sábado, junio 14, 2008

Otilia Vargas, madre de 5 hijos asesinados por la dictadura, falleció hoy



El 14 de junio, al atardecer falleció en Santiago la señora Otilia Vargas Vargas, madre de cinco militantes del MIR asesinados durante la dictadura militar, entre ellos su hijo mayor, Dagoberto Pérez Vargas (28 años), dirigente nacional de esa organización, caído en Malloco en octubre de 1975. En la foto (de Punto Final) junto al Memorial del Detenido Desaparecido, recordando a dos de sus hijos, desaparecidos, Carlos Freddy (Operación Colombo/lista de los 119, 25 años) y Aldo (23 años), detenido pocos días después, ese mismo septiembre de 1974.
Otilia murió de cáncer, como muchas de las madres de desaparecidos. El dolor de la pérdida, la impotencia por más de tres décadas de impunidad ante estos crímenes de la dictadura, se corporizaron finalmente en el tumor que logró abrirse paso sólo cuando el cansancio y los años lo hicieron posible. Porque antes, Otilia no se dio tregua alguna. Ella siguió luchando, pidiendo justicia, alentándonos a todos con serenidad, con amor, con una sabiduría de maestra - ésa era además su profesión- y de madre, que vaya sí supo serlo! Crió hijos formidables, la sobrevive una hija hermosa y golpeada por la tragedia a quien quiso proteger siempre desde esos aciagos días.
Migajas de justicia
Parece irónico, pero pocas semanas antes de la muerte de Otilia, el 19 de mayo, el ministro en visita Alejandro Solís anunció el procesamiento de varios agentes de la DINA por el secuestro y ejecución (homicidio calificado) de Mireya. Al igual que su hermano mellizo Iván, Mireya (de apenas 21 años de edad) murió en manos de la DINA el 24 de febrero de 1976, en circunstancias que Solís califica como un crimen de lesa humanidad. Mireya Pérez Vargas -dice el fallo - resultó herida a bala en una pierna cuando la Dina llegó disparando a una casa del pasaje Juan Ramón Jiménez (ubicado en la Avenida Vicuña Mackenna, comuna de La Florida). "Ella vestía pantalón verde y blusa floreada de seda y la trasladaron hasta Villa Grimaldi, allí fue vista por varios testigos, fue interrogada, torturada y en horas de la tarde fue ultimada en este recinto en presencia de los agentes de la DINA". Iván su hermano, había sido acribillado por la DINA previamente en el patio de la casa. También cayó herido de muerte Amador del Fierro, que también militaba en el MIR, y en los hechos murieron un agente de la DINA, Tulio Pereira y una pequeña de siete años que jugaba en el lugar. Señala textualmente el ministro Solis en el fallo: "por haber fallecido en el operativo un agente de la DINA, se le da (a Mireya) un tratamiento diferente a los empleados con (otros) miembros del MIR y se le da muerte en Villa Grimaldi en presencia de los agentes de la DINA, de lo que resulta que dicho delito es de naturaleza especial, que lo diferencia de un delito común, de modo que, en la terminología del Derecho Penal Internacional, debe considerarse como 'un ataque sistemático o generalizado en contra de bienes jurídicos fundamentales”, como es la vida, a una parte de la población civil, con determinada opción ideológica, con la participación del Poder político, por la intervención de agentes del Estado, destinados, 'en comisión de servicios', a la Dirección de Inteligencia Nacional y concluirse, por ende, que estamos en presencia de 'un delito de lesa humanidad”.

La noche que supe del fallo, como otras veces que había novedades relacionadas con los juicios, quise contarle a Otilia la noticia de los procesamientos a Manuel Contreras,ex Director de la DINA y sus compinches Carlos López Tapia (coronel(R) de ejército, jefe de Grimaldi, ex alcalde de Hijuelas, involucrado en la Caravana de la Muerte) y Miguel Krassnoff, este último al mando de la Brigada Halcón encargada de exterminar al MIR. Ellos ya cumplen condena por otros crímenes en el recinto penal “Cordillera”, al igual que Basclay Zapata Reyes. José Enrique Fuentes Torres,incluido en la resolución, deberá continuar en prisión preventiva en el Regimiento de Telecomunicaciones. Todos ellos fueron procesados como autores de los delitos de secuestro y homicidio calificado de Mireya. Fuentes Torres está procesado por primera vz, actuó en Rinconada de Maipu,pasó por el centro de torturas de Londres 38, integró el grupo Halcón y también estuvo en la casa de José Domingo Cañas y en Villa Grimaldi.
La versión oficial de la dictadura en esos años, fue que Mireya había muerto durante el enfrentamiento. Pero la investigación judicial probó que fue torturada y ejecutada en Villa Grimaldi. En el fallo se menciona a Iván como víctima de la violencia política (citan el informe Rettig), pero los procesamientos son sólo por Mireya que fue secuestrada y luego torturada y finalmente asesinada.
Otilia siempre estaba atenta a las noticias, escuchaba radio y la TV y pedía que le leyeran revistas, especialmente Punto Final. Ya estaba prácticamente ciega pero su obstinada lucha por verdad y justicia la mantenía alerta.

Pensé que la animaría saber de esta tardía pero necesaria gota de justicia, que se une al procesamiento de los resposables del secuestro de Carlos Freddy Pérez Vargas, (Lista de los 119) y de su hermano Aldo, dictados por el juez Victor Montiglio a comienzos de mayo. El juez Guzmán había iniciado esa investigación y ya en 2005 dictó procesamientos por el caso de Carlos. Es el fruto largamente demorado de los esfuerzos de Otilia y de todos los luchadores por los derechos humanos. Ella misma así como muchos ex presos que vieron a Mireya en Villa Grimaldi habían declarado ante el ministro Solis revelando los hechos.
Pero esa noche Paty, su hija, respondió al teléfono y me contó que la salud de Otilia había empeorado y ya no pude comentarlo con ella. Cuando este martes 10 me despedí de Otilia, con un beso en la frente, ella me apretó la mano con cariño. Una de sus personas más cercanas me contó hoy que encontraron la forma de contarle las novedades judiciales y que creían eso había sido para ella como una suerte de último regalo...
Otilia tenía 80 años, y era profesora primaria. Sus hijos Dagoberto,
miembro de la comisión política del MIR; Carlos, Aldo, Mireya e Iván Pérez
Vargas, militantes de ese partido, fueron asesinados entre 1974 y 1976. Carlos
y Aldo se cuentan entre los centenares de detenidos desaparecidos bajo la
tiranía.
La señora Otilia Vargas estuvo en la clandestinidad después del golpe militar y
luego vivió en el exilio en Cuba entre 1976 y 1992, junto con Patricia, y su esposo, Osvaldo, fallecido hace varios años. Ella libró una larga lucha por la verdad y la justicia. Escribió un libro, “La dictadura me arrebató cinco hijos” (Editorial Mosquito) que relata la dramática experiencia de su familia.
Sus restos serán velados en la Iglesia Don Bosco, Gran Avenida 8340, y los funerales se realizarán el lunes 16 de junio al mediodía, en el cementerio parque de La Florida.

Para contactos: fono 559 1735.

No hay comentarios.: