Conflicto Ambiental
A fines del año 2001 un grupo de
madres del Barrio Ituizango comienzan a preocuparse por la salud del barrio al advertir la
frecuencia inusual de mujeres con pañuelos en la cabeza y niños con barbijo. Se
generaron reclamos a las autoridades para el análisis de las enfermedades y de
los posibles contaminantes. Esos reclamos derivaron en un proceso atravesado
por disputas políticas partidarias entre el Gobierno provincial en manos del PJ
y la municipalidad de la ciudad en manos de la oposición. De todas maneras se
llevaron adelante medidas de mitigación de las fuentes de contaminación
ambiental que podrían tener influencia en la generación del impacto en la salud
que se verificaba en el barrio. En ese proceso, con marchas y contramarchas, se
pudo cambiar la fuente de agua potable, inicialmente de pozo y con alta
concentración de arsénico, por agua corriente de la red de la ciudad; se
retiraron los transformadores de energía que contenían PCB; se pavimento todo
el barrio para disminuir el polvo en suspensión; se limpiaron todos los tanques
domiciliario s de agua y se colocaron tapas en todos ellos (los barros de los
tanques tenían residuos de pesticidas ); se construyo una Unidad Primaria de Atención
de la Salud
(UPAS 28), etc. Todas estas acciones se llevaron adelante bajo la presión de la
comunidad movilizada en defensa de sus derechos a la salud y en reclamos de que
se garantice su seguridad ambiental y sanitaria. (Incluso, de esta presión,
surgió la necesidad de que la provincia cuente con un centro público de
asistencia a pacientes oncológicos, el Hospital Oncológico de Córdoba. y se creó el
registro provincial de tumores).
Bajo los fuertes reclamos de los
vecinos, encabezados por las “Madres de Barriio Ituzaingo”, se dictaron ordenanzas
municipales que establecieron la “emergencia sanitaria y ambiental” y
prohibieron fumigaciones alrededor del barrio (ordenanza 10505, 10589, 10590),
que derivaron finalmente en la prohibición de las fumigaciones en todo el
ejido de la ciudad.
En junio de 2002 la Municipalidad
solicitó a Agricultura provincial la vigilancia de las aplicaciones de
agroquímicos instándoles a controlar la prohibición de aeroaplicaciones.
Sin embargo, estas normas fueron acatadas solo parcialmente por los
productores, no respetándose la distancia recomendada, y esporádicamente
realizándose fumigaciones aéreas clandestinas. La fumigaciones terrestres y
aéreas siguieron siendo una fuente de agresión tóxica para la población que no
tuvo solución.
Muchas denuncias, dos causas y un juicio
Los vecinos realizaron muchas denuncias judiciales para
que paren las fumigaciones, pero la respuesta de tribunales fue escasa. El 11
de febrero de 2004 Sofía Gatica denuncia ante la Unidad Fiscal del
lugar que en el “campo de Parra”, al este del barrio, aplicaban agrotóxicos con
un equipo terrestre (mosquito). La ayudante fiscal procedió a investigar la
situación logrando allanar el campo de Parra, identificar restos de los venenos
utilizados, los dosajes de la tierra del lugar detectaron compuestos
organoclorados y fosforados, 2.4D, diendrin y clorpirifós. El expediente no
tuvo más movimientos después del 24 de febrero de 2004, quedo como
suspendido... La situación siguió igual, mientras se remediaba otras fuentes de
contaminación, las aplicaciones de agrotóxicos en la zona persistían, incluso
el 19 de junio de 2007 un vecino del lugar vuelve a denunciar que
continúan las fumigaciones y el hecho quedó asentado en el expediente
correspondiente a la fiscalía del Dr. Roberto Matheu.
Más de seis años después de las investigaciones, el 18
de mayo de 2011 y poco tiempo antes de que R. Matheu abandonara la fiscalía,
éste imputa al Sr. Francisco R. Parra por violación a la Ley de Residuos Peligrosos
(24.051) y la eleva a juicio (situación que ocurre ya en el marco del proceso
generado por la causa que se inicio en 2008 y que desde un comienzo consideraba
que había un delito por violación a la
Ley de Residuos Peligrosos). Esta primera causa penal, de
inicio anterior pero de posterior resolución, se acumuló a la causa generada en
2008 y van a juicio oral y público juntas.
El 1 de febrero de 2008 el Subsecretario de Salud de la Ciudad de Córdoba, Dr
Medardo Avila Vazquez, denuncia ante el fiscal de Instrucción Penal Carlos
Matheu (no es Roberto Matheu) que una avioneta sin identificar estaba aplicando
venenos sobre el Bº Ituzaingo Anexo. Este hecho genera un proceso de
investigación que logra identificar que el avión era propiedad del Sr. Edgardo
J. Pancello y su matricula era: LV-AXC; que el material biológico analizado
procedente del barrio contenía glifosato y endosulfán y que además de violar
las ordenanzas municipales y la ley provincial de agroquímicos (N° 9164):
utilizar residuos peligrosos como los plaguicidas contaminando el ambiente del
barrio poniendo en peligro la salud de la población, violaba la Ley Nacional de
Residuos Peligrosos que remite al Código Penal en su art. 200.; que Pancello
fue instigado a realizar la criminal acción por los empresarios sojeros Francisco
Parra y Jorge A. Gabrielli, que la acción era tan ilegal y clandestina que ni
siquiera fue denunciada ante las autoridades de tráfico aéreo y que los
productos aplicados tenían tanta peligrosidad, que se requiere reprimir esta
actividad por el riesgo al que se some
El fiscal C. Matheu elevo a juicio esta causa generada
en 2008, el Juez de Control Esteban Díaz, en un trámite muy irregular,
desestimó la acusación y la rechazó; C. Matheu recurrió ante la Cámara de Apelaciones quien
reconoció la razón del Fiscal y reprendió al Juez Esteban Díaz quien, con débil
razonamiento y escaso criterio jurídico, dio la razón a los argumentos de los
importantes y conocidos abogados de los imputados.
El proceso de asignación entre las Cámaras del Crimen
locales para llevar adelante el juicio fue también tormentoso, varias Cámaras
se apartaron con argumentos, si se quiere, inentendibles para el público y
finalmente la Cámara 1º del Crimen y su fiscal, Dr. Alejandro Novillo,
aceptaron el desafió de llevar adelante este juicio que podría sentar un
precedente único en cuanto a defender los derechos a la salud de los pueblos,
vulnerados por la codicia de los empresarios sojeros que no dudan en envenenar
escuelas rurales, pueblos enteros, comunidades originarias, fuentes de agua,
etc., en su afán de aumentar su renta agraria.
La acumulación de la causa generada en la denuncia de
Sofía Gatica y las Madres de Ituzaingo con la generada por la denuncia de Salud
Municipal produjo un retardo en el comienzo del juicio que ahora tiene fecha de
comienzo el 11 de Junio de 2012.
En este proceso a punto de comenzar, la acusación
estará a cargo del Dr. Marcelo Novillo, fiscal de la Cámara, con el sostén del
Fiscal Carlos Matheu. También contarán con el apoyo del patrocinante de la
querella, Dr. Miguel Antonio Martinez; es preciso aclarar que el denunciante en
2008, Dr. Medardo Avila Vazquez, mantiene participación como querellante en
virtud de haber acreditado su interés en la defensa del derecho a la salud de
la población de la ciudad.
La fiscalía y la querella presentaran como testigos a
numerosos afectados por las fumigaciones en el barrio, como en otros lugares
del país, y también a expertos en agricultura, en deriva de aplicación de
agroquímicos, científicos que han desentrañado los mecanismos íntimos por los
que glifosato genera mecanismos que devienen en cáncer y malformaciones
congénitas, profesores universitarios y médicos.
Por el lado de los acusados, los más importante bufetes
de abogados, muy reconocidos por su presencia en los medios masivos de
difusión, serán los encargados de la defensa (se habla de cifras muy elevadas
en honorarios). De esta manera el Dr. Alejandro Perez Moreno defenderá al
aeroenvenenador Edgardo Pancello y el Dr. Carlos Hairabedian representa los
intereses del empresario sojero Jorge Gabrielli. El abogado del restante
sojero, Francisco Parra, ha presentado su renuncia a la defensa recientemente y
se espera el nombre de su reemplazante.
Los efectos de la contaminación producida por la
agricultura tóxica en Bº Ituzaingo Anexo queda evidenciada cuando se observa la
distribución de las enfermedades en el plano del barrio.
Fuente: Colectivo Paren de Fumigar Cordoba, blogspot.
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