viernes, junio 08, 2012

Parte juicio a sojeros transgénicos en Córdoba lunes 11 junio

Conflicto Ambiental
A fines del año 2001 un grupo de madres del Barrio Ituizango comienzan a preocuparse por la salud del barrio al advertir la frecuencia inusual de mujeres con pañuelos en la cabeza y niños con barbijo. Se generaron reclamos a las autoridades para el análisis de las enfermedades y de los posibles contaminantes. Esos reclamos derivaron en un proceso atravesado por disputas políticas partidarias entre el Gobierno provincial en manos del PJ y la municipalidad de la ciudad en manos de la oposición. De todas maneras se llevaron adelante medidas de mitigación de las fuentes de contaminación ambiental que podrían tener influencia en la generación del impacto en la salud que se verificaba en el barrio. En ese proceso, con marchas y contramarchas, se pudo cambiar la fuente de agua potable, inicialmente de pozo y con alta concentración de arsénico, por agua corriente de la red de la ciudad; se retiraron los transformadores de energía que contenían PCB; se pavimento todo el barrio para disminuir el polvo en suspensión; se limpiaron todos los tanques domiciliario s de agua y se colocaron tapas en todos ellos (los barros de los tanques tenían residuos de pesticidas ); se construyo una Unidad Primaria de Atención de la Salud (UPAS 28), etc. Todas estas acciones se llevaron adelante bajo la presión de la comunidad movilizada en defensa de sus derechos a la salud y en reclamos de que se garantice su seguridad ambiental y sanitaria. (Incluso, de esta presión, surgió la necesidad de que la provincia cuente con un centro público de asistencia a pacientes oncológicos, el Hospital Oncológico de Córdoba. y se creó el registro provincial de tumores).
Bajo los fuertes reclamos de los vecinos, encabezados por las “Madres de Barriio Ituzaingo”, se dictaron ordenanzas municipales que establecieron la “emergencia sanitaria y ambiental” y prohibieron fumigaciones alrededor del barrio (ordenanza 10505, 10589, 10590),  que derivaron finalmente en la prohibición de las fumigaciones en todo el ejido de la ciudad.  
En junio de 2002 la Municipalidad solicitó a Agricultura provincial la vigilancia de las aplicaciones de agroquímicos instándoles a controlar la prohibición de aeroaplicaciones.  Sin embargo, estas normas fueron acatadas solo parcialmente por los productores, no respetándose la distancia recomendada, y esporádicamente realizándose fumigaciones aéreas clandestinas. La fumigaciones terrestres y aéreas siguieron siendo una fuente de agresión tóxica para la población que no tuvo solución.
Muchas denuncias, dos causas y un juicio
Los vecinos realizaron muchas denuncias judiciales para que paren las fumigaciones, pero la respuesta de tribunales fue escasa. El 11 de febrero de 2004 Sofía Gatica denuncia ante la Unidad Fiscal del lugar que en el “campo de Parra”, al este del barrio, aplicaban agrotóxicos con un equipo terrestre (mosquito). La ayudante fiscal procedió a investigar la situación logrando allanar el campo de Parra, identificar restos de los venenos utilizados, los dosajes de la tierra del lugar detectaron compuestos organoclorados y fosforados, 2.4D, diendrin y clorpirifós. El expediente no tuvo más movimientos después del 24 de febrero de 2004, quedo como suspendido... La situación siguió igual, mientras se remediaba otras fuentes de contaminación, las aplicaciones de agrotóxicos en la zona persistían, incluso el  19 de junio de 2007 un vecino del lugar vuelve a denunciar que continúan las fumigaciones y el hecho quedó asentado en el expediente correspondiente a la fiscalía del Dr. Roberto Matheu.
Más de seis años después de las investigaciones, el 18 de mayo de 2011 y poco tiempo antes de que R. Matheu abandonara la fiscalía, éste imputa al Sr. Francisco R. Parra por violación a la Ley de Residuos Peligrosos (24.051) y la eleva a juicio (situación que ocurre ya en el marco del proceso generado por la causa que se inicio en 2008 y que desde un comienzo consideraba que había un delito por violación a la Ley de Residuos Peligrosos). Esta primera causa penal, de inicio anterior pero de posterior resolución, se acumuló a la causa generada en 2008 y van a juicio oral y público juntas.
El 1 de febrero de 2008 el Subsecretario de Salud de la Ciudad de Córdoba, Dr Medardo Avila Vazquez, denuncia ante el fiscal de Instrucción Penal Carlos Matheu (no es Roberto Matheu) que una avioneta sin identificar estaba aplicando venenos sobre el Bº Ituzaingo Anexo. Este hecho genera un proceso de investigación que logra identificar que el avión era propiedad del Sr. Edgardo J. Pancello y su matricula era: LV-AXC; que el material biológico analizado procedente del barrio contenía glifosato y endosulfán y que además de violar las ordenanzas municipales y la ley provincial de agroquímicos (N° 9164): utilizar residuos peligrosos como los plaguicidas contaminando el ambiente del barrio poniendo en peligro la salud de la población, violaba la Ley Nacional de Residuos Peligrosos que remite al Código Penal en su art. 200.; que Pancello fue instigado a realizar la criminal acción por los empresarios sojeros Francisco Parra y Jorge A. Gabrielli, que la acción era tan ilegal y clandestina que ni siquiera fue denunciada ante las autoridades de tráfico aéreo y que los productos aplicados tenían tanta peligrosidad, que se requiere reprimir esta actividad por el riesgo al que se some
El fiscal C. Matheu elevo a juicio esta causa generada en 2008, el Juez de Control Esteban Díaz, en un trámite muy irregular, desestimó la acusación y la rechazó; C. Matheu recurrió ante la Cámara de Apelaciones quien reconoció la razón del Fiscal y reprendió al Juez Esteban Díaz quien, con débil razonamiento y escaso criterio jurídico, dio la razón a los argumentos de los importantes y conocidos abogados de los imputados.
El proceso de asignación entre las Cámaras del Crimen locales para llevar adelante el juicio fue también tormentoso, varias Cámaras se apartaron con argumentos, si se quiere, inentendibles para el público y finalmente la  Cámara 1º del Crimen y su fiscal, Dr. Alejandro Novillo, aceptaron el desafió de llevar adelante este juicio que podría sentar un precedente único en cuanto a defender los derechos a la salud de los pueblos, vulnerados por la codicia de los empresarios sojeros que no dudan en envenenar escuelas rurales, pueblos enteros, comunidades originarias, fuentes de agua, etc., en su afán de aumentar su renta agraria.
La acumulación de la causa generada en la denuncia de Sofía Gatica y las Madres de Ituzaingo con la generada por la denuncia de Salud Municipal produjo un retardo en el comienzo del juicio que ahora tiene fecha de comienzo el 11 de Junio de 2012.
En este proceso a punto de comenzar, la acusación estará a cargo del Dr. Marcelo Novillo, fiscal de la Cámara, con el sostén del Fiscal Carlos Matheu. También contarán con el apoyo del patrocinante de la querella, Dr. Miguel Antonio Martinez; es preciso aclarar que el denunciante en 2008, Dr. Medardo Avila Vazquez, mantiene participación como querellante en virtud de haber acreditado su interés en la defensa del derecho a la salud de la población de la ciudad.
La fiscalía y la querella presentaran como testigos a numerosos afectados por las fumigaciones en el barrio, como en otros lugares del país, y también a expertos en agricultura, en deriva de aplicación de agroquímicos, científicos que han desentrañado los mecanismos íntimos por los que glifosato genera mecanismos que devienen en cáncer y malformaciones congénitas, profesores universitarios y médicos.
Por el lado de los acusados, los más importante bufetes de abogados, muy reconocidos por su presencia en los medios masivos de difusión, serán los encargados de la defensa (se habla de cifras muy elevadas en honorarios). De esta manera el Dr. Alejandro Perez Moreno defenderá al aeroenvenenador Edgardo Pancello y el Dr. Carlos Hairabedian representa los intereses del empresario sojero Jorge Gabrielli. El abogado del restante sojero, Francisco Parra, ha presentado su renuncia a la defensa recientemente y se espera el nombre de su reemplazante.
Los efectos de la contaminación producida por la agricultura tóxica en Bº Ituzaingo Anexo queda evidenciada cuando se observa la distribución de las enfermedades en el plano del barrio.
 Fuente: Colectivo Paren de Fumigar Cordoba, blogspot.

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