Organizaciones de productores agrícolas celebran proyecto
de ley del Senado del estado de Oregon que prohíbe hasta 2019 la producción de
canola en el valle Willamette
En Chile hay 4.369 hectáreas de canola transgénica (SAG, temporada 2012-2013)
En Chile hay 4.369 hectáreas de canola transgénica (SAG, temporada 2012-2013)
- El proyecto que contradice la ley sobre canola del Departamento de Agricultura de Oregon fue aprobado por las dos cámaras con apoyo de los dos partidos
Oregon,
Center for Food Safety, 1º de Julio
Hoy el senado del estado de Oregon aprobó un proyecto de ley de prohibición de la producción de canola (raps) hasta el año 2019 en las 3 millones de hectáreas del distrito protegido llamado Valle Willamette, una de las regiones más importantes del mundo para la producción de semillas.
La ley 2.227 que en el Senado obtuvo una votación de 18 contra 12 votos, luego de ser aprobada por la cámara de diputados de Orego la semana pasada por 37 contra 22, se remite a una controvertida política pública adoptada por el Departamento de Agricultura de Oregon en Febrero de 2013, que habría permitido que se plantaran 25.000 acres de canola (sinónimo de raps o colza) en la próxima década en una región donde desde el año 2005 se ha prohibido los semilleros de canola.
Hoy el senado del estado de Oregon aprobó un proyecto de ley de prohibición de la producción de canola (raps) hasta el año 2019 en las 3 millones de hectáreas del distrito protegido llamado Valle Willamette, una de las regiones más importantes del mundo para la producción de semillas.
La ley 2.227 que en el Senado obtuvo una votación de 18 contra 12 votos, luego de ser aprobada por la cámara de diputados de Orego la semana pasada por 37 contra 22, se remite a una controvertida política pública adoptada por el Departamento de Agricultura de Oregon en Febrero de 2013, que habría permitido que se plantaran 25.000 acres de canola (sinónimo de raps o colza) en la próxima década en una región donde desde el año 2005 se ha prohibido los semilleros de canola.
Los productores agrícolas de Oregon, especialmente
los que están ligados a la industria de semillas y a la producción orgánica,
cuyas ventas anuales sobrepasan los 50 millones de dólares, han estado en total
desacuerdo con permitir que en el Valle de Willamette se plante canola, una
planta de semilla oleoginosa de la familia de las brassicas. La canola
desarrolla muy rápidamente polinización cruzada con otros cultivos de semilla
de esa familia, tales como el brócoli, la col y el zapallo; disemina
enfermedades y plagas a las semillas y cultivos de brassicas, y puede
contaminar lotes puros de de semillas y de trébol, dejándolos fuera del mercado
a nivel nacional e internacional. Las variedades transgénicas de canola
resistentes a herbicidas pueden además desarrollar polinización cruzada con
malezas, creando nuevas especies invasivas ya que los rasgos de resistencia a
herbicidas se extienden a las poblaciones de malezas nativas.
Los
legisladores han mandado una potente señal de que necesitamos proteger nuestra
valiosa industria semillera del Valle de Willamette. El Departamento de
Agricultura de Oregon se había apresurado a dejar entrar la canola al Distrito Protegido de Willamette, y el
parlamento ha establecido nuevas salvaguardas para asegurar que la industria
semillera, los cultivos orgánicos y otras industrias agrícolas no resulten dañadas”,
dijo Ivan Maluski, Director de Políticas Públicas de Amigos de la Agricultura
Familiar.
“Nos congratulamos que los legisladores de Oregon hayan pasado por sobre la acción ilegal del Departamento de Agricultura que habría permitido que se cultivaran peligrosas plantaciones de canola en el Valle de Willamette. Este es un triunfo de los productores agrícolas de Oregon y del medio ambiente”, dijo George Kimbrell, el asesor legal del Centro para la Seguridad Alimentaria.
“Nos congratulamos que los legisladores de Oregon hayan pasado por sobre la acción ilegal del Departamento de Agricultura que habría permitido que se cultivaran peligrosas plantaciones de canola en el Valle de Willamette. Este es un triunfo de los productores agrícolas de Oregon y del medio ambiente”, dijo George Kimbrell, el asesor legal del Centro para la Seguridad Alimentaria.
Traducción: Lucía Sepúlveda Ruiz para RAP-Chile y
Campaña Yo No Quiero Transgénicos en Chile.
Nota de la Traductora
Esta noticia tiene mucho que ver con Chile, que también tiene una industria semillera y 100.000 hectáreas de agricultura orgánica certificada. El raps común (cuya semilla fue manipulada genéticamente para convertirse en la actual canola) se conoce en Chile como "yuyo", y aún hoy forma parte de la alimentación tradicional del pueblo mapuche. En nuestro país, según SAG, en la temporada 2012-2013 se cultivaron 4.369 hectáreas de semilla de canola
(raps transgénico) para exportación.
La mayor parte del cultivo de canola está en la Región del BioBio,
que es también la zona del país donde hay más cultivos transgénicos. En un
seminario público realizado en Chillán años atrás, una funcionaria de SAG se
refirió a los problemas de contaminación ocasionados por los cultivos de raps
transgénicos. Aquí reproduzco artículo
que publicamos sobre el tema en nuestra web, en http://www.rap-chile.com/news_view.php?id=185
en 2011.
Avance descontrolado de raps transgénico
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(09/09/2011)
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Chillán,
9 de septiembre de 2011. El diario La Discusión de Chillán tituló el 7 de septiembre:
“Seminario sobre transgénicos dejó en evidencia fuga de raps modificado”,
explicando que una fiscalizadora del SAG dijo que se están reproduciendo
espontáneamente plantas transgénicas en predios donde antes hubo semilleros
destinados a la reproducción de semillas para la exportación.
Estas declaraciones las hizo en un debate sobre transgénicos que tuvo lugar el martes 6 de septiembre en la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción (Campus Chillán). En esa ocasión una funcionaria del SAG de apellido Briceño, a cargo del área de transgénicos de la Región del Bío Bío refutó los dichos de Miguel Sánchez, director ejecutivo de ChileBio (Monsanto) respecto de que los cultivos transgénicos disminuyen el uso de plaguicidas. La especialista del SAG regional sostuvo se usaban herbicidas en exceso en los cultivos de raps (conocido también con el nombre de canola), que se cultivan en predios arrendados por un año para ese efecto. Y agregó que al año siguiente del cultivo transgénico la canola transgénica persiste, incluso con manejo técnico realizado para que no salga en forma involuntaria, pues ya no se ha sembrado en el lugar. Dijo que el raps o canola reaparece hasta el quinto año en forma involuntaria. El artículo publicado en el diario La Discusión señala que esto “transgrede el sentido de la legislación, que en Chile sólo permite producir semillas agrícolas modificadas genéticamente para la exportación”. Las repercusiones de estas declaraciones fueron inmediatas y comenzaron las presiones contra la funcionaria desde el nivel nacional del SAG, argumentándose que por el sistema de reproducción del raps no era posible que aparecieran plantas transgénicas involuntarias. Es el razonamiento de las transnacionales de la transgenia, ya conocido. Sin embargo este hecho está documentado en varios países. La denuncia más reciente fue publicada en http://newswire.uark.edu/article.aspx?id=14453, y remite a una investigación realizada por un equipo encabezado por la doctora en biología Cynthia Sagers, de la Universidad de Arkansas, Estados Unidos. Esta investigación fue premiada por la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos (EPA) y se extiende por los próximos dos años para hacer un seguimiento a los estados cercanos. Se analizaron muestras del raps (canola) “fugado” y los resultados mostraron que en esas plantas existía el transgen que confiere resistencia al Roundup (raps de Monsanto) o el transgen que da resistencia al herbicida Liberty (raps de Bayer), o bien plantas que contenían incluso ambos transgenes, una inserción genética nueva que se presentaba por primera vez. La llamada “revolución verde” Durante el debate realizado en Concepción el representante de los semilleros transgénicos, Miguel Ángel Sánchez y la académica Sofía Valenzuela, del Centro de Biotecnología de la Universidad de Concepción, sostuvieron que estos cultivos resolverán el problema del hambre en el mundo, lo cual fue rebatido también por Guillermo Riveros, Presidente de la Asociación de Agricultores Orgánicos del Bío Bío con cifras respecto de la dimensión que tiene el flagelo del hambre hoy, a pesar que el mundo ya está plagado de cultivos transgénicos. El dirigente gremial llamó a la audiencia a recordar los efectos de la llamada “revolución verde” de los años 50, publicitada entonces como “la solución” para ese problema a través del uso de agroquímicos, con nefastas consecuencias para la salud humana y el ambiente. La revolución verde fue impuesta en nombre de la ciencia, como ahora se quiere hacer con los transgénicos, descalificando los argumentos ambientales y sociales. A su vez, en el diálogo con el público, Luis Meléndez, de la certificadora BCS, descartó de plano que el vino orgánico sea vinculado con los transgénicos, increpando a Sánchez por asegurar éste que el vino orgánico se produce con transgénicos. Melendéz aseguró que en Chile no se usa levadura transgénica y se cumplen todas las normas de certificación fiscalizadas por el SAG, respecto del cultivo orgánico de las vides. La versión “oficial” del SAG El asunto no quedó ahí. En la edición del 9 de septiembre, el diario La Discusión publicó las respuestas a un cuestionario escrito que fue contestado por Rodrigo Ther Alarcón, encargado regional de Protección Agrícola y Forestal del SAG donde, según el diario, “se refirió con extrema cautela a la eventual fuga de canola transgénica que se estaría produciendo en la región”. En respuesta al diario La Discusión, el funcionario del SAG regional dijo que no existían “argumentos científicos” que avalen una “fuga” de canola transgénica y se limitó a describir las funciones burocráticas que cumple –o debería cumplir- este servicio, restringidas a velar por el cumplimiento de las disposiciones legales que rigen la importación y reproducción de semillas transgénicas para su posterior exportación. Según Rodrigo Ther, el SAG tampoco se ha dado por enterado sobre la existencia de miel contaminada con polen de plantas transgénicas. En síntesis, en este cuestionario escrito escabulló todos los temas de fondo. |
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