martes, mayo 29, 2007

Camarones mexicanos


Escribo la palabra camarones y pienso en Parral (en la actual VII Región, zona central de Chile), el pueblo donde nací y vivi mi niñez. Mi padre llegaba a veces a casa con un saco con camarones que traía de sus viajes en camión al campo. El tenía una bodega de frutos del país e iba a fundos de Retiro o Copihue o Miraflores u otros lugares cercanos a comprar porotos o lentejas para vender en su negocio, ubicado a media cuadra de la estación. Cuando llegaba con camarones (de tierra), para mí era una fiesta. Esto ocurría en invierno, los camarones se hervían (ahora digo "ay", antes decía ¡rápido, cuánto falta?) y luego nos sentábamos a la mesa a disfrutar del banquete. No tenían mucho que comerles, eran más bien raquíticos, sólo las patitas concentraban una carne blanquita como la de los langostinos. Pero insisto, eran un manjar y al menos yo recuerdo con entusiasmo esas noches de invierno sentados cerca de la estufa a carbón que teníamos en la galería de nuestra casa.
Pero ahora hace muchos años que no veo esos camarones y no sé si todavía se venden a la orilla del camino, se sacaban con la mano de los hoyos de barro...o con artefactos caseros hechos por los jóvenes del lugar.
Y ahora iba a hablar de otros camarones que no me son gratos y que perturban esta visión de infancia parralina. Son camarones transgénicos que no sé si ya existen o están por nacer pero si sé que hay quienes quieren que existan y que lleguen a las mesas de gente de todo el mundo que los comerá con deleite sin siquiera saber que están ingiriendo un alimento cuyas proteínas y moléculas provienen de otra especie.
Escribo pues sobre una misteriosa e imperfecta operación triangulada Chile-Canadá-México para alimentar camarones con semillas de cárcamo o falso azafrán transgénico.
Misteriosa porque el cultivo transgénico se hizo en un campo desconocido de Chile, por una empresa cuyo nombre el SAG mantiene en secreto. Se cosecharon 200 toneladas (vaya siembra!) que están varadas en un ignoto puerto chileno porque Canadá, país donde se iba a procesar las semillas para convertirlas en alimento para la industria acuícola mexicana, no permitió su ingreso a ese país del norte. Lo único que sabemos hasta ahora es que la empresa canadiense se llama SemBioSys Genetics Inc., y la agencia gubernamental que no dejó entrar el cargamento peligroso es la CFIA (Canadian Food Inspection Agency). En Canadá está prohibido el consumo de transgénicos pero autorizan experimentación en lugares con medidas de seguridad apropiadas. El argumento que dio la autoridad canadiense para impedir esta importación es que no existe un plan de transporte y de procesamiento de estas 200 toneladas de semillas transgénicas que garantice que no habrá contaminación (por derrames u otras eventualidades). Justamente el transporte es uno de los momentos claves para las posibilidades de contaminación.
Este cuento nos muestra como "patio trasero" del norte y pone de relieve también la falta de transparencia que hay en Chile sobre el tema respecto del gobierno, que se niega a informar.
Con RAPAL y otras organizaciones campesinas y ambientales fuimos a la Cámara de Diputados con aire de "exijo una explicación". El presidente de la Comisión de Agricultura se comprometió a pedir información al ministro del ramo, y también lo hicieron los diputados Marco Enríquez-Ominami, Ramón Farías y René Alinco. Pero no pasa nada...El cargamento está en este desconocido puerto chileno nadie sabe desde cuándo, pero en un diario canadiense que encontré en Internet (Ottawa Citizen) dice que al menos está allí desde el pasado 29 de abril.
Le pido a los portuarios que nos cuenten dónde están estas 200 toneladas. Dicen que están rotuladas como tal, y la empresa jura que están muy seguras porque los pusieron con doble bolsa nylon.
Le pido a alguien de México que averigüe qué empresa acuícola se quedó sin alimento para sus camarones.
En el pedir no hay engaño.
Sí lo hay en lo que hacen los empresarios y gobernantes que permiten este tráfico indecente y riesgoso para la salud de los seres humanos pues nadie ha probado que este tipo de alimentos sean inocuos. Sí está comprobado que son un gran negocio.

2 comentarios:

PAZ TRAVERSO dijo...

Querida Lucia : Como estas ? , yo te cuento que me cambiè de casa virtual y con solo pinchar el link podras llegar hasta ella.
Miles de cariños para ti , tu hija y los nietecitos .

Relmulikan dijo...

Mari mari lamgen Lucía,

Cómo estás compañera, tantas lunas. Te escribo desde Temuko City,Territorio Indómito Rebelde Mapuche-Wajmapu

Espero que te encuentres bien, yo aqui estudiando Leyes en la UCT y haciendo una que otra cosa por mi pueblo. Creo que tambien pronto voy a crear mi Blog personal para publicar mis poemas dedicados a mi viejo y a mi Pueblo Nación. Saludos, siempre me acuerdo de tí porque para mí fue muy especial que se escribieran cosas distintas, de los típicos perfiles tipo ficha vicaria de la solidaridad, respecto a mi padre.

Peukalekayal lamgen anay, mañvmkvlen eymi meu

....Relmulikan
(Juan Carlos Chávez Pilquil)
relmulikan@gmail.com