Por Lucía Sepúlveda
Ruiz
Performance : lectores de La Segunda del 24 de julio de 1975 |
Dirigiéndose
con voz desgarrada a estudiantes de derecho de la U de Chile en el
conversatorio “41 años de la Lista de los 119”, la señora Rosa Acuña, hermana
de Miguel Angel Acuña Castillo, les exhortó: “Les pido a ustedes, que por
favor sigan con fuerza nuestra lucha, que no concluya cuando ya no estemos.
Porque nos queda muy poco y necesitamos que se sepa la verdad. La espera por
justicia es un óxido terrible. Nos está matando de a poco. Mi madre antes de
morir me pidió que buscara a Miguel Angel y lo enterrara junto a ella.” Cuando
fue secuestrado el 8 de julio de 1974, Miguel Angel (“Pampa”) tenía 19 años,
era estudiante del Pedagógico y dirigente del Frente de Estudiantes
Revolucionarios FER. Su nombre figuró en la fatídica Lista de los 119,
publicada en 1975.
El
conversatorio que tuvo lugar en la escuela de derecho, fue organizado por el
Colectivo 119 Familiares y Amigos, junto a Actuar Colectivo y Londres 38
Espacio de Memoria el 20 de julio. Hace 41 años, el 24 de julio, los
diarios del duopolio publicaron la llamada “Lista de los 119”, un montaje
transnacional que fue el preludio de la Operación Cóndor y que pretendía
encubrir los secuestros y desapariciones de luchadores antidictatoriales.
La DINA, el servicio secreto de Pinochet, denominó “Operación Colombo” a
este montaje. Los diarios de la cadena El Mercurio fueron parte crucial de la maniobra “informando”
en grandes titulares que ellos habían muerto en el exterior producto de
rencillas internas. Reprodujeron notas de Lea y O
Dia, revistas creadas para ese fin en Argentina y Brasil.
Presentes
Los
criminales y sus cómplices de la prensa que aún nos desinforma, nunca
imaginaron que los y las caídos en la Operación Colombo seguirían con nosotros,
de las más diversas maneras. Los estudiantes de derecho aplaudieron
al enterarse que por fin este año para los casos de Darío Chávez, Germán Moreno
y Cecilia Castro, que pasaron por sus mismas aulas, la justicia comenzaba a
hacer su tarea, con fallos de primera instancia en los dos primeros casos, y
con acusación en el de Cecilia Castro.
“Los
119” están asimismo presentes en el 10° Encuentro del
Instituto Hemisférico de Performance y Política "eXcéntrico: Disidencias,
soberanías, performance" que se desarrolla en Santiago. En la mañana del
jueves 21, la canadiense Christine Brault presenta “Tejiendo memorias” en
Londres 38 mientras que la performance del Complejo Conejo es
“Exterminados como ratones”, en tránsito desde Londres 38 al Teatro Antonio
Varas.
Los
sobrevivientes vieron por última vez a estos luchadores antidictatoriales
en centros de tortura ubicados en Londres 38, Villa Grimaldi, la “Venda Sexy”
o Cuatro Alamos y su valiente testimonio ha permitido un avance lento
pero sostenido en las demandas por justicia. Al igual que el año pasado, una
huelga de hambre de expresos políticos opera como telón de fondo de la
impunidad y desmemoria oficial.
Se llamaban María
Entre
las 19 jóvenes mujeres desaparecidas en este montaje de la dictadura, había 7
que se llamaban María, como María Inés Alvarado, M. Angélica Andreoli, M.
Teresa Bustillos, M. Teresa Eltit, M. Elena González, M. Isabel Joui, M.
Cristina López. Los otros nombres eran Jacqueline Binfa, Carmen Bueno,
Sonia Bustos, Cecilia Castro, Muriel Dockendorff, Jacqueline Drouilly, Violeta
López, Eugenia Martínez, Marta Neira, Patricia Peña, y Bárbara Uribe. En
la comuna de Quinta Normal, habrá el 26 de julio una representación teatral de
la Compañía Ruta de la Memoria, con la obra “Cuerpo Quebrado”, en homenaje
a ellas, que sufrieron tortura y violencia sexual.
Once de los 119 desaparecidos eran
secundarios, y siete de ellos eran egresados del Liceo Manuel de Salas. Del
total, 47 eran alumnos, egresados o docentes de la Universidad de Chile,
del Pedagógico, o de Arquitectura, Conservatorio, Medicina, Periodismo,
Trabajo Social, Ingeniería; 11 lo eran de la Universidad Técnica, hoy
USACH y 9 eran de la U de Concepción. Varios eran de Ñuñoa, otros de
Villa Francia, o de las poblaciones José María Caro, La Legua, La Bandera, o Lo
Hermida. Algunos eran originarios de Antofagasta, o La Serena, Talca,
Temuco, Chillán, Valdivia, Los Angeles y Longaví. La mayoría militaba en el MIR
pero también había comunistas, socialistas, del MAPU o sin militancia.
Justicia
en cámara lenta
A julio de 2016, ha
habido 44 fallos de la Corte Suprema, pero tan sólo por 33 de los 119 crímenes
los perpetradores cumplen prisión efectiva (ver cuadro 1) ya que en otros casos
las penas fueron muy bajas. Apenas en 28 de estas 44 sentencias de la
Suprema, los perpetradores recibieron penas mayores a los 10 años de prisión
por los crímenes de la Operación Colombo, considerada hoy como la marcha blanca
de la Operación Cóndor desarrollada posteriormente por la DINA junto
a los servicios de inteligencia del Cono Sur y otros.
Además hay 9 sentencias
ya confirmadas por la Corte de Apelaciones que deben seguir su camino hacia el
alto tribunal, y en total son 34 los fallos de primera instancia (ver cuadro 2)
pendientes.
Entre
julio de 2015 y julio de 2016 el máximo tribunal emitió un total de 17 fallos
que apuntan a revertir la tendencia a la impunidad. Y ahora los fallos de
primera instancia emitidos por el ministro Leopoldo Llanos incluyen por primera
vez sentencias a veinte años para los principales perpetradores, en casos
como los de las compañeras Jacqueline Drouilly (embarazada), M. Teresa Eltit y
M. Isabel Joui, entre otros. Por su parte, el ministro Hernán Crisosto ha
llevado adelante el mayor número de investigaciones y fallos de primera
instancia en el período ya señalado.
La primera sentencia de
la Corte Suprema por estos crímenes fue dictada en 2004,
confirmando el fallo original del entonces ministro Alejandro Solís por
el secuestro de Miguel Angel Sandoval, mirista, ex miembro del GAP en su
primera fase (escolta del presidente Allende). El 28 de enero de 2005 el
criminal jefe de la DINA, Manuel Contreras fue llevado a la fuerza al Penal
Cordillera donde comenzó a cumplir la primera de 17condenas. Al morir en 2015
seguía siendo procesado en más causas y sólo cumplió 10 años de prisión.
Juicios
sin castigo
La
justicia tardía no alcanza. Como clama la señora Rosa, muchas de las madres
fallecieron esperando alcanzar justicia. Sin sentencias concluyó el juicio
penal por el secuestro de Rodolfo Marchant, ex dirigente sindical de ENAFRI
(Empresa nacional de Frigoríficos) en que todo era insólito.Los
condenados eran sólo dos: Marcelo Moren Brito, ex jefe de Villa Grimaldi quien
murió el mismo día que se dictó la sentencia, el 11 de septiembre de 2015, y
Manuel Contreras, muerto un mes antes. Ellos mantuvieron hasta el fin sus altas
pensiones y grados militares. Moren Brito también había sido condenado en
septiembre y julio de 2015, respectivamente, por los secuestros y
desapariciones de Zacarías Machuca, topógrafo y trabajador de ENDESA, y Germán
Moreno - trabajador de la salud y estudiante universitario, lo que se sumaba a
otras 17 condenas anteriores. El principal responsable
de la DINA, Augusto Pinochet Ugarte, procesado y prontuariado por estas causas
y muchas más, murió sin recibir condena alguna.
El truco de la “Media
Prescripción”
Una sentencia de la Corte
Suprema en 2009 por la desaparición de la estudiante de servicio social y
miembro del MIR, Jacqueline Binfa, aplicó la “media prescripción”
exculpando a todos los criminales, y revocando la sentencia del ministro de fuero
Alejandro Solís quien calificó los delitos como de lesa humanidad. En esa sala
penal estaba ya el actual Presidente de la Corte Suprema, Hugo Dolmetsch,
entusiasta defensor de ese criterio que ignora la doctrina internacional
de derechos humanos y es contrario a la opinión de la Corte Interamericana de
Justicia. También debido a la prescripción, están libres los criminales
responsables de los secuestros del ex estudiante de Historia en el
Pedagógico, Félix de la Jara Goyeneche; el estudiante de ingeniería en minas
Julio Flores; el carpintero socialista Ofelio de la Cruz Lazo; el
interventor de la industria de aceros Franklin, Sergio Montecinos; el
estudiante de ingeniería y dirigente del MIR Osvaldo Radrigán; el estudiante de
sociología Jaime Robotham, el electrónico Marcelo Salinas, el decorador
Fernando Silva Camus, y su hijo, Claudio Silva, estudiante de Pedagogía.
Sin sentencia más de la
mitad
De los 75 casos
restantes, hay 15 con acusación formulada, y se espera el fallo
correspondiente. En 6 de estos casos ya se han dictado los procesamientos que
preceden a una acusación (detalles en Cuadro 2). Pero hay 14 demandas que no
han tenido ningún avance entre 2015 y 2016. La impunidad continúa respecto de
los secuestros del obrero de la construcción Eduardo Alarcón Jara; del
estudiante de Biología y ex alumno del Manuel de Salas Luis Fuentes Riquelme;
del ex estudiante valdiviano de ingeniería comercial y miembro del GAP Néstor
Gallardo Agüero; del secundario del Liceo Ché Guevara de San Miguel,
Jorge Antonio Herrera Cofré; y del joven militante del MIR de Lautaro,
Ramón Labrador Urrutia.
Tampoco hay novedades
judiciales en el caso del militante del MAPU y ex redactor de “Chile Nuevo”,
Sergio Lagos Hidalgo; del comerciante y militante comunista Juan Bautista
Maturana Pérez; del ex dirigente sindical socialista Edgardo Morales Chaparro;
ni del futbolista de barrio y dirigente del MIR de Lo Valledor, Leopoldo
Muñoz Andrade. La impunidad continúa en la desaparición de Ramón Núñez
Espinoza, joven estudiante de la USACH.
La justicia ni se asoma
por la Bandera, en el caso del dirigente poblacional Gary Olmos
Guzmán, ni investiga aun el caso del estudiante de sociología
Carlos Salcedo Morales, desaparecido desde el campo de concentración y
tortura de Cuatro Alamos.
Cartas bajo la manga
Por su edad o
enfermedades, varios de los criminales de Punta Peuco pretenden obtener
“beneficios carcelarios”, carta bajo la manga de la Corte Suprema, coludida con
Bachelet, parlamentarios de oposición y los senadores Guillier, Quintana,
Zaldívar, Matta y Tuma; el jesuita Fernando Montes y el obispo Goic y las
fuerzas armadas. Buscan imponer con sigilo la impunidad en delitos de lesa
humanidad, olvidándose del mentado “Nunca Más” y del respeto a los compromisos
derivados del derecho internacional en derechos humanos. En el Senado hay un
proyecto de acuerdo en ese sentido y otros criminales ya están en la calle con
la carta ganadora.
Es alarmante comprobar que pese al discurso oficial,
la impunidad se bate por ser la tendencia dominante. Sólo 14 criminales cumplen
sentencia efectiva por los casos de Operación Colombo fallados por la Corte
Suprema: Miguel Krassnoff (cabeza de la brigada Halcón, por 29 casos); Manuel
Carevic (Agrupación Purén), Pedro Espinoza (ex jefe DINA), César
Manríquez Bravo (subdirector de la DINA), Francisco Ferrer (ex jefe DINE),
Gerardo Godoy (ex jefe Brigada Tucán); Raúl Iturriaga (ex jefe sección exterior
DINA); Rolf Wenderoth (Brigada Mulchén), Fernando Lauriani (ex jefe grupo
Vampiro), Gerardo Godoy (ex jefe del grupo Tucán), Orlando Manzo, ex jefe
de Cuatro Alamos; Basclay Zapata integrante del grupo Halcón; y los ex agentesAlejandro
Astudillo y Demóstenes Cárdenas.
Todos continúan
recibiendo millonarias pensiones y mantienen su grado militar. Continúa prófugo
Ricardo Lawrence (integrante de la agrupación Aguila 1), condenado a 20 años
por varios crímenes, entre ellos el secuestro de M. Isabel Joui y el de Alfonso
Chanfreau. Usó un cajero automático este año pero la policía es incapaz de
detenerlo.
Como señaló en el citado
Conversatorio una integrante de “Actuar Colectivo”, la justicia que se ha
alcanzado hasta hoy no se logró gracias al impulso del gobierno ni del
parlamento ni del poder judicial, sino fundamentalmente por la incesante lucha
de los familiares y las organizaciones de derechos humanos. Por ello el único
dique de contención de la impunidad es la continuidad de esa lucha, que para
trascender, busca vincularse a los movimientos sociales que llevan adelante hoy
las demandas y luchas por educación, y por los derechos a la salud y a los
bienes comunes como el agua y la semilla, así como los derechos de la nación
mapuche. Justamente esa fue la tónica de la conmemoración que tuvo lugar en el
Teatro de la Corporación Cultural de Recoleta el pasado 6 de julio, organizada por
el Colectivo
119, Familiares y Compañeros, que apuntó en ese sentido, uniendo la lucha por la
memoria y justicia con las luchas de los movimientos sociales por la
naturaleza, el medio ambiente y el buen vivir. Allí estuvieron lideresas de los
movimientos sociales por la Recuperación del Agua y la Vida, de No Alto Maipo y
de Chile Mejor sin TPP, acogiendo este llamado. El facebook "119 Memoria y
Resistencia" en forma permanente incorpora las luchas sociales de los más
diversos sectores, y los integrantes del colectivo a su vez participan en las
respectivas movilizaciones. Ellos sostienen que la memoria no es
"privatizable" por lo que desarrollan su trabajo en forma
autónoma, con la colaboración desinteresada y militante de
jóvenes compañeros.
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