Los ciudadanos que nos manifestábamos en el exterior del Congreso y nos
aprontábamos a ingresar a la sesión, nos enteramos por celular, que la Ley
Monsanto (Obtentores Vegetales) no se discutiría ni ese día ni el miércoles,
fecha en que cesa en funciones el actual Senado. Otras eran las urgencias e
intereses al interior del Senado, donde todo se cocinaba y negociaba en los
pasillos, mientras que en la sala de sesiones era difícil que hubiera quorum
para sesionar y/o votar. El cambio de la tabla es una práctica habitual,
nos dicen, pero ello da cuenta también del desinterés de los senadores en
general, respecto del tema que nos preocupa.
El gobierno y los legisladores partidarios de regalar el patrimonio
genético del país, lograron su objetivo: que la Ley Monsanto no fuera rechazado
durante la administración de Piñera, pasando la pelota al nuevo gobierno,
cuya Presidenta en rigor es la autora de una iniciativa cuestionada
ampliamente incluso por los senadores de su coalición. Esta forma de
gobernar y de hacer las leyes "por secretaría", sin claridad de cómo
continúa el proceso, genera repudio en las organizaciones sociales movilizadas
que sin embargo están decididas a impedir el triunfo de esta estrategia
distractiva de quienes manejan las leyes del país. La web oficial del senado
anuncia ahora que el nuevo senado iniciará su trabajo discutiendo la Ley de
Alcoholes. Por otra parte, ya se iniciaron en la cámara alta las conversaciones
para dar viabilidad a las 50 medidas y sus respectivos proyectos de ley
prometidos por Bachelet como debut de su gobierno.
Desconfianza
ciudadana
La lógica indicaría que el proyecto deberá ser retirado, pues otras serían
las urgencias de Bachelet, pero la desconfianza ciudadana es tal que
muchos sospechan que habrá nuevas maniobras para recolocar el proyecto en
momentos que la atención pública esté volcada a un partido de fútbol, por
ejemplo. Luego de la Presidenta Bachelet, será la senadora Isabel
Allende, nueva Presidenta del Senado, quien deba tomar decisiones al
respecto bajo la mirada vigilante del amplio movimiento de defensa de la
semilla que se ha ido conformando desde que saltó a la luz pública la
aprobación por el Senado, del convenio UPOV 91. James Anaya, relator especial
de Pueblos Indígenas para Naciones Unidas conocerá por otra parte la
denuncia presentada por organizaciones indígenas contra el Congreso de Chile
por no haber sido consultadas en la discusión de un proyecto que vulnera sus
derechos, haciendo caso omiso del compromiso contraído por el Estado de Chile al
firmar el Convenio 169 sobre derechos de los pueblos indígenas.
Hasta Valparaíso llegaron nuevamente en la tarde del martes 4, integrantes de la campaña Yo No Quiero Transgénicos en Chile, dirigentas de ANAMURI, la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas, la Agrupación Ecologista de Aconcagua, RAP-AL, Tierra Nueva, la Revolución de la Cuchara, la organización estudiantil UNE, la Red de Semillas Libres, Proyecto Dedos Verdes, el Partido Ecologista de Valparaíso, Colectivo Ecológico, y diversos defensores de las semillas libres de patentes, transgénicos y plaguicidas. Las organizaciones expresaron su firme voluntad de continuar en la lucha por la defensa de la semilla. "Este senado fue el que aprobó el convenio internacional UPOV 91 que privatiza la semilla campesina y cuya promulgación logramos detener al difundir y alertar sobre sus consecuencias, impidiendo hasta ahora la aprobaciòn de la ley Monsanto ligada al convenio. Así fue como el UPOV 91 quedó sin promulgarse. Ahora la Presidenta Bachelet tendrá que retirar el proyecto que envió en su anterior mandato, es lo que exigiremos, porque además en su campaña se comprometió a velar por la soberanía alimentaria y defender la semilla campesina", expresaron en sus intervenciones voceros de la campaña Yo No Quiero Transgénicos. "Michelle, Michelle, retira la ley!" fue uno de los cantos en la jornada. Una columna de manifestantes detuvo el tráfico frente a la plaza O’Higgins explicando a los transeúntes la lucha en defensa de la semilla campesina, amenazada por transnacionales como Monsanto y Dupont Pioneer, entre otras semilleras que producen en Chile semillas híbridas y transgénicas y serían beneficiadas al lograr el monopolio de la venta y comercialización de estas.
En Valparaíso, los pasos peatonales de Pedro Montt con Uruguay fueron ocupados con tambores, cánticos, pancartas, carteles, recibiendo aplausos y bocinas de los vehículos confirmando que esta lucha es transversal, y pertenece a tod@s. En Valdivia y otras ciudades y localidades se realizaban también actividades de rechazo a la Ley Monsanto, enviando un claro mensaje a los legisladores y el gobierno entrante.
Hasta Valparaíso llegaron nuevamente en la tarde del martes 4, integrantes de la campaña Yo No Quiero Transgénicos en Chile, dirigentas de ANAMURI, la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas, la Agrupación Ecologista de Aconcagua, RAP-AL, Tierra Nueva, la Revolución de la Cuchara, la organización estudiantil UNE, la Red de Semillas Libres, Proyecto Dedos Verdes, el Partido Ecologista de Valparaíso, Colectivo Ecológico, y diversos defensores de las semillas libres de patentes, transgénicos y plaguicidas. Las organizaciones expresaron su firme voluntad de continuar en la lucha por la defensa de la semilla. "Este senado fue el que aprobó el convenio internacional UPOV 91 que privatiza la semilla campesina y cuya promulgación logramos detener al difundir y alertar sobre sus consecuencias, impidiendo hasta ahora la aprobaciòn de la ley Monsanto ligada al convenio. Así fue como el UPOV 91 quedó sin promulgarse. Ahora la Presidenta Bachelet tendrá que retirar el proyecto que envió en su anterior mandato, es lo que exigiremos, porque además en su campaña se comprometió a velar por la soberanía alimentaria y defender la semilla campesina", expresaron en sus intervenciones voceros de la campaña Yo No Quiero Transgénicos. "Michelle, Michelle, retira la ley!" fue uno de los cantos en la jornada. Una columna de manifestantes detuvo el tráfico frente a la plaza O’Higgins explicando a los transeúntes la lucha en defensa de la semilla campesina, amenazada por transnacionales como Monsanto y Dupont Pioneer, entre otras semilleras que producen en Chile semillas híbridas y transgénicas y serían beneficiadas al lograr el monopolio de la venta y comercialización de estas.
En Valparaíso, los pasos peatonales de Pedro Montt con Uruguay fueron ocupados con tambores, cánticos, pancartas, carteles, recibiendo aplausos y bocinas de los vehículos confirmando que esta lucha es transversal, y pertenece a tod@s. En Valdivia y otras ciudades y localidades se realizaban también actividades de rechazo a la Ley Monsanto, enviando un claro mensaje a los legisladores y el gobierno entrante.
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