La senadora Ximena Rincón, fundamentó en conferencia
de prensa el 29 de agosto en el Senado (Santiago) su rechazo a la Ley Monsanto, entregando sólidos argumentos relativos a sus impactos
lesivos para la agricultura familiar
campesina, la biodiversidad, sumados ala inexistente consulta a los pueblos
indígenas, entre otras razones. Lo hizo acompañada por María Elena Rozas y
Lucía Sepúlveda (RAPAL, campaña YNQT), Alicia Muñoz (ANAMURI), Camila Montecinos
(Grain), Mónica Hormazábal (Federación Campesina El Carmen, Ñuble), Patricia Núñez
(Proyecto Dedos Verdes) e Iván Santandreu (Chile sin Transgénicos), quienes a
su vez expusieron las razones del amplio repudio social y campesino a la
iniciativa, expresado en marchas, velatones y la recolección de más de cien mil firmas en
internet .
“Estamos en contra de esta ley porque esta propuesta
amplía los derechos de propiedad intelectual sobre las semillas pertenecientes
a grandes corporaciones y convierte en ilegal para los agricultores el guardar
e intercambiar su propia semilla", indicó la senadora agregando
que su posición es también la de la senadora Soledad Alvear. Rincón destacó que
ha trabajado en estos temas junto a las organizaciones RAPAL y ANAMURI desde el
año 2011. Recordó que votó en contra del UPOV 91, un convenio que sólo será
válido si se aprueba esta ley de obtentores, que beneficia a las grandes
empresas en desmedro del campesinado.
Expresó luego en forma categórica: "La
apropiación del saber ancestral acumulado por parte de grandes empresas al
amparo legal de la nueva ley de obtentores vegetales no es innovación, es
simplemente biopiratería: es un robo. Creo que la semilla de
nuestros campos le pertenece a nuestros campesinos y sus familias que de manera
natural, y por años de años han mejorado y guardado semillas, derecho que
mediante esta legislación, se encontraría amenazado", afirmó.
Lucía Sepúlveda, de la campaña Yo No Quiero
Transgénicos en Chile destacó el rol de los pequeños productores como abastecedores
de las ferias libres, afirmando que una ley de este tipo alentará la migración
rural y encarecerá el precio de los alimentos. Sostuvo que la ley pretende
generar condiciones para que esos territorios sean ocupados a mediano plazo para
expandir los cultivos transgénicos, contaminando la producción orgánica,
agroecológica y convencional.
También, la senadora sostuvo que "esta ley sólo
beneficia a las empresas productoras de híbridos y transgénicos, al vender un
paquete tecnológico y monopolizar el mercado con semillas de propiedad
exclusiva, normalmente más caras y de menor productividad".
Finalmente, la legisladora DC indicó que este
proyecto de ley debería votarse en los próximos días en la Sala del Senado, ante
lo cual "ratificamos nuestro rechazo al proyecto, y
hacemos un llamado a todos los parlamentarios, tanto de Gobierno como de
oposición a votar en contra, puesto que creemos que representa una grave
amenaza a nuestro campo y a la soberanía alimentaria y propiedad común de los
recursos naturales de un país".
La iniciativa está en tabla para la sesión ordinaria del Senado del martes 3
de septiembre, aunque sólo aparece en el lugar 28, porque el gobierno
retiró la urgencia al constatar el pasado miércoles que cada vez son más los
senadores que ante la fuerte presión ciudadana, anunciaron que votarán en
contra.
La campaña Yo NO Quiero Transgénicos intensificó
en las últimas dos semanas la presión sobre los senadores a través de las redes
sociales, publicando una lista Roja/Verde en la que figuraban los nombres de
quienes se manifestaban a favor o contra este proyecto de ley. La masiva marcha
nacional realizada el 17 de agosto en 20 ciudades y localidades del país,
convocada por YNQT y a la que se sumaron centenares de organizaciones, colectivos
y miles de ciudadanos de Arica a Ancud, ya había incorporado este tema en la
agenda pública pese al silencio
interesadod e los grandes medios de comunicación,
subordinados a la presión de las empresas semilleras encabezadas por Monsanto. A la marcha y el bombardeo virtual con correos
y twitter, siguió la publicación en las páginas centrales de la revista The
Clinic, de los argumentos de la campaña, que la senadora Rincón mostró a los
periodistas en la conferencia de prensa.
El retiro de la urgencia para que se vote el
proyecto por parte del gobierno, mientras en diversas ciudades del país se
iniciaban velatones en defensa de la semilla, es interpretado por YNQT como un indicador del
creciente rechazo de la iniciativa a nivel parlamentario y ciudadano. Los
campañistas han expresado su voluntad de no detener la movilización social y la
presión sobre los parlamentarios para que el proyecto sea votado y rechazado
por el Senado en la sesión del 4 de septiembre.
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