jueves, junio 04, 2009

Elena Varela: “Me han violado el alma y han violado los derechos del pueblo mapuche”

Hoy viernes 5 de marzo se realiza en Rancagua la audiencia de preparación del juicio oral contra Elena Varela, la documentalista chilena detenida en mayo de 2008, condenada a priori por los medios de comunicación y voceros de gobierno como terrorista. Su caso es considerado como un montaje por organizaciones de derechos humanos, trabajadores de la cultura y agrupaciones ligadas al pueblo mapuche. La realizadora llega al juicio defendida por un equipo encabezado por el ex Juez Juan Guzmán y rodeada de la solidaridad de intelectuales y creadores en Chile y el mundo, que la han convertido en un símbolo de la lucha por la libertad de expresión.

La noche del 3 de junio, en la Cineteca Chile, Elena Varela, flanqueada por el destacado documentalista Ignacio Agüero (director de “El diario de Agustín”) y por Sebastián Moreno, presidente de la la Asociación de Documentalistas ADOC, agradeció el apoyo recibido de sus pares. Paradojalmente el recinto que acogió el acto de protesta se encuentra en el mismísimo Centro Cultural de La Moneda y es gestionado por el mismo gobierno que a través de la gobernación de Cachapoal es parte de la acusación judicial que enfrenta Elena Varela.

Aunque a la Fiscalía intenta involucrara la documentalista con una organización que realizó asaltos con resultado de muerte, los interrogatorios a los que fue sometido todo el equipo que trabajaba con ella –también detenido inicialmente- eran sólo sobre el conflicto mapuche y los atentados incendiarios contra las forestales. No hay ninguna filmación ni objeto encontrado en los allanamientos y mostrado a la prensa. que esté relacionado con esas acciones. El equipo jurídico sosteiene que las acusaciones deben fundarse en hechos ciertos y fundados y no en suposiciones porque de otra manera sólo se logra “desacreditar al gobierno y sus órganos” e infundir temor a nivel nacional
El acto convocado bajo la consigna “Dónde Están las Cintas de Elena Varela” se inició con el despliegue de una suerte de pasacalle multicolor sostenido en el escenario por los miembros de ADOC. Antes del preestreno de “La Voz Mapuche” –documental de los realizadores independientes Andrea Henríquez y Pablo Fernández - la artista debió partir para cumplir con la reclusión nocturna, denunciando “No me han devuelto mis cintas, la policía se ha apoderado de mi creación, de algo que es sagrado, es como un hijo… Me han violado el alma y han violado los derechos del pueblo mapuche que yo filmé. En esas cintas también están registrados los testimonios de gente que sobrevivió a la guerrilla de Neltume aniquilada en los años 80. Ellos contaron su verdad. Me quieren condenar a 15 años de cárcel, eso pide la Fiscalía. Hoy vivo yo esta persecución, pero mañana podría ser cualquiera de ustedes, otro de los creadores quien sea encarcelado. Me duele estar aquí pero también me da alegría. Tenemos que unirnos como gente de la cultura y desenmascarar el monstruo que se hace maquillaje todos los días.”

Afrenta a la libertad de expresión
La declaración de ADOC exigió la devolución de todo el material fílmico de Elena Varela argumentando: “Consideramos que la confiscación de estos registros audiovisuales, una acción propia de gobiernos dictatoriales, constituye una afrenta a la libertad de expresión. Creemos firmemente que los servicios de inteligencia del Estado pretenden de esta manera amedrentar a los documentalistas, para que no se atrevan a informar sobre realidades que incomodan a quienes detentan el poder. “

Refiriéndose al secuestrado documental “Newen Mapu”, sostiene ADOC: “Uno de los trabajos que realizaba Elena antes de ser detenida era un documental sobre el pueblo mapuche. La producción de este proyecto audiovisual fue aprobada y financiada por el Estado de Chile, lo que evidencia una gran contradicción ya que por un lado se implementan políticas para promover las labores de los documentalistas pero por otro lado se ponen trabas al libre ejercicio de la profesión. En el sur de Chile los agentes del Estado intentan impedir que se produzcan proyectos audiovisuales sobre la represión que padece el pueblo mapuche.”

Concluyen señalando: “Los documentalistas, periodistas y cineastas tienen el derecho a grabar, filmar y registrar cualquier tipo de entrevista o acontecimiento en cualquier rincón del territorio nacional. La policía, los servicios de inteligencia, las fuerzas armadas, las autoridades judiciales u otros representantes del Estado no tienen derecho a requisar esos materiales, y mucho menos utilizarlos como supuestas “pruebas” en la formulación de cargos contra los propietarios de esos registros o sus entrevistados.” e
Los días previos al juicio están colmados de actividades para la realizadora, que el pasado viernes se entrevistó con el jefe de gabinete de la vocera Carolina Tohá, Patricio Riderman. Elena Varela estudió en la universidad en los mismos años que la ex parlamentaria era dirigente de la FECH y apeló a su sensibilidad y trayectoria para que intervenga en el caso. A través de ella, Varela hizo llegar a la Presidenta Bachelet una carta pública en que demanda la intervención de la mandataria.

En el escrutinio realizado por el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas el caso de Elena Varela fue señalado como una de las violaciones a los derechos humanos por diversas organizaciones. La realizadora se presentó como “presa política” ante James Anaya, relator de Naciones Unidas para Pueblos Indígenas, en su reciente visita a Chile.
Personalidades como Danielle Miterrand, el cineasta argentino Fernando Birri y el venezolano Angel Palacios, la escritora y documentalista Carmen Castillo, los poetas mapuche Elicura Chihuailaf y Rayen Kvyeh, y también el poeta Guido Eytel, entre centenares de intelectuales han hecho llegar su voz de aliento a la realizadora chilena. En universidades de Temuco y Valparaíso Elena Varela ha dialogado con estudiantes informando que se considera una presa política. Integrantes de DOCA, la organización de los documentalistas argentinos manifestaron semanas atrás en Buenos Aires frente a la embajada chilena en Figueroa Alcorta y Tagle, con la consigna: “¡Si tocan a uno tocan a todos. Libertad a Elena Varela, devolución de todos sus materiales - libertad a todos los presos politicos mapuches - libertad de expresión en toda Latinoamérica!”

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