Catástrofe
ambiental en la Región del BioBio
Por
Lucía Sepúlveda Ruiz
Millones de abejas muertas en Quillón y Liucura
Alto
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Catástrofe
ambiental en la Región del BioBio
Por
Lucía Sepúlveda Ruiz
Desde
mayo, cuando se les murieron millones de abejas, los apicultores de Quillón y
Liucura Alto, ubicados cerca del río Itata en la Región del BioBio, buscan soluciones para continuar con su
quehacer. Pero SAG, entidad estatal encabezada por Anibal Ariztia a nivel
nacional, no responde a la emergencia que se extiende también a otras comunas
de esa región. Algunos productores apícolas perdieron todas sus abejas, y otros,
que quedaron sin cajones, sólo contemplan las flamantes centrífugas para
la extracción de miel compradas por ellos mismos o en algunos casos, con apoyo
de INDAP. No se está evaluando hasta ahora la influencia de la desaparición de
estos millones de abejas en la polinización requerida para los cultivos
frutales en esa región. Hasta el año pasado, la versión oficial de SAG era que
en Chile no había incidentes que mostraran que en el país también se vivía el
síndrome del colapso global de las abejas. Mientras la política del gobierno de
Sebastián Piñera sigue con el slogan de “Chile Potencia Alimentaria”, la
realidad muestra lo contrario, con alimentos contaminados, altos precios de
frutas y verduras para chilenos y chilenas, y amenazas a la semilla campesina,
cuya anunciada privatización oscurece aun más este crítico panorama.
Como se
demuestra en este grave incidente, la pequeña agricultura campesina sólo
cosecha las externalidades negativas del modelo de exportación agroindustrial, intensivo en uso de agroquímicos. En cambio, las transnacionales como Monsanto,
Pioneer y Bayer, productoras de semillas híbridas y transgénicas, pero también de agrotóxicos,
redoblan su lobby para lograr nuevos privilegios a través del proyecto de Ley
de Obtentores Vegetales en trámite en el Congreso que entrega inéditas garantías
para su negocio, incluyendo la prohibición del intercambio y guarda de semillas
y el derecho de los dueños de las patentes de semillas, a llevar a juicio a los
productores que usen sus semillas, acusándolos de “piratería”.
Posibles causas
Los
apicultores relacionan la mortandad de estos millones de abejas con la
aplicación de insecticidas tóxicos recientemente prohibidos en Europa, que
continúan siendo legales en Chile: Poncho (nombre comercial del principio
activo clotianidina), Gaucho (Imidacloprid)
producidos por Bayer y Syngenta, y otros agrotóxicos utilizados en cultivos de
uvas y cerezos. Otra causa de la mortandad, según los apicultores, son las
fumigaciones con agrotóxicos realizadas en las plantaciones forestales del
sector, un 80% de las cuales son de CELCO y las restantes, del senador
Hosain Sabat. Una tercera causa
mencionada es que alimentos como la fructosa y las pastillas vitaminizadoras,
suministrados a las abejas y recomendados oficialmente, están hechos con maíz transgénico que envenena
a las abejas.
Transgénicos en el BioBio
Por desconocimiento, los apicultores no
incluyen el tema de los cultivos transgénicos, pero en la región del BioBio, en
Yungay, Los Angeles y otras comunas, en la
temporada 2012-2013 se cultivaron 3.019,23 hectáreas de transgénicos
experimentales y/o certificados para exportación. De ellos 2.222 hectáreas son
de raps transgénico certificado, 431 son
de maíz transgénico y también hay 125 hectáreas de soya transgénica (Certificación
de semillas 2012-2013, www.sag.cl). Según los
científicos que investigan el tema, las abejas tienen una “atracción fatal” que
las lleva a recorrer distancias mayores a las habituales para lograr llegar a
las flores del maíz en busca del polen, en este caso transgénico. La región del
BioBio ocupa el tercer lugar en producción de semillas transgénicas de
exportación, siendo las regiones del Maule y O’Higgins las que están en el primer
y segundo lugar de ese ranking asociado a un altísimo uso de agroquímicos como
el glifosato (Roundup) y otros plaguicidas
María Elena Rozas,
coordinadora de la Red de Acción en Plaguicidas RAP-Chile, comentó al respecto:
“El Servicio Agrícola y Ganadero debería disponer la
prohibición y/o suspensión inmediata del uso de imidacloprid,
clotianidina, thiametoxam y fipronil, responsables de la mortandad de gran
cantidad de familias de abejas, insectos polinizadores y aves, ya prohibidos en
Europa. La inacción en esta materia continuará poniendo en grave peligro a
estos insectos benéficos, y a la biodiversidad. La autoridad tiene
facultades para aplicar el principio de
precaución, y emular lo obrado en abril de este año por la autoridad sanitaria
europea EFSA en ese sentido. Entre las razones que fundamentan la
prohibición europea están los riesgos planteados por estos plaguicidas
presentes en el polen y néctar de cultivos atractivos para las abejas”.
Pérdidas millonarias
Cerca
de mil cajones de abejas –que en la época posterior a la cosecha albergan
aproximadamente cien mil individuos por cajón- se malograron a partir de la
primera semana de mayo de 2013, según Juan Carlos Abarzúa, uno de los
apicultores afectados, actual presidente del Comité Apícola de Quillón. Un cajón de
abejas tiene un valor que oscila entre
55 y 60 mil pesos, por lo que las pérdidas directas llegan a los sesenta
millones de pesos, sin contar las pérdidas futuras (lucro cesante) por la baja
en su producción de miel. En la época de producción nacen muchas crías y la
población total por cajón debería llegar a bordear las 180 a 200 mil abejas.
Ante el
desastre ecológico, los apicultores dieron aviso a los cuatro funcionarios
encargados de los Prodesal locales, dependientes entre otras, de las
municipalidades de Quillón y Bulnes. El SAG en su
informe sostiene que la mortandad es causada por la varroa, un acaro. Juan Carlos Abarzúa, de la localidad
de Santa Clara en Liucura Alto, refuta: “No se han tomado muestras que permitan
asegurar eso. Nosotros tenemos los tratamientos adecuados y autorizados por
ellos mismos. Aquí no se quiere reconocer que las grandes forestales fumigan a
destajo sin prevenir ni tampoco avisar. También
se sabe de una mosca que se introdujo para que se comiera la polilla del pino.
Pero nosotros nos preguntamos: esa mosca tiene que mutar y ¿qué va a comer?
Se suponía que esta mosca moría en invierno! Al
mismo tiempo, se están muriendo los conejos silvestres; la gente del campo cree
que mueren por inanición después que esta mosca les pica los ojos y quedan
ciegos, chocando con los árboles. Para el
SAG, los conejos mueren por una fiebre”, continúa incrédulo Juan Carlos Abarzúa.
Inacción del SAG
En la
reunión con los funcionarios del sector agrícola los apicultores manifestaron
su preocupación por uso de neonicotinoides en las uvas para atacar dos
insectos, el trips de California y el
chanchito blanco, y por el uso de carbaril en cerezos. Se quejaron de falta de control
por parte del SAG. A esa convocatoria,
INDAP llegó acompañado de la consultora BIOMIEL, representada por Marcelo
Rodríguez, cuyo planteamiento fue considerado distractivo por los afectados.
Los consultores sólo se refirieron a la responsabilidad de los apicultores en
el cuidado de las abejas, incorporando la figura del “apicultor ausente” y atribuyendo los millones de abejas muertas
a falta de atención.
Los daños no fueron parejos. “Muchos quedamos con cero cajón, yo tenía 25 cajones y tuve pérdida total. Justo este año había hecho una importante inversión: una centrífuga para la extracción de miel. Otro apicultor también lo hizo, pero con fondos de Indap adquirió una centrifuga de un valor superior a los 2.5 millones de pesos”, explica Juan Carlos Abarzúa, agregando que la apicultura requiere mucha atención puesto que la inversión para salir adelante es muy alta.
Continúa
Abarzúa: “El 5 de julio se realizó una reunión de los apicultores afectados con
personeros de Indap, y el señor Pedro Burgos, funcionario de SAG de la ciudad
de Bulnes, y funcionarios municipales con los respectivos encargados de
los Prodesal. Les preguntamos por el análisis sanitario que ellos hacían y no
tuvieron respuesta. Tampoco explicaron porqué SAG continúa autorizando el uso
de insecticidas que son dañinos para las abejas, ya que estamos informados que
la clotianidina y el tiametoxan son neonicotinoides que causan la muerte de
abejas y fueron prohibidos en otros países por eso, pero ellos no nos dieron
respuestas a nuestra inquietud.”
De la
reunión sostenida en julio no emanaron propuestas de solución, y un mes después
los apicultores afectados sólo recibieron una citación para formar un Comité
Apícola, cuyas características no conocen. Juan Carlos
Abarzúa también criticó el rol de la consultora BioMiel y agregó: “Duele la
indolencia por parte de las autoridades con respecto a la sustentabilidad en
nuestro país y el planeta. Sin abejas no hay futuro. Nosotros no pedimos
reposición de las abejas, sino claridad sobre qué está pasando para que se
adopten las medidas pertinentes. No se tomaron
muestras sanitarias para dar una respuesta técnica
o científica”.
Los últimos
incidentes de muerte de abejas a nivel global ocurrieron a comienzos de julio
de este año en Elmwood, en la provincia canadiense de Ontario, donde se hallaron
37 millones de abejas muertas. A su vez, la Asociación de Apicultores
Británicos dijo en un reciente informe que el último año registró la mayor
pérdida de abejas en toda su historia, en tanto que en Gerona, Cataluña, los
apicultores también han perdido millones de abejas. David Schuit, que dirige
una granja de abejas en Elmwood, señala como culpables de la pérdida de
600 colmenas los insecticidas de la familia de los 'neonicotinoides',
fabricados por la transnacional Bayer.
4 comentarios:
Sólo un alcance: es Hosaín Sabag, no Sabat, esos están en Santiago.
Más allá de eso, muchas gracias por la información!
Estimada Lucia:
Mi nombre es Javier Sarmiento, he leído su articulo y me parece muy interesante su análisis y testimonio, si es posible requiero contactos de personas que hayan sido afectadas por este tema, en terminos económicos, que puedan ser cuantificables y demostrables, ya que iniciamos una lucha legal en la metropolitana.
le dejo mi correo:
apijase@gmail.com
Saludos.
Gracias por este excelente artículo. Una triste realidad, pero más aún cuando se oculta información, por eso mismo agradezco esta información.
Yo investigo sobre la feminización de las especies y preparo mi libro. Si se topara con algo relacionado, le agradecería mucho me lo hiciera saber.
Muchos saludos,
Alejandra Planet Sepúlveda.
Saludos, entiendo que su articulo ha ido escalando sitios en Internet, lo que esta provocando una evidente preocupación por el verdadero estado de las abejas en Chile, Por mi parte hace ya algunos años he venido siguiendo el tema y he agregado muchos post en mi página de interes, por ello quisiera hacerle algunas preguntas si le parece bién.
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