viernes, enero 29, 2010

Jorge Martin retornó a prisión justo 20 años después de fugarse de la cárcel


A Jorge, un compañero digno y consecuente, lo conocí en Madrid en noviembre del año pasado y doy fe de su amor por Chile, de su constante interés por lo que pasa en este país y su necesidad de retornar, por supuesto que sin perder su libertad. Pero Jorge no se aguantó más,porque no es verdad que veinte años no es nada! Me regaló un libro sobre la fuga que es excelente y que aún debo reseñar, también estoy en deuda con ellos...
Con la Comisión Etica Contra la Tortura y otras organizaciones hemos presentado cartas a la Presidenta Bachelet (en distintos momentos de su período) pidiéndole actuar en el tema del exilio prolongado de estos compañeros condenados a un cuasi eterno extrañanamiento. Pero no hubo respuesta. El "no retorno" de Bachelet a este tipo de peticiones explica la distancia de las organizaciones de derechos humanos y luchadores sociales respecto de la supuestamente popular futura ex mandataria. Podría ella despedirse ahora con un último gesto digno amnistiando a estos compañeros. Pero quizás eso es esperar demasiado de quien junto a la Concertación abrió paso a Piñera y le entregará La Moneda, lo único que les faltaba a los herederos de Pinochet.
A continuación, reproduzco el artículo de Clarín publicado por la G80 sobre el retorno a la cárcel de Jorge.

Decidió terminar con el extrañamiento
A 20 AÑOS DE LA ''GRAN FUGA'' DETIENEN A JORGE MARTÍN AL REGRESAR A CHILE


Hoy 29 de enero de 2010 se cumplen 20 años de la fuga de medio centenar de presos políticos de la cárcel pública de Santiago de Chile por un túnel que 24 militantes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), brazo armado del PC, excavaron a lo largo de un año y medio con herramientas como cucharas y tenedores.

En ese grupo no sólo se encontraban importantes dirigentes comunistas y socialistas sino que también vieron la luz de la libertad militantes de base social del PC, como Jorge Martín, chileno de 53 años que vive en Madrid escondido de la justicia chilena.

El miércoles, en el aeropuerto de Santiago, ha sido detenido el ciudadano español chileno Jorge Martin Martínez e hijo de exiliado español que llegó en el barco Winnipeg. “Su delito es haber luchado contra la dictadura de Pinochet”, explicó su hermana Matilde a Eurolatinpress.com.

Asimismo, Matilde explicó que “cuando los asesinos de nuestra familia campean libremente por las calles del país, a los luchadores de la democracia se les encarcela y se les prohíbe volver a su país”.
Jorge Martín tiene un proceso que lleva 20 años en la Corte Marcial, acusado de asociación ilícita desde 1986 y hasta hoy dia no ha podido lograr el sobreseimiento. Además, su familia tiene otro juicio estancado, desde la misma fecha, por la muerte de dos hermanas y un sobrino a manos de la represión de la dictadura de Augusto Pinochet, en la Calle Mamiña 150. Hasta ahora los inculpados caminan sin problemas por las calles de Chile.

Y pese a lo que muchos pueden creer, Jorge Martín no se siente libre caminando por las calles de la capital española sino que vive en una cárcel interna. No puede volver a su tierra, ni tomarse unas cervezas con sus amigos o presentarle su hija española a sus parientes. Él es parte de los cien chilenos que todavía viven clandestinos en Chile o en exilio. Una de las peores penas que se pueden imponer al ser humano.

El exilio forzado y el extrañamiento fueron impuesto por decreto por el dictador Augusto Pinochet (1973-1990) contra los opositores y también aplicado al llegar de la democracia por tribunales militares durante el Gobierno de Patricio Aylwin (1990-1994) contra activistas que buscaban el juicio contra los violadores de DD.HH o no dejaron las armas.

“Yo tengo dos procesos acumulados. El primero es por el asesinato de mi familia y el segundo, es por mi detención el 30 de junio del 86 en calle Mamiña 150, en la comuna de La Cisterna. Fue muy sonada la primera situación por la brutalidad con que se metieron en mi casa y asesinaron a mi familia”, explica Jorge Martín.

Bajo el mando del Mayor Benimellis, quien murió más tarde producto de una bomba caza bobos, tanto el director del GOPE, teniente coronel Sergio Gajardo Giadach como José Ricardo Luna García fueron identificados por el expediente de 1987 / 1843-87 a cargo de la fiscal María Angélica Granifo como autores de los asesinatos de Margarita Eliana Martín Martínez (43), María Paz Martín Martínez (30) e Isidro Salinas Martín (20), ocurridos en la comuna de La Cisterna, calle Mamiña 150 el 1 de julio de 1986.

Si bien el Departamento de Comunicaciones de Carabineros, informó que el teniente coronel Gajardo era inocente porque así lo había dictaminado la justicia militar en 2002, la fiscal Granifo determinó que la detención de Jorge Martín Martínez como el allanamiento realizado que se facultaba para la detención de este y sus parientes, se infringieron las normas contempladas en el párrafo 3 del título III del libro de II del Código de Procedimiento Penal, infracciones que exceden la falta que contempla el nº5 del artículo 22 del reglamento de Disciplina de Carabineros y configura delitos contemplados en los artículos 148 y 155 del Código Penal.

En resumen, se alteró el lugar del suceso, no se informó de la armas ni las balas utilizadas en el lugar del hecho. No se revisaron las armas de los policías, entre otras graves faltas de Carabineros.

“Me cogen preso a mí y liquidaron a gran parte de la familia, dos hermanas y un sobrino. La CNI (policía secreta de Pinochet) me tuvo detenido durante días y me torturaron a mansalva. Luego me trasladaron a la Penitenciaria. Me tienen en el Parque O’Higgins casi dos años y después nos llevaron a la cárcel pública. Si bien ya veníamos manejando una fuga desde la ‘Peni’, esta la llevamos a efecto cuando trasladaron a todos los compañeros del Partido Comunista a la cárcel pública”, recuerda Martín.

Jorge Martín comenta que muchos de los fugados decidieron salir de Chile por que no creían en el cambio de política que se estaba gestando en los 90. El tiempo les daría la razón. “El 29 de enero fue la fuga y en 1990 ya había ganado Patricio Aylwin pero en marzo asumía. Salimos por la Estación Mapocho e hicimos infraestructura externa con coches y casas de seguridad. Yo decidí salir al extranjero porque tenía nacionalidad española. Aunque salí de Chile con identificación clandestina hacia Argentina donde conseguí mi nacionalidad española por parte de mi padre, que era un refugiado republicano español que llegó en el Winnipeg a Chile. Luego de ahí escapé a Paraguay porque en la Argentina habían muchos agentes secretos de la CNI”.

“Nosotros luchamos para obtener una democracia y ¿por qué ahora la democracia nos da la espalda y nos esta condenando por luchar contra la dictadura. ¿Por qué no se ha resuelto este problema con La Concertación?. Ellos no ha tenido sensibilidad y sólo se agarran al poder”, reflexiona Jorge Martín.

Sin duda la exitosa transición a la democracia chilena, que se vende por los partidos y líderes de la Concertación, tiene muchas contradicciones y deudas para estos ciudadanos nacionales. En virtud de la ley de reparación promulgada este invierno, las víctimas de la dictadura recibirán 112.000 pesos (120 euros) por lo que el Estado los reconoce como víctimas, pero si vuelven a Chile, pueden ser detenidos y juzgados.

Martín recibe este dinero pero a él no le interesa. Sólo quiere volver a su país y limpiar su hoja de antecedentes ya que la Fiscalía le acusa de asociación ilícita y robo con intimidación . Ya han pasado más de 20 años desde que Martín dejó Chile por obligación y el proceso contra el debería haber sobreseído y prescrito pero la Fiscalía quiere retener su proceso. Él no pierde la esperanza que termine pronto esta pesadilla de 20 años y lucha en grupo con otros exiliados junto al “Comité Chile Vuelvo”, una organización creada recientemente para terminar con el exilio y el extrañamiento político, que presentó un manifiesto hace unos días a la presidenta Michelle Bachelet.

Hace unos meses, la abogada especialista en DD.HH, Alejandra Arriaza, explicó que el comité surgió a raíz de la llegada a Chile de Jorge Escobar Díaz el pasado 26 de marzo, tras quince años expatriado en Noruega.

Según informaron agencias, Escobar, fue autorizado a ingresar a Chile para visitar a su madre, enferma de un cáncer terminal. Miembro del “Mapu Lautaro”, movimiento que siguió armado tras llegar la Democracia a Chile, luego de ver a su progenitora fue invitado a salir de nuevo.

“Este es mi país, un país que quiero, y no importa cuánto tiempo voy a estar fuera, esto no va a suplir el estar con mis compañeros y mi familia”, indicó Escobar, que aún debe cumplir cinco años de su pena de destierro.
fuente: www.elclarin.cl

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