Interpelado por vecinos y campesinos,
el diputado Luis Lemus (PS, distrito 9 de Coquimbo) anunció en El Maitén el 30
de octubre, que votará en contra del TPP. No forma parte de esa mayoría
que está a favor del pacto y que ya lo ha notificado al
gobierno, en respuesta a una vecina, en la
reunión realizada en la sede de El Maitén, localidad del valle de El Mostazal ubicado
en la comuna coquimbana de Montepatria. Allí se le interrogó por el tema, debido
a que el TPP obliga a Chile a ratificar el Convenio UPOV/91 que en castellano
es la Ley Monsanto de privatización de la semilla campesina e indígena. El
motivo del encuentro, convocado por organizaciones locales, era buscar apoyo luego
de las nevazones recientes que quemaron cultivos en floración, como nogales y
damascos.
Lemus representa
las comunas de Canela, Combarbalá, Illapel, Los Vilos, Monte Patria, Punitaqui,
Salamanca (distrito 9) de la Región de Coquimbo, zona donde se encuentra el
mayor porcentaje de plantaciones frutícolas del país, según un estudio de
CIREN.
En la reunión se encontraba también
el Seremi de agricultura Andrés Chiang quien aportó a la discusión recordando
que “el gobierno en 2014 bajó una ley que privatizaba la semilla, no recuerdo
el número, pero le decían la ley Monsanto”.
Otros votantes del No
A
comienzos de octubre adhirieron a la Plataforma Chile Mejor sin TPP, los
siguientes parlamentarios: Gabriel Boric, Diputado por el distrito 60, XII
Región de Magallanes y de la Antártica Chilena; Giorgio Jackson, diputado por
el distrito 22: Región Metropolitana; Alejandro
Navarro, senador por la circunscripción: 12 (Biobío Costa); Gaspar Rivas, diputado
por el Distrito 11: V Región de Valparaíso, y Camila Vallejo, Diputada por el Distrito 26: RM Región
Metropolitana.
La campaña Yo No Quiero Transgénicos en Chile inició la última semana de
octubre una interpelación masiva a todos los parlamentarios respecto de su
posición sobre el TPP, en paralelo con información al público – y a los propios diputados
y senadores - sobre las consecuencias del tratado negociado en secreto durante
cinco años. La privatización de la semilla y del acceso al conocimiento están
entre los negativos impactos de esta alianza, que además entrega la soberanía del país, impidiendo
que en el futuro el país pueda dictar nuevas leyes como la moratoria a los
transgénicos, el etiquetado de ese tipo de alimentos, o la prohibición de
plaguicidas cancerígenos. El tratado congela la actual legislación, ya que iniciativas
posteriores al tratado, podrán ser consideradas dañinas a la inversión y los
intereses de los países firmantes, en especial Estados Unidos que encabezó la negociación. Hasta la fecha ni ciudadanos ni parlamentarios conocen el contenido total del
tratado cuya aceptación fue comunicada oficialmente por la presidenta Bachelet.
Sólo conocemos el capítulo sobre Propiedad Intelectual filtrado por Wikileaks, y
luego confirmado en su contenido por el gobierno.
Nota:
la grabación citada incluye la pregunta (fundamentada) y la respuesta de Lemus
(breve y clara).
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