En la foto, Carlos Cerda. Parece un chileno común y corriente. No lo es. Un año y cuatro meses lo tuvieron amordazado, con argucias legales armadas por la defensa del clan Pinochet para sacarlo de la causa Riggs.
Todo Chile y el mundo saben lo que hizo a solo un día de su regreso a la causa.
Cuando Pinochet logró finalmente escaparse y eludir definitivamente cualquier condena, este juez dijo claramente que eso ocurrió porque en Chile hubo denegación de justicia por parte de jueces no sólo del pasado sino también del presente.
Claramente Carlos Cerda pertenece a otra especie.
Es curioso que haya que celebrar cuando un juez investiga a fondo y toma resoluciones congruentes con sus hallazgos. Debiera ser lo natural.
Pero nadie más osó hacerlo con Pinochet en este país de la "justicia en la medida de lo posible."
Y Carlos Cerda se atrevió a investigar al Comando Conjunto en 1980 cuando Gustavo Leigh estaba todavía al mando de la FACH... Sólo por eso no pudo llegar el año pasado a la Corte Suprema: el Senado le pasó la cuenta, encontró que no tenía mérito. Pero él siguió adelante.
Simplemente hoy quiero saludarlo y felicitarlo. Otra justicia es posible.
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