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jueves, agosto 29, 2013

Senadora Rincón llama a rechazar la Ley Monsanto flanqueada por YNQT y organizaciones campesinas





La senadora Ximena Rincón, fundamentó en conferencia de prensa el 29 de agosto en el Senado (Santiago) su rechazo a la Ley Monsanto, entregando  sólidos argumentos relativos a sus impactos lesivos para  la agricultura familiar campesina, la biodiversidad, sumados ala inexistente consulta a los pueblos indígenas, entre otras razones. Lo hizo acompañada por María Elena Rozas y Lucía Sepúlveda (RAPAL, campaña YNQT), Alicia Muñoz (ANAMURI), Camila Montecinos (Grain), Mónica Hormazábal (Federación Campesina El Carmen, Ñuble), Patricia Núñez (Proyecto Dedos Verdes) e Iván Santandreu (Chile sin Transgénicos), quienes a su vez expusieron las razones del amplio repudio social y campesino a la iniciativa, expresado en marchas, velatones y  la recolección de más de cien mil firmas en internet .
“Estamos en contra de esta ley porque esta propuesta amplía los derechos de propiedad intelectual sobre las semillas pertenecientes a grandes corporaciones y convierte en ilegal para los agricultores el guardar e intercambiar su propia semilla", indicó la senadora agregando que su posición es también la de la senadora Soledad Alvear. Rincón destacó que ha trabajado en estos temas junto a las organizaciones RAPAL y ANAMURI desde el año 2011. Recordó que votó en contra del UPOV 91, un convenio que sólo será válido si se aprueba esta ley de obtentores, que beneficia a las grandes empresas en desmedro del campesinado.
Expresó luego en forma categórica: "La apropiación del saber ancestral acumulado por parte de grandes empresas al amparo legal de la nueva ley de obtentores vegetales no es innovación, es simplemente biopiratería: es un robo. Creo que la semilla de nuestros campos le pertenece a nuestros campesinos y sus familias que de manera natural, y por años de años han mejorado y guardado semillas, derecho que mediante esta legislación, se encontraría amenazado", afirmó.
Lucía Sepúlveda, de la campaña Yo No Quiero Transgénicos en Chile destacó el rol de los pequeños productores como abastecedores de las ferias libres, afirmando que una ley de este tipo alentará la migración rural y encarecerá el precio de los alimentos. Sostuvo que la ley pretende generar condiciones para que esos territorios sean ocupados a mediano plazo para expandir los cultivos transgénicos, contaminando la producción orgánica, agroecológica y convencional.
También, la senadora sostuvo que "esta ley sólo beneficia a las empresas productoras de híbridos y transgénicos, al vender un paquete tecnológico y monopolizar el mercado con semillas de propiedad exclusiva, normalmente más caras y de menor productividad".
Finalmente, la legisladora DC indicó que este proyecto de ley debería votarse en los próximos días en la Sala del Senado, ante lo cual "ratificamos nuestro rechazo al proyecto, y hacemos un llamado a todos los parlamentarios, tanto de Gobierno como de oposición a votar en contra, puesto que creemos que representa una grave amenaza a nuestro campo y a la soberanía alimentaria y propiedad común de los recursos naturales de un país".
La iniciativa está en tabla para la sesión ordinaria del Senado del martes 3 de septiembre, aunque sólo aparece en el lugar 28, porque el gobierno retiró la urgencia al constatar el pasado miércoles que cada vez son más los senadores que ante la fuerte presión ciudadana, anunciaron que votarán en contra.
La campaña Yo NO Quiero Transgénicos intensificó en las últimas dos semanas la presión  sobre los senadores a través de las redes sociales, publicando una lista Roja/Verde en la que figuraban los nombres de quienes se manifestaban a favor o contra este proyecto de ley. La masiva marcha nacional realizada el 17 de agosto en 20 ciudades y localidades del país, convocada por YNQT y a la que se sumaron centenares de organizaciones, colectivos y miles de ciudadanos de Arica a Ancud, ya había incorporado este tema en la agenda pública  pese al silencio interesadod e los grandes medios de  comunicación, subordinados a la presión de las empresas semilleras encabezadas por Monsanto.  A la marcha y el bombardeo virtual con correos y twitter, siguió la publicación en las páginas centrales de la revista The Clinic, de los argumentos de la campaña, que la senadora Rincón mostró a los periodistas en la conferencia de prensa.  
El retiro de la urgencia para que se vote el proyecto por parte del gobierno, mientras en diversas ciudades del país se iniciaban velatones en defensa de la semilla,  es interpretado por YNQT como un indicador del creciente rechazo de la iniciativa a nivel parlamentario y ciudadano. Los campañistas han expresado su voluntad de no detener la movilización social y la presión sobre los parlamentarios para que el proyecto sea votado y rechazado por el Senado en la sesión del 4 de septiembre.



domingo, mayo 12, 2013

Campesino enfrenta al gigante Monsanto


José Riquelme, el demandante.
Rubén Albornoz,  de Seminis. Melón Braco a la derecha.

Por Lucía Sepúlveda Ruiz (en Punto Final Nº 780)
La Corte de Apelaciones de Chillán deberá fallar próximamente  la causa del agricultor orgánico José Riquelme Vásquez contra la transnacional Monsanto Chile, que arruinó al productor vendiéndole semilla de melón “mejorado”  que no correspondía a la variedad comprada. La demanda fue interpuesta en 2009 contra  la transnacional semillera y la firma comercial Mahuida Ñuble,  distribuidora de semillas Seminis/Monsanto.



En octubre de 2004, José Riquelme pagó tres millones de pesos por 50.000 semillas de la variedad híbrida de melón Braco en esa distribuidora, pero recibió –sin saberlo- semillas de otras variedades de melón. José Riquelme cosechó melones que no cumplían los requisitos necesarios para su exportación a Francia por ser más blandos y de poca durabilidad. Monsanto/Seminis asegura en www.seminis.com que sus  híbridos “ofrecen mayor rendimiento, mejor calidad, uniformidad, sabor y nutrición…”
Argucias y fantasmas legales
En enero de 2013 la jueza Claudia Arenas, del segundo Juzgado de Letras de  Chillán, falló la  causa rol C-148-2009 a favor de Monsanto, salvando a la transnacional de indemnizar por el daño “por improcedencia de la acción de la manera que se planteó”, según dice la sentencia. Reconoció, sin embargo,  que el productor tenía razones para litigar, eximiéndolo del pago de las costas. Curiosamente Mahuida Ñuble, representada por Rodrigo Quezada Valdebenito, se convirtió en fantasma: Quezada nunca compareció en el juicio y la sentencia puntualiza que “la causa se tramitó en rebeldía de la demandada Sociedad Comercial Insumos y Productos Agropecuarios Mahuida Ltda”.  Monsanto, que en enero de 2005 compró Semillas Seminis, sostuvo en la corte que no es parte del contrato firmado por Riquelme con esa distribuidora de su semilla, y desconoció todo vínculo con Mahuida. Monsanto Chile es la continuadora legal – rut incluido- de la empresa Semillas Seminis. Desde 2005, Monsanto/Seminis sacó de su catálogo la variedad Braco, reconociendo implícitamente que el híbrido que patentó, no era homogéneo y estable, requisitos  imprescindibles para registrar (patentar) una variedad y así poder cobrar por ella la millonaria suma.
La transnacional Monsanto tiene fama por arruinar a pequeños agricultores, llevándolos a juicio por producir sin pagarle royalties por sus semillas transgénicas. Es el ladrón detrás del juez, ya que sus cultivos han contaminado los cultivos convencionales, convirtiéndolos en transgénicos. Hasta el año 2007, había entablado demandas por no pago de patentes contra 57 agricultores  por un monto total de US$21.583,431, según datos del Center for Food Safety de Estados Unidos. Los monocultivos que promueve, con uso intensivo de plaguicidas venenosos como el Roundup, contaminan la tierra y el agua, causan malformaciones congénitas y enfermedades crónicas a las familias que viven cerca de las plantaciones, y terminan expulsando a los campesinos de sus territorios. En 2012 el Tribunal de los Pueblos que sesionó en India, enjuició y condenó a Monsanto por violaciones a los derechos humanos de los campesinos y campesinas. Sin embargo la corporación, que controla el mercado global de semillas híbridas y transgénicas, se ha jactado este año de alcanzar las mayores ganancias de su historia.

Alerta a los campesinos
El agricultor chillanejo José Riquelme expresó a PF: “Yo demandé  a Monsanto pensando en todos los agricultores. Lo que ocurre hoy es que los campesinos hemos perdido nuestras semillas originales y estamos obligados a comprarle a Monsanto (Seminis). Yo sé que si  siembro melón Cantalupo, que es una variedad de acá, nuestra, voy a cosechar melón cantalupo. En cambio si siembro un híbrido de Monsanto, no sé si la variedad va a ser la que dice el envase. La empresa no se responsabiliza por los resultados de las semillas que vende como certificadas”.
La dura experiencia vivida hace concluir a Riquelme: “Lo mejor sería que el campesino tuviera y reprodujera su propia semilla. Así se gastaría menos y tendría mejor salud, no dependeríamos de las empresas ni de los fármacos. Para tener buena salud hay que tener sobre todo una alimentación sana. Necesitamos un gobierno que apoye una agricultura libre de químicos y transgénicos. “
José Riquelme (52 años) es casado, y tiene una hija de nueve años. Es el tercero de diez hermanos, y su padre era hortalicero. En la familia sembraban cebolla, maíz y remolacha. Se convirtió a la agricultura orgánica en los años 90, después de ser hospitalizado por intoxicación con el insecticida clorpirifos, que aplicaba a sus cultivos. Se capacitó en producción agroecológica y participó en diversas giras tecnológicas a  Holanda, Alemania y Cuba. El año 2004  vivió la experiencia de   la Feria Orgánica de Tokio, BioFach y su futuro como exportador de productos sanos, parecía asegurado.
DICOM y un padre arruinado
Con su  hija Florencia recién nacida, después de la fallida cosecha José Riquelme se vio de pronto en el  registro de DICOM, con cheques protestados, e incapacitado de continuar trabajando como productor agrícola. Por eso en la demanda solicita indemnizaciones por daño emergente, lucro cesante y daño moral, por un total de $170 millones de pesos.
En años anteriores el agricultor  había exportado cebolla  y zapallo orgánicos. Se había comprometido a exportar 12 mil cajas de melones verdes Braco (piel de sapo) a Alroprim, una sociedad comercial de Perpignan, Francia. Pronto vio que la mayoría de los melones no eran Braco. En marzo de 2005 Rubén Albornoz, gerente comercial regional de Seminis, y José Miguel González, genetista de esa empresa, visitaron la plantación ubicada en Las Coles, cerca de Chillán, a pedido de Riquelme, constatando lo ocurrido. El agricultor presentó como prueba al tribunal, el “acuerdo y finiquito” por 15 mil dólares presentado por Albornoz luego de la visita, que no fue firmado por el afectado por insuficiente. Seminis reconoció la oferta en un juicio criminal previo que se hizo en 2007 sólo para probar los hechos.
Además del gasto en las semillas, Riquelme había invertido en arriendo del predio y de un packing; en riego por goteo, mulch, guano rojo, control biológico de malezas y mano de obra. Un informe técnico cifra las pérdidas en 70 millones de pesos con 98% de falla de la variedad Braco. La empresa francesa le había notificado que la pérdida ocasionada por el no envío de los melones alcanzaba a 120 mil euros.
Lecciones aprendidas
“Chile debería ser orgánico 100%, y sacaría los mejores precios por su producción de alimentos. La agricultura tradicional no puede ser agricultura extensiva, no puede competir en ese terreno. Hay que producir alimentos de calidad, libres de químicos y transgénicos.  Para salir de la pobreza, un pueblo debe dedicarse a resolver su alimentación. Si no lo tiene resuelto, no puede llegar a ser desarrollado”, sostiene Riquelme, que ha seguido autocapacitándose  en métodos de producción agroecológicos que no dañan al medio ambiente.
Su desastre fue con semillas híbridas, pero él sabe que Monsanto vende además semillas transgénicas. Y destaca que el investigador francés Gilles Séralini ha hecho estudios que muestran lo que pasa con las semillas transgénicas que vende Monsanto: las ratas hembras alimentadas con maíz transgénico y Roundup  mueren un año antes que las alimentadas con maíz convencional. Afirma: “Si hay dudas en estos productos, deberían abstenerse de autorizarlos. El efecto tiene que ver tanto con la transgenia y los cambios de ADN que se producen en la planta, como con el herbicida Roundup. En los cultivos transgénicos los químicos siempre están de la mano con ellos, se vende el paquete completo”.
Monsanto y el control de nuestros alimentos
El negocio de Monsanto es redondo. La transnacional con base en St. Louis, Missouri, Estados Unidos, es la compañía semillera más grande del mundo, y la cuarta en la venta de plaguicidas indispensables para cultivar sus semillas híbridas y transgénicas. El último informe de sus ganancias publicado en el Wall Street Journal revela que sus ventas de semillas subieron el último trimestre de 2012 en un 14%, alcanzando a 1.76 billones de dólares, luego de  triplicar las ventas de maíz transgénico en América Latina y Estados Unidos.  Entre 1996 y 2007, Monsanto compró más de una docena de  compañías semilleras más pequeñas, entre ellas Seminis, uno de los más grandes distribuidores de semillas. A su vez Seminis había estado adquiriendo compañías semilleras desde mediados de los 90s.
La industria semillera estaba ligada a las universidades y entidades de investigación de los gobiernos. Pero ahora es patrimonio de los grandes “obtentores” entre los cuales también figuran Dupont/Pioneer y Syngenta, entre otros. En laboratorios, las transnacionales desarrollan nuevas variedades de semillas híbridas (“mejoradas”) y transgénicas (manipuladas genéticamente) para luego patentarlas y cobrar por esa semilla un valor que puede ser hasta mil por ciento mayor al de la semilla original.  
Monsanto promovió el golpe en Paraguay, y está invadiendo suelo  africano con semillas transgénicas.  Con su dinero compra legisladores y gobiernos al tiempo que logra se dicten nuevas normas y leyes en Estados Unidos y el mundo para incrementar su poder. Financia en Estados Unidos la campaña para impedir el etiquetado de los alimentos transgénicos impulsado en los estados de California y Hawai, entre otros.
En México, Brasil, Costa Rica, Argentina, Paraguay y Chile, organizaciones campesinas, ambientales y de consumidores desarrollan  creciente resistencia al avance de Monsanto y una decidida defensa de la semilla nativa y la producción agroecológica. 



miércoles, noviembre 07, 2012

Más de 4 millones de Californianos votaron por el etiquetado de transgénicos



El dinero sucio ganó esta escaramuza pero no ganará la guerra
Declaración pública de "California Right to Know", luego de perder por un margen de aprox. 7% la Prop 37. 

"Ayer mostramos que hay un movimiento por la alimentación en Estados Unidos, fuerte, vibrante y demasiado poderoso como para detenerse. Siempre supimos que teníamos pocas posibilidades de ganar, pero casi nos tomamos el día. El dinero sucio y las tácticas sucias pueden haber ganado en esta escaramuza, pero no ganarán la guerra. 
Hoy, estamos más de 4 millones de votos más cerca de lo que estábamos cuando empezamos,  sobre  saber qué hay en nuestra comida. Esta es una victoria y un gigantesco paso adelante. Estamos orgullosos de nuestra amplia coalición de mamis y papis, granjeros, ambientalistas, líderes sindicales y religiosos que hicieron tanto con tan pocos recursos para traernos a este punto, y seguiremos adelante.
Estos resultados también son un recordatorio de la influencia corruptora de las gigantescas transnacionales en nuestro proceso electoral. Las más poderosas corporaciones fabricantes de plaguicidas y de comida chatarra nos sobrepasaron en gastos en una proporción de 5 a 1, y a partir del 1º de octubre gastaron alrededor de un millón de dólares diarios en una tormenta de mentiras, y  avisos destinados a infundir temor sobre las cinco palabras d euna etiqueta. Al final, gastaron bastante dinero como para esconder la verdad de la mayoría de los votantes. Los fabricantes de alimentos están en el lado equivocado de la historia, no deberían pelear contra sus clientes sino unírseles.

Hoy no es el fin de nuestra campaña para asegurar nuestro derecho fundamental a saber qué hay en nuestra comida. Es un fuerte comienzo, y agradecemos a los millones de californianos que estuvieron con nosotros.  Estamos orgullosos de nuestras organizaciones de base, de nuestros 10.000 voluntarios que trabajaron duro, y de los diferentes coaliciones de grupos de consumidores, sindicalistas, gente de la salud y grupos religiosos que participaron con nosotros. Seguiremos dando la pelea por el derecho de los consumidores a elegir, por la justicia y la transparencia en nuestro sistema alimentario. Y venceremos.
Hasta la Victoria!"

California, 7 de noviembre de 2012
Traducción de Lucía Sepúlveda Ruiz para campaña Yo No Quiero Transgénicos en Chile.



viernes, septiembre 07, 2012

Hablando de transgénicos en San Felipe y Los Andes

Ella es Constanza, la genial diseñadora del afiche de la actividad. Aquí la pusimos en medio de su obra... En San Felipe, la Universidad de Playa Ancha fue cerrada el 6 de Septiembre por el Rector ¡justo el día de nuestra charla “Transgénicos: de esto no se habla”! Las organizadoras se vieron en apuro para lograr acceso al edificio y hacer posible la actividad de nuestra campaña Yo No Quiero Transgénicos en Chile, impulsada por La Revolución de la Cuchara y la Agrupación Ecologista de Aconcagua. No sabemos a qué tenía más miedo el Rector, si a la toma del edificio o a que se llenara la sala con alumnos que quisieran oír la verdad sobre los transgénicos. Es demasiada coincidencia Syngenta y Monsanto son poderosos en esa zona, vimos varios letreros publicitarios de las transnacionales en esas ciudades donde hay bastante agroindustria que usa abundantes plaguicidas. Supimos que se pegaron más de 200 afiches de la actividad en Los Andes y San Felipe, en diferentes días y ¡casi todos fueron arrancados de inmediato! Las autoridades locales y sobre todo aquellas del sector de educación estaban invitadas, pero no aparecieron.Había muchos interesados en que no se hablara allí sobre los transgénicos. Hasta a mí me falló la voz (llegué muy afónica) pero no las ganas. Me dieron unas infusiones mágicas al llegar a Los Andes, preparadas por Yamuna y Suniti de La Revolución de La Cuchara y pude cumplir casi dignamente. Lo mejor fue que a raíz de la actividad se tejieron redes y complicidades en torno a la semilla, y dos organizaciones locales que no se conocían, se hermanaron y trabajaron exitosamente en común para realizar contra viento y marea la actividad. El Ecomercado de San Felipe En San Felipe, alguien del público preguntó cómo conseguir semillas sanas para hacer la huerta, y otra persona de la sala se levantó para informarle que allí mismo, en esa ciudad, desde este año está funcionando un Ecomercado los días Jueves, que hace venta directa al público de semillas orgánicas y productos naturales, todo certificado (trabajosamente) por el SAG. Este gran logro es de la Asociación de Productores Orgánicos de Aconcagua que ha recorrido un largo camino para llegar a tener este local, y aún constata que es difícil llegar al público común y corriente, que no está informado del tema o bien teme encontrarse con productos poco accesibles, lo que no es así, pues los precios son módicos, según expresó la productora. Funciona en el café De Velasco, ubicado en la esquina de las calles Merced y Toro Mazote, a un costado del campanario de la antigua parroquia La Merced en la comuna de San Felipe. Para quienes quieran hacer pedidos vía mail, el correo es: pedidosecomercado@gmail.com Tanto en San Felipe, donde la charla fue a las 11 de la mañana, como en Los Andes, que fue a las 16.45, había gente muy interesada. Un psicólogo/apicultor viajó desde Viña a San Felipe para tomar contactos directos con personas que compartan sus preocupaciones, y nuestra amiga Julia, ecologista desde siempre, llegó desde Limache a Los Andes, atrasada y con pena porque había un único bus que le impidió estar a tiempo (estaban aprestando el resto para el 18!) pero sí pudimos compartir algunos minutos. Transgénicos en Los Andes y la provincia de San Felipe Además de la información general sobre transgénicos, entregamos las cifras de los semilleros de transgénicos para exportación de la región de Valparaíso, y en especial las que les impactan más directamente. Por ejemplo, en la temporada 2011-2012 había en Los Andes 46,59 hectáreas de maíz transgénico y 0,7 de soya; en tanto que también hay maíz manipulado genéticamente en Llay-Llay (34,54 hectáreas), San Esteban (15,11 hectáreas) maíz GM, en Catemu (7,07) y Calle Larga (2,33). En la Región de Valparaíso hay un total de 121,33 hectáreas de maíz transgénico, 13,14 hectáreas de soya transgénica y 0,15 hectáreas de tomate transgénico. Para muchos fue una novedad hacer la distinción entre híbridos y transgénicos y aclarar que los cultivos de semillas “mejoradas” son cultivos híbridos y que por tanto las verduras y hortalizas de los supermercados (incluído el tomate larga vida) no son transgénicas y si bien pueden tener residuos de plaguicidas, al menos no están modificadas genéticamente. Hicimos también claridad que nuestra apuesta es a favor de la agroecología y la agricultura orgánica, es decir que buscamos alimentos que estén libres de transgénicos pero también de agrotóxicos, por lo que favorecemos las ferias de productores locales que trabajen con métodos agroecológicos. Estudiantes filmando La actividad en Los Andes fue en el gimnasio del Liceo Max Salas con un espléndido marco de estudiantes de distintos cursos, predominando el cuarto medio que tenía que cumplir con una tarea para biología sobre el tema en cuestión. Hubo alumas que incluso estaban grabando un video con toda la presentación. Se dio bastante diálogo y paciencia del público con la afonía de la presentadora, y finalmente Fredy, de la Agrupación Ecologista de Aconcagua cerró la presentación cuando teníamos que entregar el local porque se iniciaba un campeonato de basketball. Varios profesores quedaron muy interesados y comprometidos con el tema. La maestra y fundadora de la Escuela de Jardinería y Agricultura Orgánica Holística de Limache, Ana Muñoz, agrónoma de profesión, también llegó a esta charla, y comentará sus impresiones con miles de agricultores orgánicos a quienes -según nos contó- asesora a lo largo del país. Con ella y el equipo organizador, junto a Daniela, la estudiante en práctica que fielmente me acompaña y con quien acarreamos por todos lados el carrito con materiales, el pendón y las poleras, compartimos un espléndido almuerzo vegetariano en casa de los Hare Krishna de San Fellipe. El exquisito té que acompañaba la comida fue un bálsamo extraordinario para mi garganta, pero también lo fue el cariño y entusiasmo de todos y todas, nos hizo volvernos muy contentas de haber podido hablar de aquello que no se habla, fuera de Santiago. Sylvia, la fundadora de la Agrupación Ecologista de Aconcagua estaba de cumpleaños! Pero fue ella quien me hizo un regalo, una flor reciclada de las que sabe hacer hermosamente y su marido le comentó jocosamente que ella ya tenía su regalo: la actividad había resultado tal como se planificó.

miércoles, agosto 01, 2012

El Partido Demócrata de California votará SI en propuesta por etiquetado de transgénicos

Anaheim.30 de Julio, por Anne Sewell  
El diario Digital Journal informó el 29 de julio que el Partido Demócrata de California anunció  su respaldo al “Sí” en la Propuesta 37 postulada por  la Campaña por el Derecho a Saber si nuestro alimento es transgénico. (La propuesta deberá votarse en las próximas elecciones que tendrán lugar en Noviembre 2012, Nota de la Traductora). El partido está de acuerdo con la arrolladora mayoría de norteamericanos que quieren ejercer el derecho a saber si lo que comen contiene transgénicos.

Después del respaldo dado el 25 de julio por la Mesa de Resoluciones del Partido Demócrata, que votó casi unánimemente para apoyar la medida, el Comité Ejecutivo la adoptó el Domingo 29 sin debate. A pesar de que había opositores a la propuesta, incluyendo a una docena de lobbyistas que estaban en la reunión, los líderes del partido escogieron estar en el lado correcto de la historia. En forma entusiasta se unieron al movimiento popular, demandando mayor transparencia en nuestro sistema alimentario, para que las familias y las personas pudieran adoptar decisiones informadas en cuanto al alimento que lleven a su mesa.
Christine Pelosi, Presidenta del Caucus de Mujeres del Partido Democráta de California y Co-Presidenta Honoraria del Consejo de Líderes de la Proposición 37 expresó:
“Como mamá, yo creo que todas las familias tienen derecho a saber qué hay en el alimento que damos a nuestros niños. Como amiga de los trabajadores, yo confío en los trabajadores rurales y en los trabajadores de la salud pública que apoyan el etiquetado de alimentos transgénicos. Por eso estoy orgullosa de unirme al movimiento de base por el Sí a la Propuesta 37."

Las buenas noticias también se dieron el 27 de Julio, cuando la campaña recibió tres importantes respaldos, con el apoyo de los 2,2 millones de miembros de la organización por la Legislación Laboral en California, y dos altos líderes en sus respectivos cuerpos legislativos: la senadora Barbara Boxer y el Senador Mark Leno. La congresista Maxine Waters también firmó en apoyo a la campaña.
Steve Smith, Director de comunicaciones de la Federación Sindical de California dijo: "Los trabajadores merecemos el derecho a saber qué contienen los alimentos que damos a nuestras familias. La proposición 37 es una medida de sentido común que asegura a nuestras familias poder hacer opciones informadas sobre el alimento que adquirimos. Estamos orgullosos de unirnos a millones de californianos en apoyo al derecho a saber qué contiene nuestro alimento”.
Las encuestas muestran casi unánime apoyo transversal al abanico político para el etiquetado de alimentos transgénicos. Nueve de cada diez votantes en Estados Unidos y California respaldan el etiquetado según recientes encuestas (ver Mellman 2012, CBS 2012 and Zogby 2012). Esto quiere decir que la mayoría de los norteamericanos afiliados a los dos partidos políticos importantes, sin importar de dónde, desean que se etiqueten los alimentos transgénicos.
Actualmente Estados Unidos está virtualmente solo, como uno de los pocos países industrializados que no etiqueta los productos transgénicos. Al menos 49 países que incluyen a toda Europa, Japón, China y Rusia entregan información a los consumidores de alimentos.
Ana Mascareñas, Directora de Política y Comunicaciones de Médicos por la Responsabilidad Social, de Los Angeles, declaró:
“Nosotros aconsejamos a la gente hacer este ejercicio y adoptar decisiones informadas sobre qué alimentos van a consumir, sin embargo se ha dejado a los californianos en la oscuridad sobre los alimentos transgénicos. No hay estudios de largo plazo de los efectos en la salud de estos alimentos. Tenemos derecho a saber con qué estamos alimentando a nuestras familias.”

Fuente: http://digitaljournal.com/article/329691
Traducción: Lucía Sepúlveda, de Red de Acción en Plaguicidas RAP-Chile, para campaña Yo No Quiero Trangénicos en Chile.

Nota nuestra: Reenviar esta información a los parlamentarios chilenos para que se ubiquen. En Chile no hay etiquetado de transgénicos y un proyecto de etiquetado duerme el sueño del lobby en el Senado.


miércoles, junio 27, 2012

Hoy y mañana estaremos trabajando como campaña Yo No Quiero Transgénicos en Chile con la Asociación de Consumidores y Usuarios de Valdivia, ACOVAL, en relación al tema del etiquetado de transgénicos (inexistente en Chile) y el derecho a elegir lo que comemos. Y a exigir vivir sano!
El jueves 28, a las 10 de la mañana, un conversatorio sobre La Semilla Campesina y los Transgénicos tendrá lugar en la comuna de Paillaco, vecina a Valdivia, con organizaciones campesinas mapuche, agricultores orgánicos y todos los que estén interesados en el tema.
Y de paso estaremos también apoyando la movilización estudiantil que se desarrollará en Valdivia y en todo el país...
Llevamos poleras de Exijo Vivir Sano y toda clase de materiales de difusión.