(un ejercicio
de memoria en el Día del Ejecutado Político, 30 de octubre, en 2013)
El prontuario
oculto de Odlanier Mena incluye al menos 6 secuestros y muertes con desaparición en Arica (Chaca Sur y Chaca
Norte; Putre); y múltiples falsos
enfrentamientos (ejecuciones ) en
Santiago y Concepción mientras estuvo al mando de la Central Nacional de
Informaciones CNI, entre diciembre de 1977 y julio de 1980.
A ello
se suma el encubrimiento en la Operación Retiro de Televisores, donde uniformados hicieron desaparecer por
segunda vez, lanzándolos al mar, los cuerpos de detenidos entre 1973 y 1978,
para impedir hallazgos similares al de Lonquén. Sin embargo, cuando la justicia
investigó uno de estos hallazgos de restos, en Peldehue, Odlanier Mena no
estuvo entre los sentenciados con irrisorias penas por esos atroces crímenes. La
primera demanda contra los responsables de la operación Retiro de Televisores
ordenada por Pinochet fue presentada por Gladys Marín, ex secretaria General
del Partido Comunista, en 2004. El ministro Cornelio Villarroel aplicó de
inmediato la amnistía, pero ello fue
rechazado por la Corte de Apelaciones.
Es lógico
que el historial criminal de Odlanier Mena no sea revelado por sus cómplices,
pero sorprende que luego del suicidio del ex director de la CNI, periodistas
autores de premiadas obras sobre los años de la dictadura se hayan unido al
coro que intentó canonizar –como señalara Alvaro Ramis en la revista Punto
Final – a “San Odlanier Mena mártir” (1).
Desaparecidos por la “unidad interna”
El
ex director de la CNI Odlanier Mena Salinas justificó en La Segunda, a fines
del 2000 la Operación Retiro de Televisores: "El hallazgo de cuerpos en
Lonquén produjo una grave conmoción social interna. El país estaba en los
preliminares de la casi guerra con Argentina…Se podía inferir que si aparecían
nuevos ‘lonquenes’ el frente interno se iba a dañar”. (2)
Un ex subalterno de Mena en la CNI, Enrique Sandoval Arancibia, ex mayor de ejército declaró en el proceso por los restos ubicados en Cuesta Barriga, investigado por el ministro Héctor Carreño y retomado por el juez Cristián Carvajal. Sandoval dijo que en 1978 el subdirector de la CNI, Jerónimo Pantoja, lo envió a chequear el lugar donde se rumoreaba que había restos de detenidos desaparecidos y le ordenó no dinamitar la mina sino usar ácido para demoler los cuerpos. Los restos, agregó, eran cerca de 20, y fueron puestos en 50 sacos de papas. Sandoval -hasta 2007 encargado de seguridad de la Municipalidad de Providencia, contratado por el ex alcalde Cristián Labbé – testimonió que pidió instrucciones a Mena sobre cómo proceder con el ácido. Mena suspendió sus vacaciones en Mehuin, llegando al día siguiente al aeródromo de Tobalaba en el helicóptero de la CNI y ordenando a Sandoval sacar los cuerpos y limpiar la mina. Detalló Sandoval que bajo las órdenes “del general Mena” llevaron los restos a la parcela expropiada al MIR en Malloco, donde pasaron la noche para luego partir al campo de entrenamiento del Ejército en Peldehue, donde subieron los sacos a un helicóptero y los arrojaron al mar, atados a rieles. (3)
Un ex subalterno de Mena en la CNI, Enrique Sandoval Arancibia, ex mayor de ejército declaró en el proceso por los restos ubicados en Cuesta Barriga, investigado por el ministro Héctor Carreño y retomado por el juez Cristián Carvajal. Sandoval dijo que en 1978 el subdirector de la CNI, Jerónimo Pantoja, lo envió a chequear el lugar donde se rumoreaba que había restos de detenidos desaparecidos y le ordenó no dinamitar la mina sino usar ácido para demoler los cuerpos. Los restos, agregó, eran cerca de 20, y fueron puestos en 50 sacos de papas. Sandoval -hasta 2007 encargado de seguridad de la Municipalidad de Providencia, contratado por el ex alcalde Cristián Labbé – testimonió que pidió instrucciones a Mena sobre cómo proceder con el ácido. Mena suspendió sus vacaciones en Mehuin, llegando al día siguiente al aeródromo de Tobalaba en el helicóptero de la CNI y ordenando a Sandoval sacar los cuerpos y limpiar la mina. Detalló Sandoval que bajo las órdenes “del general Mena” llevaron los restos a la parcela expropiada al MIR en Malloco, donde pasaron la noche para luego partir al campo de entrenamiento del Ejército en Peldehue, donde subieron los sacos a un helicóptero y los arrojaron al mar, atados a rieles. (3)
La Operación Retiro de Televisores se hizo en
todo el territorio nacional, y la CNI no pudo estar ajena a su desarrollo. En
2009 sin embargo, respecto de los hallazgos en otro lugar, Peldehue, la Corte Suprema confirmó condenas sólo
para quienes participaron directamente en las exhumaciones de los héroes de La
Moneda, y lanzaron al mar los restos de los desaparecidos enterrados en el
recinto militar. Pese a que el hecho fue tipificado como delito de lesa
humanidad, los 3 oficiales y 6 suboficiales culpables,no fueron a la cárcel.
Sólo firmaron en libertad condicional por la pena de 270 días.
Crímenes
en Arica
Mónica
Cristina Benaroyo Pencu fue
descuartizada viva en 1973, mientras
Odlanier Mena era jefe de zona en Arica, en Estado de Sitio. Profesora
uruguaya y traductora, Mónica (43 años) trabajaba en el departamento de cultura
de la Municipalidad de Arica, cuya alcaldesa era María Elena Díaz, de
militancia comunista. En entrevista al diario La Segunda, el
22 de septiembre de 2010, Mena señalaba que el 11 de septiembre, “preocupado de
un eventual guerra con Perú”, la noticia del golpe “me llevó a tomar detenidos a
todos los dirigentes comunistas, para que no me agitaran el problema interno”. El cuerpo decapitado de la joven profesional
fue hallado casualmente en 2008 por un soldado al interior de la Cuesta Chaca,
un recinto del Ejército, 22 km al sur de Arica. Una bala de 9 mm completaba el
hallazgo. Junto a los restos momificados, había un billete de un escudo (la moneda de la época), vestigios de un jean,
un poncho, y una cajetilla de cigarrillos Hilton. Mónica era rumana
nacionalizada uruguaya, y en Chile sus datos estaban en el registro de
extranjeros, lo cual permitió su identificación.
Figuraba como desaparecida en
el Informe de la Comisión para la Paz de Uruguay, por denuncia de un familiar
cercano. Para encubrir el crimen, se fabricó en septiembre de 1973 un
decreto de expulsión de la ciudadana uruguaya. La traductora, además
del rumano materno, hablaba inglés, italiano, francés, alemán y español. Su
padre había sido embajador de Irán (Persia) en la capital rumana, antes de la
segunda guerra mundial. Su identificación se logró ese mismo año, a
través de un inédito procedimiento de rehidratación de los dedos de su piel
momificada, realizado por la PDI (Policía de Investigaciones) pero sólo fue
confirmada por el Instituto Médico Legal el año 2010, por comparación con el ADN de su hermana
Fernanda. Tras ello sus restos –menos la cabeza, que nunca apareció- fueron
entregados en agosto de ese año a la secretaria de la Comisión para la Paz de
Uruguay, Soledad Cibils Braga.
Sus amigos
uruguayos la llamaban Monique. A su
regreso de una beca en la Universidad de La Habana, que premió su monografía sobre la vida del Ché Guevara,
Monique se había afiliado al Partido Comunista de Uruguay. Soñaba con regresar a Cuba. Fue
vista con vida por última vez el 11 de septiembre de 1973, detenida por militares y trasladada a un recinto
militar. (4)
Un
testigo sobreviviente y una condena
La
justicia chilena condenó sólo una vez, en 2009 al primer director de la CNI, como autor de
tres homicidios que tuvieron lugar en Arica mientras él era la máxima autoridad
del Regimiento Rancagua. Los ejecutados
iban a ser cuatro, pero uno, Waldo Sankan se salvó. Oscar Ripoll Codoceo (38
años) era ingeniero metalúrgico, funcionario del Servicio de Cooperación Técnica
(SERCOTEC). Julio Valenzuela Bastías (28 años) era radiooperador del
ferrocarril Arica‑ La Paz, y Manuel Donoso Dañobeitia (26 años) sociólogo, y
profesor de la Universidad del Norte. Fueron lanzados en un vehículo a la
bajada de la Cuesta Chaca Norte y
fusilados el 20 de octubre de 1973, a más o menos 35 Km. de Arica. La prensa local sindicó de inmediato a
los jóvenes militantes socialistas, como
autores del Plan Zeta a ser ejecutado en
Arica “por una organización para militar del ex Partido Socialista denominada
AGP, Agitación y Propaganda”. El Plan Zeta fue un burdo montaje publicado en
Chile a días del golpe para justificar la represión y convencer a la población
que la izquierda planeaba el asesinato
de miles de chilenos.
Con el testimonio –entre muchos
otros - del ex preso sobreviviente, la Corte Suprema, en un
fallo de mayoría emitido por los ministros Jaime Rodríguez, Hugo
Dolmestch y Carlos Künsemüller (con los votos en contra de Nibaldo Segura, y Rubén Ballesteros), confirmó
en 2009 la condena a Odlanier Mena como autor
de los homicidios de los citados militantes socialistas. La investigación la inició el juez Juan Guzmán el
año 2004 como un episodio de la Caravana de la Muerte ocurrido al fin de la estadía del criminal General ® Arellano Stark
en el norte. Mena fue amnistiado en primera instancia por el fallecido juez Víctor
Montiglio, en 2006. Pero los ministros de la Corte de Apelaciones, Dobra Lusic
y Raúl Rocha, y el abogado integrante Benito Mauritz, establecieron
posteriormente que los delitos de lesa humanidad no pueden amnistiarse ni
prescriben. Curiosamente, Sergio Arellano Stark fue absuelto en la causa, porque
no se pudo probar su paso por Arica en esa fecha.
La pena
de 10 años impuesta por la Corte de Apelaciones a Mena fue rebajada por la Corte
Suprema a 6 años, que también recibieron los suboficiales René Bravo
Llanos y Luis Carrera Bravo, integrantes del Departamento II de Inteligencia, autores materiales del crimen. En el
proceso, Mena se negó a confesar afirmando que otros mandos dieron las órdenes, y él sólo conoció del “accidente” ocurrido en el camino
Arica-Pisagua, en el que se habría desbarrancado un vehículo y muerto tanto
prisioneros como personal del ejército. En realidad nunca hubo uniformados
muertos. El certificado de defunción del
radio operador Julio Valenzuela indica como causa de muerte "herida a bala
con estallido pulmonar". Ripoll tenía la columna quebrada por las torturas
infligidas en el regimiento, según declaró el testigo Benjamín Arriagada en el
proceso, y todos presentaron heridas a bala.
Según el informe Rettig,
el 9 de octubre de 1973 los tres fueron llevados al Regimiento
"Rancagua" de la ciudad de Arica, uno de los centros de detención y
tortura en dictadura, detenidos e
incomunicados hasta el 18 de octubre. De
allí fueron trasladados al cuartel de Investigaciones, y sacados en la
madrugada del 20 de octubre por personal militar en tenida de combate –según un testigo - para
ser trasladados a Pisagua. El informe Rettig estableció que fueron llevados con
la vista vendada y las manos amarradas. El vehículo recorrió 40 kilómetros
hasta un punto –Cuesta Chacra- en que los conductores descendieron y empujaron
al rodado a un barranco.
Waldo Sankan sobrevivió porque
una puerta del vehículo se abrió expulsándolo. Llegó a pie a Arica y temiendo
por su vida, se presentó ante Mena acompañado del capellán militar Mario Ruiz,
quien ratificó estos dichos en el proceso. Declaró inculpando a Mena y el
personal a su cargo. Sankan fue relegado a Codpa en 1973 bajo la condición de
seguir manteniendo la versión oficial sobre el crimen.
“Mena incumple su deber”
El juez
Montiglio sostuvo en su fallo (5) que “el
propósito permanente de ocultar la verdad de lo ocurrido que se advierte en el
proceder del Comandante Mena constituye un fuerte indicio del obrar doloso de
éste, con la gravedad de que traslada su responsabilidad a sus subordinados,
incumpliendo de ese modo el deber de todo comandante de jamás hacer recaer sobre ellos la
responsabilidad de una resolución que a él ha correspondido. Se tiene presente
además el hecho que el coronel Mena no dispuso medida alguna en contra de los
supuestos insubordinados, lo que reafirma la convicción del tribunal en cuanto
a que no es efectivo que los miembros del Departamento II de Inteligencia que
intervinieron en los hechos hayan actuado de propia iniciativa, descolgándose
de la línea de mando y que, por el contrario, el actuar de dichos subordinados
fue en cumplimiento de una orden suya.”
En el proceso, el entonces mayor Mario Carrasco
González, entonces fiscal militar en Arica, había declarado que en su regimiento
“era el comandante Mena quien ordenaba todas las misiones secretas, reservadas
y ordinarias que se realizaban, por tanto debía tener conocimiento de los
hechos”.
Dos conscriptos
desaparecidos
Entre los crímenes por los que
Mena jamás fue enjuiciado está el secuestro y desaparición en octubre de 1974
de dos conscriptos del regimiento Rancagua de Arica, del cual él era su comandante. El juez Daniel Calvo entregó los restos de los soldados Juan
Francisco Peña Fuenzalida 21 años, y Sergio Amador Pantoja Rivera (19 años) a
su familia en 2002. Ambas osamentas, plenamente identificadas por el Instituto
Médico Legal, fueron encontradas en 1999
por el juez Juan Guzmán luego de remover terrenos en la localidad de Putre. El
juez constató que la mayor parte de los restos ya habían sido removidos
previamente.
El 27
de mayo de 1975 Odlanier Mena firmó la siguiente orden del día reservada que consideraba desertores a los desaparecidos:
"Conforme lo dispone el Art.314 del Código de Justicia militar, dése de baja
con fecha 31 de octubre de 1974, a los SL (C) Juan Peña Fuenzalida y Sergio
Pantoja Rivera, de la 2a. Compañía de Cazadores, por haberse cumplido el delito
de deserción". Sin embargo en 1978, la Dirección General de Reclutamiento
y Movilización de las Fuerzas Armadas, extendió un certificado señalando que
"Pantoja Rivera, Sergio Amador tiene su situación militar al día con valer
militar".
La verdad, relatada
por un ex conscripto del mismo regimiento, es que el 24 de octubre de 1974, luego
de ser interrogados por el Servicio de
Inteligencia Militar de Arica, Juan Peña Fuenzalida –recapturado luego de un
intento de fuga del campamento militar-
y Sergio Pantoja Rivera, fueron sacados con las manos atadas y vendados desde
el campamento de Putre al que habían sido trasladados, y subidos en un jeep que emprendió la marcha
por el camino hacia Arica.(6)
Juan Peña y Sergio Pantoja,
no fueron vistos nunca más y sus familias, de Rancagua, iniciaron la larga búsqueda meses después,
recibiendo contradictorias versiones. En diciembre de 2012, la Corte Suprema
condenó a 3 años y un día (prisión remitida) a los dos oficiales que estaban a
cargo del cuartel en Putre, como culpables del secuestro y desaparición de los
dos conscriptos del regimiento comandado por Odlanier Mena, quien una vez más
–oh justicia! – no fue encausado en el proceso, investigado por el ministro Mario
Carroza. Muy poco después de estos crímenes, desempeñándose en la DINE
(Dirección de Inteligencia del Ejército) fue ascendido a general.
CNI: Debut
con asesinato
Odlanier Mena, posteriormente acogido
a retiro, permaneció en el exterior, cumpliendo funciones diplomáticas en
Panamá y Uruguay. Regresó a Chile en 1977 a pedido de Pinochet, para encabezar
la Central Nacional de Inteligencia, CNI que sucedió a la DINA de Manuel
Contreras. Su primer acto de servicio –venía llegando de Montevideo- fue el asesinato del periodista Augusto
Carmona Acevedo (33 años) el 7 de diciembre de 1977. Lo encubrió como un
“enfrentamiento” instaurando un libreto que la CNI repetiría por décadas. La
línea de los montajes ya le era familiar y los impuso en la institución que buscaba
mejorar la imagen de la dictadura, en su peor momento tras el asesinato del ex
canciller Orlando Letelier en Washington.
La principal “innovación” introducida
por Mena consistió en no desaparecer los cuerpos de sus víctimas. El llevó a
cabo una selectiva labor de aniquilamiento de miembros de la dirección del
Movimiento de Izquierda Revolucionaria MIR, que intentaba retomar la iniciativa
de resistencia activa contra la dictadura. El trabajo de inteligencia
desplegado por la CNI descansaba fundamentalmente en el uso de la tortura,
tanto en el Cuartel Borgoño como en decenas de instalaciones clandestinas
a lo largo del país, en la huella de la DINA.
El ministro Leopoldo Llanos,
de la Corte de Apelaciones de Santiago, procesó el 4 de abril 2013 a Mena como
autor de este crimen de lesa humanidad. El procedimiento de la CNI incluyó
montar una “ratonera” en el barrio, copando la zona y el domicilio del
dirigente mirista. Vecinos del lugar, entre ellos el escritor Reinaldo
Marchant, atestiguaron que Carmona fue acribillado al ingresar a su casa y
arrastrado hacia el interior. Esa noche
el director de la CNI, llegó al lugar de los hechos, calle Barcelona en
la comuna de San Miguel, en un automóvil Volvo del año, según declaró en el
proceso Juan Arancibia López, uno de sus choferes.
Carmona en 1977 había dejado
atrás el periodismo tradicional, y desde la dirección máxima del MIR
impulsaba la lucha de resistencia y la
prensa clandestina. Por sus amplios vínculos con la izquierda e incluso con
sectores progresistas de la democracia cristiana, desarrollaba conversaciones
orientadas a la unidad antidictatorial.
El periodista, en democracia fue redactor político del tele-noticiero
“NueveDiario” en el entonces Canal 9 de TV de la U de Chile, presidente del sindicato de trabajadores de ese Canal, y
redactor de la revista Punto Final desde su fundación en 1965. En 1970, con la estación ocupada por sus trabajadores en apoyo al proceso que
se vivía en el país, Augusto Carmona había sido elegido jefe de prensa de esa
estación televisiva, hoy Canal 11,
Chilevisión, del grupo Time Warner-CNN.
En abril de 2013, al conocerse
los procesamientos por el homicidio del periodista, la querellante Lucía
Sepúlveda, que junto a su hija Eva María
Carmona interpuso la demanda, había hecho notar que algunos de los procesados
en prisión por crímenes similares, disfrutaban de beneficios carcelarios como
salidas de fin de semana y otros se
paseaban libremente, “condenados” sólo a firmar mensualmente. Mena a esa fecha
hacía uso de salida semanal de viernes a domingo. Pero el nuevo procesamiento
no alteró su beneficio ya que el juez le concedió la libertad bajo fianza.
En 1993 se había aplicado la
amnistía por este homicidio, y la causa sólo se logró reabrir el año 2003. “La
encargatoria de reo es apenas el primer paso hacia una sentencia que marque el
fin de la impunidad”, dijo entonces Lucía Sepúlveda quien hoy considera que
Odlanier Mena eludió la justicia
mediante el suicidio, siguiendo el modelo de Pinochet que se declaró
loco.
“Valoramos que la
investigación califique el crimen como de lesa humanidad e incluya al máximo
responsable de la CNI, Odlanier MENA, como autor del delito, junto a los
miembros de la Brigada Azul, encargada de la represión al MIR”, manifestó
entonces la abogada Alejandra Arriaza. Los agentes que declararon en el proceso
llevado adelante inicialmente por el ministro de fuero Alejandro Solís, sostuvieron
que desde el reemplazo de la DINA por la CNI, todos los operativos de
exterminio debían tener su autorización previa.
Procesados de la Brigada Azul
Mena reorganizó los antiguos
grupos Halcón de la DINA denominando “Brigada Azul” a una de las nuevas bandas,
con casi los mismos secuaces, lo que
muestra que sus discrepancias con Contreras eran parte de las luchas de poder.
La ejecución de Augusto Carmona fue supervisada por Miguel Krassnoff bajo el
probable mando operativo del ex mayor de ejército Manuel Provis Carrasco.
Krassnoff, procesado como autor de este homicidio, cumple condenas efectivas de
cárcel por 103 años por decenas de crímenes, sin beneficios hasta ahora.
Encabezó la represión al MIR, mediante
la tortura, desaparición forzada y técnicas de guerra sicológica y gozó hasta octubre
de una cárcel dorada en el Penal Cordillera, con toda clase de privilegios, no
demasiado diferentes de los que tiene ahora en Punta Peuco.
En diciembre de 2012 la Corte
Suprema confirmó la pena impuesta a otro procesado, cuyas declaraciones sobre
Cuesta Barriga ya citamos en esta investigación. Enrique Sandoval Arancibia fue
condenado a 10 años y 1 día como autor
de la muerte de Luis Pantaleón Pincheira Llanos, Jaime Alfonso Cuevas Cuevas,
Luis Nelson Araneda Loayza, todos ellos militantes del MIR, y Juan Ramón Soto
Cerda, socialista, en Las Vizcachas (1981). Cumplió en libertad la pena de 5
años por el crimen del niño Carlos Fariña Oyarce, de 13 años, y está procesado
como autor del asesinato de Germán Cortés (1978).
Un cuarto procesado, Manuel
Provis Carrasco, ex jefe del Batallón de Inteligencia del Ejército, fue
condenado en segunda instancia a 5 años y un día por los delitos de asociación
ilícita, secuestro y posterior homicidio en Uruguay (1995) del químico Eugenio
Berríos, ex agente de la DINA. También tiene una condena a firme pero en libertad vigilada, a 4 años por homicidio y cuatro por asociación
ilícita por el asesinato del mayor Gerardo
Huber (en 1992).
El quinto reo, José Fuentes
Torres, “El cara de santo” o “Marco Cruzat” también cumplía en libertad condena
a tres años como autor del secuestro de Mireya Pérez Vargas y está procesado
por su participación en la Operación Colombo (caso de Los 119 desaparecidos).
El sexto reo Luis René Torres
Méndez alias “Negro Mario”, estaba en libertad condicional, procesado por su
participación en secuestros en la Operación Colombo, Operación Cóndor y las
detenciones de dirigentes comunistas en calle Conferencia.
El séptimo reo, Basclay Zapata
Reyes, “El Troglo”, cumple condena en Punta Peuco por once secuestros y el
homicidio de Lumi Videla. Procesado por Operación Colombo.
La octava encargatoria de reo
como autora del asesinato de Augusto Carmona es para Teresa Osorio Navarro,
“Chica Tere”, quien está procesada por Operación Colombo y por calle Conferencia.
Libre al momento del procesamiento.
La causa judicial continúa
respecto de estos criminales. El ministro Llanos prepara la acusación contra ellos
ya que los procesamientos ya están ratificados por la Corte de Apelaciones.
Odlanier Mena continuó en el camino de los falsos enfrentamientos, cuando
el 18 de enero de 1978, la CNI asesinó a Germán
Cortés Rodríguez (29 años), también
dirigente del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), detenido dos días antes. El montaje publicado
por la prensa sostenía que luego de su
detención fue conducido a su domicilio para entregar documentación y “estando allí en un momento trató de
sorprender a los funcionarios de seguridad, disparándoles un arma que extrajo
debajo de una cama, no logrando herirlos y siendo muerto por ellos,” lo que es
refutado por ex detenidos. Germán Cortés fue conducido al lugar en muy mal
estado debido a las torturas recibidas y abatido allí por la CNI.
En agosto de 2013 el ministro de fuero Jorge Zepeda encargó reos
por el asesinato de Germán Cortés, a tres miembros de la citada Brigada Azul:
Krassnoff , Sandoval Arancibia y Basclay
Zapata. No alcanzó a dictarse el procesamiento contra Odlanier Mena aunque dos
testigos sobrevivientes, ex detenidas políticas junto a Germán Cortés lo
inculpaban: Haydée Palma y Bernarda Santelices.
El mismo
día de la ejecución de Germán Cortés (18 de enero) fue asesinado por la CNI Gabriel Octavio Riveros Ravelo (29
años) ingeniero y militante del MIR. Agentes del organismo dirigido por Mena irrumpieron violentamente en su domicilio
disparando. Se dijo que Gabriel había muerto de un disparo suicida. El ingeniero formaba parte del apoyo
logístico del dirigente Germán Cortés.
En su departamento se reunía la dirección del MIR, encabezada entonces por
Hernán Aguiló. (7)
Otros crímenes perpetrados por la CNI bajo el mando
de Mena fueron incluidos en una querella interpuesta ante el entonces juez Juan
Guzmán, por genocidio contra el MIR(8). José
Avilés Miranda (72 años), contratista, de 72 años fue asesinado el 28 de abril de 1979. El cadáver del
simpatizante del MIR, padre de un exiliado político que había estado preso en
la isla Dawson, fue encontrado en Fundo
El Montijo de Renca. Había salido el día anterior de su domicilio en la comuna
de Pudahuel a hacer algunas diligencias. La CNI informó a la prensa que el MIR
había ajusticiado a Avilés, versión refutada en el informe Rettig. El montaje tuvo
una segunda fase. La CNI informó que el
17 de mayo de 1979, Arturo Ricardo Nuñez Muñoz (24 años), obrero de la
construcción, militante del MIR, había
sido ajusticiado por esa organización. En realidad Núñez fue detenido un día antes apareciendo su
cuerpo al día siguiente en el sector de Quilicura, con dos impactos de bala en
la cabeza.
El 21 de junio 1979,
Juan Carlos Gómez Iturra, “Loquillo”, 27 años, dirigente del MIR y ex preso político
(hijo del fallecido periodista José Gómez López) murió luego de ser detenido y baleado en las
cercanías de Lo Valledor, tras un
control policial que intentó eludir junto a otro resistente. Juan Carlos Gómez fue uno de los participantes en la huelga
de hambre que en 1975 los prisioneros políticos del campo de concentración de
Puchuncavi, realizaron en protesta
contra el montaje periodístico de la
Lista de los 119 (Operación Colombo). Gómez, amnistiado en 1978, decidió permanecer en Chile. Capturado y
herido, fue torturado por un carabinero en un vehículo e ingresó muerto al Hospital Barros Luco, a causa de heridas a bala torácico abdominales
con salida de proyectil, según el certificado de defunción. Su acompañante fue condenado a 10 años de
cárcel por la muerte de uno de los policías. En 2011, su hermano, el senador Juan Antonio
Gómez presentó una querella por su muerte, que lleva adelante el ministro
Carroza.
El 23 de junio de 1979 fueron ejecutados en Concepción Alberto Eugenio Salazar
Briceño, ex marino de Talcahuano e Iris Yolanda Vega Bizama, miembro
de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, AFDD. Ambos eran
militantes del MIR y murieron al explosionar un artefacto explosivo en calle Maipú. La CNI los
acusó de intentar colocar una bomba en
el local de Radio Nacional. Otras diez personas fueron detenidas y acusadas de
planificar la operación. Todos los imputados fueron absueltos en 1980 y por el
homicidio de Alberto Salazar e Iris Vega, reconocido por el Informe Rettig no
hay procesados.
El 4 de agosto de 1979 murió Antonio Apolonio Lagos
Rodriguez (33 años), técnico
en minas y militante del MIR que cumplía tareas de resguardo de Andrés Pascal,
secretario general de ese partido. Su casa ubicada en El Arrayán, fue atacada
por efectivos de la CNI. La policía secreta buscaba a Pascal, que había
retornado a Chile ese año y vivía allí pero no llegó esa noche. A consecuencia de
los disparos se produjo un incendio en el inmueble y una explosión. Antonio
Lagos murió carbonizado.
El 21 de agosto de 1979 en el centro de Santiago, fue detenido por un carabinero el
profesor secundario Federico Alvarez
Santibáñez, por lanzar panfletos del MIR. Desde la 9ª Comisaría la CNI lo llevó
al cuartel secreto de Borgoño 1470, donde fue torturado durante seis días por
cuatro agentes, entre ellos Jorge Andrade Gómez y Jorge Vargas Bories. Sin
poder sostenerse en pie y sangrando profusamente, se le condujo ante un fiscal
militar quien lo envió incomunicado a la Penitenciaría. Al día siguiente los
gendarmes lo trasladaron a la Posta Central donde falleció víctima de
contusiones múltiples, fractura de cráneo y aspiración de sangre y vómitos. El
sumario llevado a cabo por el Colegio Médico en contra de los miembros de la
orden que participaron en los hechos, indica que la causa de la muerte no fue un
golpe en la cabeza, mencionado en la
versión dada a conocer por la CNI y el gobierno
(7).
El 27 de noviembre de 1979 muere el profesor Ricardo Ruz Zañartu (36 años) dirigente del MIR, ex preso político liberado en 1978.
La versión del informe Rettig indica que intentó evitar un control vehicular de
Carabineros en calle Pedro de Valdivia esquina Las Encinas, en Santiago. El se percató de esta situación y
trató de huir en el taxi en que se movilizaba, produciéndose en ese momento “un
enfrentamiento con los policías que le causó la muerte”, el conocido libreto propalado
por la CNI. También ese día de 27 noviembre, es abatido Andrés Fernando Fuenzalida Zurita (33 años). La versión oficial indica que fue muerto en Pedro de Valdivia con Las Encinas, Santiago, por Carabineros, en un enfrentamiento, como indicaban todos los comunicados oficiales de la época. Tres días antes, un comando miliciano de la resistencia había asaltado un camión recaudador del Banco Concepción, en el supermercado Agas ubicado en Manquehue Sur, Las Condes. La CNI sindicó a Andrés Fuenzalida como culpable de la muerte del cabo carabinero Bruno Burdiles Vargas durante esa acción.
Al año siguiente, el 28 de abril de 1980 muere “en un enfrentamiento con fuerzas de seguridad”, según la versión oficial, Oscar Salazar Jahnsen, profesor, quien salió de su casa, no regresando al mediodía como se había comprometido. Había sido objeto de seguimientos previos, razón por la cual había interpuesto un recurso de amparo preventivo en su favor. Ese mismo día, un comando de la Resistencia había accionado frente a la llama de la Libertad en el cerro Santa Lucía, resultando muerto un carabinero. A las 20:00 horas fue allanado su domicilio por personal de la CNI. Al día siguiente los familiares leyeron en los diarios que Oscar Salazar había fallecido en un enfrentamiento.
A fines de 1980 Odlanier Mena dejó la CNI, cuestionado porque pese al aumento de detenciones, el uso de la tortura y el montaje de falsos enfrentamientos, el MIR continuaba operando con audaces acciones armadas. El 15 de julio de 1980 un comando de la resistencia ajustició a Roger Vergara, director de la Escuela de Inteligencia del Ejército. Pinochet pidió la renuncia a Odlanier Mena el 24 de julio, asumiendo el mando de la policía secreta el ex miembro de la Junta militar, general ® Humberto Gordon Rubio hasta entonces jefe de zona en Estado de emergencia. Pinochet ordenó a Gordon coordinar desde un denominado Comando Antisubversivo (CAS) a los servicios que investigaban el ajusticiamiento del coronel Roger Vergara.
Gordon había conformado un comando Antisubversivo integrado por la Brigada de Homicidios (BH), la recién creada Brigada de Inteligencia Policial (BIP), el Departamento OS-7 de Carabineros y la Brigada Metropolitana de la CNI, que también empezó su gestión con un crimen. El 2 de agosto de 1980 murió a consecuencias de la tortura el estudiante de Periodismo Eduardo Jara Aravena (29 años) militante del MIR, secuestrado el día 23 de julio, en la esquina de las calles Eleodoro Yáñez con Los Leones junto a Cecilia Alzamora, quien sobrevivió. Nunca hubo condenas por el asesinato de Eduardo Jara, aunque cayó la plana mayor de Investigaciones encabezada por Ernesto Baeza, debido a las repercusiones de ese y otros casos (9). De ahí en adelante, en la CNI la historia vuelve a repetirse con nuevos asesinatos y montajes, detenciones y uso permanente de la tortura como método principal de investigación, en la huella de su fundador, Odlanier Mena.
La Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, que preside Alicia Lira, entregó a los tribunales de justicia 311 nuevas querellas por ejecutados políticos, hombres y mujeres entre los cuales están varios de los casos aquí reseñados (10). Ello forma parte de la campaña que ha mantenido la agrupación: “Impunidad Jamás”. Un total de 1350 víctimas fueron ejecutadas por agentes del Estado en dictadura. Gran parte de esos crímenes fueron perpetrados por la CNI, moldeada por su primer director Odlanier Mena quien ni siquiera cumplió los 6 años de prisión dorada a la que fue condenado por la justicia chilena, y fue enterrado en medio de vítores de uniformados activos y retirados de su generación. Pero el pueblo de Chile y las nuevas generaciones ya no aguantan más mentira y más impunidad y no desean que más criminales puedan eludir la justicia.
Fuentes:
1) Alvaro
Ramis, “En la Piel del Verdugo”, Punto Final, edición 791.
2) “Ex
Director de la CNI advierte”, en La Segunda, 15 noviembre 2000, citado por
Elizabeth Lira y Brian Loveman en “El espejismo de la reconciliación Política
en Chile: 1990-2000”
3) Operación
Retiro de Televisores, en “Los Crímenes que estremecieron a Chile, Jorge
Escalante, Nancy Guzmán, Javier Rebolledo y Pedro Vega” (Ceibo 2013), págs.
357-373.
4) http://www.memoriaviva.com/Ejecutados/Ejecutados_B/benarroyo_pencu_monica.htm
5) Fallo Cuaderno Arica del Proceso Caravana de la Muerte, dictado por Víctor Montiglio el 12 de abril de 2006.
5) Fallo Cuaderno Arica del Proceso Caravana de la Muerte, dictado por Víctor Montiglio el 12 de abril de 2006.
http://www.memoriaviva.com/Desaparecidos/D-P/juan_francisco_pena_fuenzalida.htm
8) Querella
Víctimas MIR http://www.derechos.org/nizkor/chile/doc/QMir03.html
10) http://notascect.wordpress.com/2011/07/18/afep-presenta-311-nuevas-querellas-por-ejecutados-politicos/
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