Declaración
de la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas de América Latina –RAP-AL-
sobre la defensa de la Soberanía Alimentaria
en el marco de la Reunión Regional de la FAO
Santiago
de Chile, Mayo de 2014
La soberanía
alimentaria, objetivo de nuestra alianza, está siendo saboteada por el crítico acaparamiento y concentración de la
propiedad y el uso de la tierra y del agua, y también puesta en riesgo por la utilización creciente de agrotóxicos, vendidos
por las mismas transnacionales que controlan la producción de semillas híbridas y
transgénicas. La mercantilización de la
tierra, la semilla y el agua están
amenazando severamente la producción, la continuidad y la calidad de los
alimentos que construyen la soberanía
alimentaria. Nunca antes fueron tan caros los alimentos, que se transan en la
bolsa como mercancías. La producción alcanza records pero está destinada en su
mayoría a las necesidades de forraje y biocombustibles del norte global,
mientras las comunidades de nuestra región que requieren alimentos sanos, cada
vez tienen menos acceso a ello.
Asistimos a una merma
en la producción de alimentos para las comunidades, dado que cada vez la tierra
está menos en manos de productores y más en especuladores financieros, quienes
la utilizan para producir cultivos de
exportación y biocombustibles. Los
difusores de los agronegocios son quienes utilizan a los bienes comunes
naturales como uno más de los recursos financieros, sin atender a los ritmos
biológicos de la naturaleza, a los ciclos y a los flujos naturales que
propician la sustentabilidad.
Estos agronegocios se oponen
a la producción familiar para autoconsumo y/o el mercado interno. Encaran
una paradoja: cada vez se produce en mayor proporción para exportar y menos
para el consumo interno; hay más dinero para los especuladores y más gente
pasando hambre o malnutriéndose.
Pero no solo se
resiente la producción alimentaria, también el acceso a dichos alimentos, ya que la escasez, los incrementos de los costos de producción y la utilización de los alimentos como bienes
de especulación, como el petróleo y los minerales, hacen que las alzas de
precio los hagan inaccesibles para una franja importante de la población.
La calidad de los
alimentos está amenazada por el incremento en la utilización de agrotóxicos,
especialmente los plaguicidas altamente peligrosos, debido a la expansión de los monocultivos, al
cambio climático y a la aparición de supermalezas resistentes a plaguicidas, y también puesta en riesgo por la
expansión de cultivos transgénicos como la soja, maíz, canola, berenjena,
poroto. La propaganda agroexportadora habla de una elevada calidad formal y
trazabilidad de los alimentos pero nada
dice de la calidad real de estos, con residuos
de plaguicidas y material genético que puede producir enfermedades según lo
acreditan estudios científicos independientes.
En todo el continente
se asiste a un embate de las empresas de semillas, muchas veces amparadas por
los mismos gobiernos, quienes buscan la aprobación de leyes que impidan la
conservación y utilización de semillas en manos de los productores y a su vez
propician el patentamiento de genes, plantas y semillas con la finalidad de
incrementar sus ganancias y avanzar en el control de la producción global de
alimentos. A la hora de resguardar el patrimonio genético, la biodiversidad y
la salud de la población, los gobiernos se muestran negligentes, en contraste
con su pronta disposición a proteger los intereses de las transnacionales
agroquímicas. Los planteamientos del relator de Naciones Unidas por el Derecho
a la Alimentaciòn, Olivier de Schutter respecto de abandonar el paradigma
productivista y optar por la agroecología, no han sido escuchados por los
gobiernos. Pese a los visibles impactos negativos del modelo agroexportador, los
organismos internacionales vinculados a la agricultura y la economía han
demorado en rectificar, y en implementar recomendaciones a los gobiernos que
les permitan dar un vuelco y priorizar
la agricultura familiar campesina.
Se requieren políticas
específicas que alienten la producción de alimentos sanos, sin transgénicos ni
plaguicidas para todos los habitantes de nuestros países, posibilitando el desarrollo de la agricultura
familiar campesina y protegiendo el patrimonio genético. Las políticas públicas
deben facilitar un real y consecuente acceso a la tierra y al agua en cantidad
y calidad suficientes para posibilitar una justa producción y acceso a los
alimentos. A su vez debemos propiciar la creación y desarrollo de mercados
locales a fin de evitar una intermediación que impide a los productores y
consumidores acceder a precios justos para unos y otros. Se requiere
desarrollar una mirada crítica a las modalidades actuales de consumo que en
definitiva son las que presionan a todo el sistema productivo rural. Las
organizaciones de consumidores deben conocer todas las implicancias de salud,
sociales y ambientales que genera la actual situación.
Se debe valorizar
a la agroecología como el único modo de
producción y relacionamiento entre los seres humanos y con los bienes
naturales que a partir del respeto de la
diversidad biológica y cultural garantiza la resiliencia, sustentabilidad y
estabilidad de los agroecosistemas y el acceso a una adecuada alimentación. La
agroecología es mucho más que un modo de producción, es una filosofía de vida y
de relacionamiento respetuoso entre los seres humanos y la naturaleza.
Los movimientos
sociales, las organizaciones de la sociedad civil, los sindicatos, las asociaciones
de productores, pescadores, apicultores, pastores, los pueblos originarios,
estamos llamados a involucrarnos en los procesos que lleven a la consecución
real y el respeto por la soberanía alimentaria. Se requiere generar y compartir
información, claridad de objetivos y actuar sobremanera con transparencia en nuestros
acuerdos y acciones
Red de Acción en Plaguicidas y Alternativas de
cambio de América Latina RAP-AL
Javier Souza Casadinho
Rivadavia 4097 Marcos Paz, Buenos Aires, Argentina
javierrapal@yahoo.com.ar
María Elena Rozas, Lucia Sepúlveda Alonso de Ovalle N°1618, Santiago de Chile
www.rap-chile.com
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