García RN, (ambos de la Región de la Araucanía) invocaron entre otros argumentos, la alta representación de MUCECH al fundamentar sus votos en favor del UPOV -91. Luego de denunciar estos hechos, la RILLT se pregunta si los senadores García y Tuma mantendrían sus votos después de destaparse este engaño.
Para la organización indígena "la Mucech debe ser sancionada por esto. Por lo menos su vicepresidente Orlando Contreras, debe renunciar, o dar explicaciones, si es que puede explicar lo inexplicable. El Congreso Nacional no puede quedarse sin hacer nada ante esta usurpación de representación indígena y campesina"

La Red señaló que "Luis Mayol, Presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura, en una entrevista en CNN Chile realizada por la periodista Mirna Schindler, señaló que Mucech es ‘la organización más representativa por lejos’, lo que revela que esta mentira ha sido creída por mucha gente y que los mentirosos la han usado para hacer a todos que todo el agro chileno familiar y campesino, incluso el indígena, apoyan el tratado de apropiación de semillas".

Mucech está integrado por 12 organizaciones campesinas, pero entre estas la que agrupa un número más significativo de familias es la organización mapuche Leftraru (Lautaro), que agrupa a comunidades indígenas con un total de más de 3000 familias, la mayoría de las regiones de la Araucanía y Los Lagos. En el plenario que MUCECH realizó el pasado 2 de julio, el presidente de Leftraru, Manuel Llao denunció que ellos no fueron consultados respecto del apoyo al UPOV 91 entregado por la directiva ante el Congreso y el Tribunal Constitucional, y sostuvo que ese apoyo no representa el sentir de las bases indígenas. Llao firmó una declaración rechazando UPOV 91 junto a una decena de organizaciones indígenas que hicieron llegar su pronunciamiento oportunamente al Tribunal Constitucional. Señaló Llao que para la discusión ad portas de la Ley de Obtentores Vegetales, su organización se mantendrá nucleada junto a las organizaciones mapuche de la Región de la Araucanía para defender la semilla campesina e indígena y rechazar la introducción de los transgénicos.
Ante el Tribunal Constitucional, las organizaciones indígenas sostuvieron: “Declaramos que las semillas son un patrimonio ancestral de los pueblos originarios y campesinos, por lo tanto están unidos a nuestra cultura y el acto de intercambiar conocimientos ancestrales, alimentos, plantas, animales, árboles y semillas, es una acción de unidad con lo más fundamental de la vida. Las semillas son la vida por lo tanto es inaceptable que algún gobierno o alguna empresa pretenda apropiarse, adueñarse, registrar o patentar la vida, los alimentos o las semillas. Empresas y Familias como los Bon Baer constituyen los nuevos piratas que saquean y roban nuestras semillas y conocimientos ancestrales.
Por todo lo anterior rechazamos decididamente la adhesión de Chile al acta UPOV 91, puesto que transgrede, atropella y agrede nuestros legítimos derechos , a crear, mejorar y seguir utilizando la biodiversidad agrícola y alimentaria que nos han confiado nuestros ancestros y que debemos resguardar para las generaciones que vendrán. El Estado de Chile al suscribir el UPOV 91 y el establecer leyes que fomenten los cultivos transgénicos, está violando el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo OIT de los derechos Indígenas. Por tanto exigimos un proceso de consulta libre e informada.”
(ver declaración de Llao formulada en la sede de MUCECH, en http://www.youtube.com/watch?v=9KD4byoD6CQ)Video gentileza de www.sinpepa.org )
En la web, MUCECH, fundada en 1998 se define como una Corporación tiene como fin “la promoción de todo tipo de actividades que tiendan a desarrollar y mantener la forma de vida, tradiciones y cultura rural Chilena; la promoción de acciones tendientes a mejorar la calidad de vida del sector rural campesino e indígena como a su protección en el ámbito legal y administrativo.... organizada por las confederaciones nacionales campesinas con el propósito de promover el desarrollo rural." Entre sus integrantes están la confederación Nacional Campesina y la Confederación Triunfo Campesino.

Las organizaciones campesinas no afiliadas a MUCECH estiman que la entidad se ha alejado de sus propósitos iniciales y ha sido instrumentalizada por los gobiernos para convertirse en una mera correa transmisora de las políticas agrarias oficiales.

miércoles, julio 06, 2011

Chiloé exige a parlamentarios participación ciudadana en discusión de Ley de Obtentores Vegetales


-Alertan sobre agricultura familiar campesina y patrimonio genético en peligro

Desde Chiloé, y bajo la consigna “Por un Chile libre de Transgénicos”, organizaciones campesinas, de consumidores y ambientales de Ancud
y la Región de Los Lagos, dirigieron una carta pública a todos los parlamentarios asegurando que la aprobación del Convenio UPOV91 es una grave y anti democrática manifestación del poder legislativo, que confirma el abismo creciente entre legisladores y ciudadanía. Por ello exigen que la discusión de la nueva Ley de Obtentores Vegetales contemple una amplia información, participación y discusión ciudadana que permita el resguardo de la agricultura campesina e indígena. Recalcan que el Senado no consideró la consulta a los pueblos indígenas protegidos por el Convenio 169 de la OIT y a los campesinos de Chile representados en varias organizaciones. En su mensaje al parlamento estiman que la desinformación de la ciudadanía sobre estos temas se extiende “a los diputados y senadores en cuyas manos está la aprobación de estas leyes” y los conminan a defender el patrimonio genético y la biodiversidad en peligro frente a estas leyes.

Debate ciudadano en Ancud
Al término del seminario “Transgénicos: ¿avance hacia el futuro o tragedia?” se elaboró esta carta, suscrita por los Productores Orgánicos de Chiloé, la Asociación de consumidores y usuarios de Chiloé, la Unión Comunal de Juntas de Vecinos Rurales de Ancud, la Asociación de Pequeños Agricultores de Chiloé, la Unión Comunal de Juntas de Vecinos Urbanas de Ancud, la Agrupación de Trabajadores, Técnicos y Profesionales del Agro de Ancud, la Red de Productores Orgánicos Los Lagos A.G, la Asociación de Apicultores de Chiloé, la Agrupación de Apicultores de Ancud, el Movimiento Ecologista de Ancud, la Cooperativa de Trabajo Archipiélago y diversos ciudadanos. El seminario tuvo lugar el pasado 24 de junio en el Teatro Municipal de Ancud, con un amplio debate ciudadano luego de las exposiciones de Carlos Venegas, (Centro de Educación y Tecnología CET), Lucía Sepúlveda (Red de Acción en Plaguicidas RAP-Chile), y Guillermo Riveros, Presidente de BioBio Orgánico.
El Estado y el libre acceso a la semilla
Chiloé es reconocido en el mundo como uno de los centros de origen de la papa. Por ello en su declaración los chilotes afirman: “Los pequeños productores agropecuarios (campesinos e indígenas) creemos tener derechos históricos en la mantención, conservación, multiplicación, y sobre todo en el mejoramiento de recursos genéticos locales que han sido y son la base de la seguridad alimentaria de nuestra sociedad. Manifestamos que el Estado debe hacerse responsable para que los agricultores tengan libre acceso a las semillas nativas que por siglos han mantenido éstos recursos y han asegurado la alimentación de nuestra sociedad local. En líneas generales, se trata de producir con nuestro propio patrimonio genético, teniendo el derecho a mejorarlo mediante el conocimiento ancestral de los productores chilotes, apoyados para ello por profesionales respetuosos del saber campesino. Los alimentos que deseamos producir, tienen la particularidad de ser inocuos de verdad y, por lo tanto, sanos para el organismo humano, librando a nuestra comunidad local de la posibilidad de enfermar por consumo de alimentos producidos industrialmente, ello por la no adición de insumos químicos: fertilizantes y pesticidas. El mundo necesita enfoques agrícolas sostenibles y es hora de que los gobiernos y los especialistas dediquen sus energías y recursos a desarrollar tecnologías y políticas compatibles con la protección del medio ambiente, una producción segura y de calidad y un reparto justo entre todos los seres humanos en especial con quienes son los productores directos de los alimentos.”
Patrimonio alimentario en riesgo
Las organizaciones afirman en esta carta pública: “Creemos haber entregado suficientes pruebas a nuestra sociedad sobre nuestro rol de productores de alimentos sanos y, por lo mismo, creemos tener derechos a defender nuestros cultivos, nuestra cultura productiva y, por ello los invitamos a defender nuestro patrimonio alimentario y biodiversidad agropecuaria que creemos está en riesgo”.
Asumen en su declaración que el convenio UPOV ha ido fortaleciendo en sus nuevas versiones –como la del año 1991 aprobada por el Senado- los derechos de los propietarios de plantas a expensas de los agricultores tradicionales y denuncian que además los cultivos transgénicos implican la progresiva desaparición del pequeño agricultor, a favor de la agricultura extensiva.

Respecto de la inocuidad que el gobierno atribuye a los productos derivados de la biotecnología, ya sea híbridos o transgénicos, señalan: “Estamos convencidos que la agricultura orgánica es la única que se puede apropiar de los conceptos producción limpia, máxima calidad e inocuidad de los productos. Utilizar estos términos, como lo hace el proyecto de ley, para producciones derivadas de técnicas de manipulación genética que, además llevan aparejado el uso de herbicidas a gran escala, es una tergiversación absoluta de la realidad, en perjuicio de la mayor calidad de los productos orgánicos y de la salud de los chilenos.”
No a la coexistencia
En la declaración, las organizaciones de Chiloé y Los Lagos sostienen que se ha demostrado claramente que no es posible la coexistencia entre cultivos genéticamente modificados y ecológicos. “Los numerosos casos de contaminación a lo largo de toda la cadena alimentaria, desde las semillas hasta el producto final, son una demostración clara de que la contaminación transgénica es inevitable. La contaminación de las semillas reviste especial gravedad por su carácter irreversible, impidiendo una posible marcha atrás en caso de ser necesaria la retirada del mercado de determinados organismos genéticamente modificados. De ahí la exigencia irrenunciable de que se aplique el principio de precaución, relegado al olvido actualmente al permitirse el cultivo para exportación, en nuestros campos, de variedades modificados genéticamente para semillas y la introducción de ingredientes transgénicos en nuestros platos.”
Peligrosidad de los transgénicos
Continúan afirmando que “no es real la supuesta inocuidad de los organismos transgénicos tanto para la salud como el medio ambiente, pues ya se ha comprobado alteraciones de la salud en consumidores de estos productos y también es efectiva la contaminación cruzada de estas variedades a cultivos tradicionales dejando a los pequeños agricultores en una situación de indefensión frente al poder desigual de los propietarios de estas variedades mejoradas genéticamente. Muchos estudios sobre los que se basan la mayoría de las legislaciones mundiales fueron realizados por la principal empresa productora de semillas transgénicas a nivel mundial y cada día existen más pruebas que demuestran la escasa objetividad, rigurosidad y profesionalidad de los mismos. En los países donde los ciudadanos están mejor informados existe una gran oposición a este tipo de alimentos, así como a su producción”. En Chile, aseguran, la población no está en absoluto informada y tampoco lo están los parlamentarios.
Agregan asimismo que en el mundo: “Existe una alarmante concentración del patentamiento de los recursos genéticos locales por parte de las grandes corporaciones trasnacionales, las que no han dudado en interponer agobiantes demandas a productores por el uso libre de semillas que antes fueron de su propiedad. Una vez más los productores y los consumidores conscientes quedamos indefensos por el uso de lo que históricamente fueron nuestras semillas. Debe recordarse que una vez que las nuevas variedades son patentadas ya no pueden ser de libre uso, por lo tanto, el agricultor debe pagar por su uso en forma permanente.”
El aporte de la agricultura familiar campesina
Hacen ver a los parlamentarios que el propósito declarado por los sucesivos gobiernos de transformarnos en potencia agroalimentaria y forestal “sólo es posible considerando a los pequeños agricultores como responsables principales en la mantención de los recursos genéticos locales, en nuestra cultura productiva, porque los conocimientos ancestrales nos han permitido ser mejoradores de los cultivos que son finalmente nuestros alimentos y porque nosotros hemos logrado mantener la biodiversidad existente, base del bienestar de nuestra gente.”

Agregan más adelante: “Nos preocupa profundamente que bajo el pretexto de promover inversiones extranjeras estemos hipotecando el futuro de las generaciones venideras. Internacionalmente se ha demostrado las verdaderas intenciones de las empresas extranjeras: maximizar sus ganancias sin importarles la alimentación de las personas y, menos aún, la sobrevida del sector de la pequeña agricultura familiar campesina.”

La carta pública aclara a los parlamentarios que en cambio, el objetivo de la producción agroecológica no es solamente ganar dinero “sino que nos mueve muy sentidamente el ofrecer alimentos sanos a nuestra gente y, sobre todo, no agotar la base de los recursos naturales que son los que nos permite la sobrevida.”

Finalizan llamando a los parlamentarios a impulsar una amplia discusión y participación para que la nueva Ley de Obtentores Vegetales que se va a comenzar a discutir en el Senado, “represente los intereses de quienes hemos sido los mejoradores históricos de los recursos genéticos locales y que esta vez la expresión de preocupación se traduzca en un proyecto de Ley que resguarde los derechos de los productores campesinos e indígenas, la protección de la biodiversidad local y asegure el derecho de todos los chilenos a una alimentación y a un medio ambiente sano.” Ello en contraste con lo ocurrido en la tramitación de la adscripción de Chile al convenio UPOV 91 en beneficia de los llamados obtentores vegetales, las transnacionales que producen híbridos y transgénicos, con ”nula información y nula participación de los productores y ciudadanos”. La carta es firmada por las organizaciones ya citadas, con el epígrafe “DESDE CHILOE, POR UN CHILE LIBRE DE TRANSGENICOS.”

A continuación, el texto completo de la carta abierta.

Señores
Parlamentarios.

Los Productores Orgánicos de Chiloé, La Asociación de consumidores y usuarios de Chiloé, La Unión comunal de juntas de vecinos rurales de Ancud, La Asociación de pequeños agricultores de Chiloé, La unión comunal de juntas de vecinos urbana de Ancud, La agrupación de trabajadores, técnicos y profesionales del agro de Ancud, La Red de Productores orgánicos Los Lagos A.G, La asociación de Apicultores de Chiloé, la agrupación de apicultores de Ancud, El movimiento ecologista de Ancud, La Cooperativa de trabajo Archipiélago y ciudadanos preocupados por una alimentación sana y segura queremos compartir con Ustedes nuestra más profunda preocupación por los alcances implícitos que representa la nula información y, más aún, la nula participación de los productores y ciudadanos, en general, en la discusión del Convenio UPOV y en la Ley que Regula los Derechos de los Obtentores Vegetales.
Además, quisiéramos precisar que:

No es real la supuesta inocuidad de los organismos transgénicos tanto para la salud como el medio ambiente, pues ya se ha comprobado alteraciones de la salud en consumidores de estos productos y también es efectiva la contaminación cruzada de estas variedades a cultivos tradicionales dejando a los pequeños agricultores en una situación de indefensión frente al poder desigual de los propietarios de estas variedades mejoradas genéticamente.

Muchos estudios sobre los que se basan la mayoría de las legislaciones mundiales fueron realizados por la principal empresa productora de semillas transgénicas a nivel mundial y cada día existen más pruebas que demuestran la escasa objetividad, rigurosidad y profesionalidad de los mismos.

En los países donde los ciudadanos están mejor informados existe una gran oposición a este tipo de alimentos, así como a su producción. En Chile, la población no está en absoluto informada. Tampoco consideramos que estén suficientemente informados los diputados y senadores en cuyas manos está la aprobación de estas leyes.

Existe una alarmante concentración del patentamiento de los recursos genéticos locales por parte de las grandes corporaciones trasnacionales, las que no han dudado en interponer agobiantes demandas a productores por el uso libre de semillas que antes fueron de su propiedad. Una vez más los productores y los consumidores conscientes quedamos indefensos por el uso de lo que históricamente fueron nuestras semillas. Debe recordarse que una vez que las nuevas variedades son patentadas ya no pueden ser de libre uso, por lo tanto, el agricultor debe pagar por su uso en forma permanente.

Se ha demostrado claramente que no es posible la coexistencia entre cultivos genéticamente modificados y ecológicos. Los numerosos casos de contaminación a lo largo de toda la cadena alimentaria, desde las semillas hasta el producto final, son una demostración clara de que la contaminación transgénica es inevitable. La contaminación de las semillas reviste especial gravedad por su carácter irreversible, impidiendo una posible marcha atrás en caso de ser necesaria la retirada del mercado de determinados organismos genéticamente modificados. De ahí la exigencia irrenunciable de que se aplique el principio de precaución, relegado al olvido actualmente al permitirse el cultivo de variedades modificados genéticamente para semillas en nuestros campos y la introducción de ingredientes transgénicos en nuestros platos.

Respecto de la aprobación del Convenio UPOV91, que viene a cumplir la exigencia del Tratado de Libre Comercio con EEUU, debemos manifestar que no consideró la consulta a los pueblos indígenas protegidos por el Convenio 169 de la OIT y a los campesinos de Chile representados en varias organizaciones. Esta grave y anti democrática manifestación del poder viene a confirmar una vez más el abismo creciente entre legisladores y ciudadanía, especialmente en temas tan relevantes como este.

El convenio UPOV ha ido fortaleciendo en sus nuevas versiones los derechos de los propietarios de plantas a expensas de los agricultores tradicionales. Además la cultura transgénica implica la progresiva desaparición del pequeño agricultor, a favor de la agricultura extensiva. Creemos haber entregado suficientes pruebas a nuestra sociedad sobre nuestro rol de productores de alimentos sanos y, por lo mismo, creemos tener derechos a defender nuestros cultivos, nuestra cultura productiva y, por ello los invitamos a defender nuestro patrimonio alimentario y biodiversidad agropecuaria que creemos está en riesgo..

Estamos convencidos que la agricultura orgánica es la única que se puede apropiar de los conceptos producción limpia, máxima calidad e inocuidad de los productos. Utilizar estos términos, como lo hace el proyecto de ley, para producciones derivadas de técnicas de manipulación genética que, además llevan aparejado el uso de herbicidas a gran escala, es una tergiversación absoluta de la realidad, en perjuicio de la mayor calidad de los productos orgánicos y de la salud de los chilenos.

Los pequeños productores agropecuarios (campesinos e indígenas) creemos tener derechos históricos en la mantención, conservación, multiplicación, y sobre todo en el mejoramiento de recursos genéticos locales que han sido y son la base de la seguridad alimentaria de nuestra sociedad.

Manifestamos que el Estado debe hacerse responsable para que los agricultores tengan libre acceso a las semillas nativas que por siglos han mantenido éstos recursos y han asegurado la alimentación de nuestra sociedad local. En líneas generales, se trata de producir con nuestro propio patrimonio genético, teniendo el derecho a mejorarlo mediante el conocimiento ancestral de los productores chilotes, apoyados para ello por profesionales respetuosos del saber campesino. Los alimentos que deseamos producir, tienen la particularidad de ser inocuos de verdad y, por lo tanto, sanos para el organismo humano, librando a nuestra comunidad local de la posibilidad de enfermar por consumo de alimentos producidos industrialmente, ello por la no adición de insumos químicos: fertilizantes y pesticidas.

El mundo necesita enfoques agrícolas sostenibles y es hora de que los gobiernos y los especialistas dediquen sus energías y recursos a desarrollar tecnologías y políticas compatibles con la protección del medio ambiente, una producción segura y de calidad y un reparto justo entre todos los seres humanos en especial con quienes son los productores directo de los alimentos.

Finalmente, quisiéramos señalar que el propósito de nuestro país de transformarnos en potencia agroalimentaria y forestal sólo es posible considerando a los pequeños agricultores como responsables principales en la mantención de los recursos genéticos locales, en nuestra cultura productiva, los conocimientos ancestrales que nos ha permitido ser mejoradores de los cultivos que son finalmente nuestros alimentos y que hemos logrado mantener la biodiversidad existente y que es la base del bienestar de nuestra gente.

Nos preocupa profundamente que bajo el pretexto de promover inversiones extranjeras estemos hipotecando el futuro de las generaciones venideras. Internacionalmente se ha demostrado las verdaderas intenciones de las empresas extranjeras que no es otra cosa que maximizar sus ganancias sin importarles la alimentación de las personas y, menos aún, la sobre vida del sector de la pequeña agricultura familiar campesina.

Cuando nuestro sector interviene los ecosistemas productivos no sólo estamos pensando en el dinero que generaremos, sino que nos mueve muy sentidamente el ofrecer alimentos sanos a nuestra gente y, sobre todo, en no agotar la base de los recursos naturales que son los que nos permite la sobrevida.

Por todo lo anterior, es que nos atrevemos a apelar por una amplia discusión y participación para que esta ley represente los intereses de quienes hemos sido los mejoradores históricos de los recursos genéticos locales y que esta vez la expresión de preocupación se traduzca en un proyecto de Ley que resguarde los derechos de los productores campesinos e indígenas, en la protección de la biodiversidad local y en asegurar el derecho de todos los chilenos a una alimentación y a un medio ambiente sano.

DESDE CHILOE, POR UN CHILE LIBRE DE TRANSGENICOS, junio de 2011




Unete en Facebook a la campaña Yo no quiero transgénicos en Chile

martes, julio 05, 2011

CODEX ALIMENTARIUS aprobó etiquetado de transgénicos anulando amenazas de Organización Mundial de Comercio

Como un triunfo histórico luego de ¡veinte años! de activismo califican las organizaciones de consumidores de todo el mundo, la decisión del Codex Alimentarius que legitima el etiquetado de transgénicos y libra de represalias a los estados que protejan el derecho a saber qué comemos en nuestros platos. Por más de dos décadas Monsanto, Bayer, Pioneer Dupont, Dow y otras empresas que participan del CODEX impidieron acuerdos en ese sentido, protegidas por el gobierno de Estados Unidos.

Consumers International (CI) y sus organizaciones miembros celebraron la victoria de hoy, con los reguladores de más de 100 países, tras el acuerdo de largo plazo en el etiquetado de organismos genéticamente modificados (GM).
En Chile no existe etiquetado de transgénicos. Múltiples iniciativas en ese sentido han sido boicoteadas por las transnacionales productoras de estos alimentos, con el apoyo de los gobiernos. En 2001 un decreto del ministerio de Salud que llevaba la firma de la entonces Ministra Bachelet y del Presidente Lagos, quedó guardado sin que se promulgara, después de haber atravesado todas las barreras administrativas y legales, por una decisión política que sólo puede explicarse por la presión de las empresas transnacionales.
Los productores de transgénicos sostienen que son los alimentos orgánicos y libres de transgénicos los que deberían ser etiquetados! Es el mundo al revés. Argumentan que los consumidores están prejuiciados contra los transgénicos, y que no lo harán porque además el etiquetado subiría los costos, como explicó Miguel Angel Sánchez de Chile Bio recientemente en un foro en que debatió con RAP-Chile sobre el tema. Actualmente el Senado discute nuevamente una iniciativa sobre etiquetado. Pero el gobierno de Piñera NO incluye el etiquetado de alimentos en su proyecto de introducción de transgénicos al mercado interno, presentado en marzo de este año al Senado como "indicaciones sustitutivas" de un proyecto anterior que estaba sin movimiento desde 2008.

Obama cambió postura oficial
La Comisión del Codex Alimentarius, integrada por organismos reguladores sobre la seguridad de los alimentos, lleva más de dos décadas tratando de resolver este tema. La delegación de USA que hasta ahora había obstruido todo acuerdo en favor del etiquetado, ahora cambió de posición. No hay aún información oficial sobre las razones de este vuelco, aunque en el mundo cada vez hay más ciudadanos informados de los dañinos impactos de los transgénicos en la salud humana y en el ambiente, a partir de estudios en animales de laboratorio y últimamente en Canadá, en una investigación que se llevó a cabo con madres embarazadas que consumen maíz transgénico, donde se descubrieron vestigios de la proteína Cryab1 - la toxina bt insecticida del maíz transgénico- en la sangre de las madres y sus fetos.
En Estados Unidos no se etiquetan los transgénicos, al contrario de lo que ocurre en Europa.
El martes, durante la cumbre anual que está realizando el Codex en Ginebra, la delegación de EE.UU. retiró su oposición al documento de orientación del etiquetado a los OGM, por lo que el acuerdo se convertirá en un texto oficial del Codex.
De esta manera, cualquier país que etiquete los transgénicos ya no enfrentará la amenaza de una demanda legal de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Esto se debe a que las medidas nacionales adoptadas sobre la base de orientaciones y normas del Codex no pueden ser impugnadas como barreras al comercio.
Etiquetado en Perú
Edita Vilcapoma de la ASPEC, Asociación de consumidores del Perú, en representación de Consumers International en la reunión del Codex en Ginebra, dijo:
"La introducción reciente en el Perú de etiquetado de los alimentos GM enfrenta la amenaza de una demanda legal de la OMC. Este nuevo acuerdo del Codex significa ahora que esta amenaza ha desaparecido y el derecho del consumidor a ser informado ha sido asegurado. Esto es una importante victoria para el movimiento global de consumidores”.
El acuerdo también reconoce los enormes beneficios de monitorear la salud, y de ofrecer a los consumidores información transparente sobre la presencia de los alimentos modificados genéticamente. Hasta ahora era muy difícil establecer los efectos en la salud de los norteamericanos derivados de su ingesta de transgénicos, dada la falta de etiquetado, y el alarmante aumento de casos de cáncer y otras enfermedades crónicas sólo podía ser asociado indirectamente a ese factor.
El delegado principal de Consumers International en el Codex, y científico principal de Consumers Union de los Estados Unidos, el doctor Michael Hansen, declaró:
"Estamos particularmente satisfechos de que la nueva orientación reconoce que el etiquetado de transgénicos, esto se justifica como una herramienta para el monitoreo posterior a la comercialización. Esta es una de las razones clave por lo que queremos que todos los alimentos modificados genéticamente deban ser etiquetado - de modo que si los consumidores comen alimentos modificados, serán capaz de conocer e informar a los reguladores si tiene una reacción alérgica u otra situación adversa”.

El hito del etiquetado es particularmente bien recibida por las organizaciones miembros de CI en África, que han estado luchando en nombre de sus consumidores por el derecho a ser informados sobre los alimentos transgénicos. Samuel Ochieng, presidente emérito de Consumers International y director ejecutivo de la Red de Información al Consumidor de Kenia, dijo:
"Si bien el acuerdo está a la altura de la demanda de larga data del movimiento de consumidores para la aprobación del etiquetado obligatorio de alimentos GM, esto sigue siendo un importante hito para los derechos del consumidor. Felicitamos Codex por ponerse de acuerdo sobre esta guía, que ha sido buscada por los consumidores y los reguladores en los países africanos durante casi veinte años. Esta guía es una excelente noticia para los consumidores del mundo que quieren saber lo que contienen los alimentos en sus platos”
Reacción en México
En México, Fernando Calvillo director de El Poder de El Consumidor declaró en un comunicado: "Es histórico este día para la salud de todos los habitantes del mundo al reconocerse el derecho de las naciones a etiquetar los productos con transgénicos. Este paso histórico se pudo concretar debido a que los Estados Unidos cambiaron su tradicional rechazo al etiquetado por la aprobación y, de ese modo, quedaron definitivamente incorporadas al Codex las nuevas directrices. Este es un paso trascendente en relación a la salud y los derechos de los consumidores y al papel regulador que los Estados deben ejercer velando por el interés público. En efecto, estas nuevas normas permiten a las legislaciones locales avanzar en controles más efectivos sin riesgo de ser sometidos a denuncias ante la OMC".

"Los consumidores tenemos el derecho a estar informados sobre los componentes de los productos y este derecho era amenazado por las empresas que advertían acudir a la OMC si se establecían etiquetados para advertir a los consumidores si un producto contenía transgénicos. Ahora el Codex reconoce ese derecho y los Estados ya no tendrán justificación para no reconocer este derecho a sus consumidores", señaló el director de EPC.