Santiago, 30 de agosto de 2012
Habiéndose
iniciado recién en el país la temporada de polinización, RAP-Chile y
ANAMURI demandan al SAG la prohibición o suspensión inmediata de los
insecticidas dañinos para las abejas, como respuesta a la mortandad de
abejas en la región del BioBio y a la notoria escasez de colmenas para
enfrentar la polinización, tarea crucial para la producción de frutas.
Estas emergencias han encontrado amplia cobertura en medios, por su
impacto en la economía.
La
Red de Acción en Plaguicidas Chile / Alianza por una Mejor Calidad de
Vida dirigió una carta al SAG demandando la inmediata prohibición de los
tres insecticidas neonicotinoides Imidacloprid (Gaucho), clotianidina
(Poncho), thiametoxam (Cruizer), de Syngenta y de fipronil (Regent, de
Bayer/Basf) de la familia de los fenil-pirazoles, cuyo uso ya está
prohibido en la Unión Europea. A continuación, el texto de la carta
enviada al SAG.
Carta Abierta
Santiago, 30 de agosto
Sr. Aníbal Ariztía
Director
Servicio Agrícola y Ganadero, SAGde derecha a izquierda: Ana Téllez, María Elena Rozas, Alicia Muñoz, Mónica Hormazabal. |
Nos dirigimos a usted para demandar al Servicio Agrícola y Ganadero que usted dirige, la prohibición y/o suspensión inmediata del uso de imidacloprid, clotianidina, thiametoxam, y fipronil, responsables de la mortandad de gran cantidad de familias de abejas, insectos polinizadores y aves. La inacción en esta materia continuará poniendo en grave peligro a estos insectos benéficos, y a la biodiversidad, por lo cual instamos a la autoridad a aplicar el principio de precaución, y a emular lo obrado por la autoridad sanitaria europea en ese sentido. Deben tenerse en cuenta además las obligaciones derivadas de los aspectos ambientales incluidos en el Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea, además de la importancia del comercio con ese mercado.
El
gremio apícola, representado entre otros por la Red Nacional Apícola
RAN, en declaración del Directorio y Presidentes Regionales de las
Federación de Asociaciones Gremiales Apícolas de Chile, emitida en mayo
ha llegado igualmente a la conclusión de que los insecticidas citados
afectan gravemente el desarrollo de la apicultura en todas las regiones
de Chile.
El
uso de las cuatro sustancias prohibidas, sigue estando autorizado por
SAG, lo cual genera alta preocupación entre los apicultores. Las abejas
y los demás insectos polinizadores cumplen un rol fundamental en la
mantención de la biodiversidad, la producción agrícola y horto-frutícola
del país, que están pagando el costo de la falta de medidas de
protección.
Mortandad de abejas en Chile
En
la Región del BioBio han muerto millones de abejas desde mayo a la
fecha. Los apicultores relacionan la mortandad con la aplicación de
insecticidas tóxicos recientemente prohibidos en Europa, que continúan
siendo legales en Chile: Poncho (nombre comercial del principio activo
clotianidina), Gaucho (Imidacloprid), Cruizer (thiametoxam) y Regent
(fipronil) producidos por Syngenta y Bayer o Basf, y otros agrotóxicos
utilizados en cultivos de uvas y cerezos. Otra causa de la mortandad,
según los apicultores, son las fumigaciones no avisadas con agrotóxicos
realizadas en las plantaciones forestales del sector. Una tercera causa
mencionada se relaciona con los cultivos transgénicos y derivados. En
alimentos como la fructuosa y las pastillas vitaminizadoras,
suministrados a las abejas y recomendados oficialmente, hay maíz
transgénico Bt que envenena a las abejas. En esa zona además hay
cultivos de maíz transgénico insecticida, y raps transgénico.
En
la reunión con los funcionarios públicos del sector agrícola los
apicultores del Biobio manifestaron su preocupación por uso de
neonicotinoides en las uvas para atacar dos insectos, el trips de
California y el chanchito blanco, y por el uso de carbaryl en cerezos.
Se quejaron de falta de control por parte de la entidad que Ud.
encabeza, la cual no realizó oportunamente un análisis con muestras de
las abejas muertas, aunque la primera denuncia se formuló en mayo de
este año. La alarma pública generada por estos hechos ha sido respondida
con una tardía promesa oficial de investigación científica sobre el
problema, pero sin medidas precautorias inmediatas reclamadas por los
afectados que han construido ya un diagnóstico compartido por el Comité
Apícola de Quillón, encabezado por don Juan Carlos Abarzúa. Hasta ahora
el Servicio Agrícola y Ganadero ha continuado afirmando públicamente que
el fenómeno global del colapso de abejas no ha llegado a Chile, pero
esta vez el caso denunciado da una idea de la devastadora dimensión de
la catástrofe. La Red de Acción en Plaguicidas Chile recibe en forma
constante denuncias de este tenor, en su contacto con comunidades
campesinas e indígenas y organizaciones de apicultores.
Al
mismo tiempo, desde Lampa, en la Región Metropolitana, el apicultor don
Héctor Zambrano ha denunciado a través de los medios que la práctica
del robo de abejas se está haciendo cada vez más común debido a la
generalizada escasez de colmenas. En esta temporada los apicultores se
ven imposibilitados de cumplir sus compromisos de polinización con la
industria frutícola, incurriendo en delitos que, según recientes
informes de prensa, lesionan aún más al sector apícola.
Por
otra parte, en julio de 2013, la Unión Europea anunció que siguiendo
las recomendaciones de su comisión técnica, el uso del insecticida
fipronil (Regent), asociado también a la mortandad de abejas, estará
prohibido en el tratamiento de semillas de maíz y maravilla. La
sustancia química producida por la transnacional BASF y por Bayer,
formará parte de la lista negra de insecticidas prohibidos a partir del
31 de diciembre de este año.
Con
anterioridad, la decisión adoptada por la Unión Europea a fines de
abril de 2013 prohibiendo el uso de tres plaguicidas neonicotinoides
dañinos para las abejas- los insecticidas imidacloprid, clotianidina y
thiametoxam -contó con el respaldo de la mayoría de los países miembros.
Aunque en Chile esta resolución ha sido ignorada oficialmente, está
siendo apoyada firmemente por expertos y apicultores en otros
continentes.
Los
científicos de EFSA, la agencia sanitaria europea, han identificado
varios riesgos planteados a las abejas por este tipo de insecticidas.
Los neonicotinoides tienen un modo común de acción que afecta el sistema
nervioso central de los insectos causando parálisis y muerte. Varios
estudios recientes han señalado que la exposición a neonicotinoides a
dosis subletales (mínimas) puede tener efectos negativos importantes en
la salud de las abejas y en sus colmenas. La evaluación de riesgo
realizada por EFSA aborda el uso de clotianidina, imidacloprid y
thiametoxam, como tratamiento de semilla o como granulados, con atención
especial a sus efectos agudos y crónicos en la sobrevida de las
colmenas de abejas y su desarrollo; a sus efectos en las larvas de
abejas y el comportamiento de las abejas, y a los riesgos planteados por
dosis subletales de las tres sustancias.
Las
evaluaciones de riesgo se centraron en tres principales rutas de
exposición: de residuos en néctar y polen en las flores de las plantas
tratadas; exposición al polvo producido durante la siembra de semillas
tratadas o aplicación de granulos; y exposición de residuos en el
líquido de exudado producido por plantas desinfectadas.
Las
conclusiones de EFSA abordaron todas las fuentes de exposición,
determinando que se prohíba temporalmente el uso de estos insecticidas
en ciertos cultivos, debido a los riesgos planteados por estas fuentes
de exposición
-el polen y néctar de cultivos atractivos para las abejas
-
el polvo producido durante la siembra de semillas previamente tratadas
con estos insecticidas a fin de prevenir la aparición de plagas.
Igualmente se prohíbe la aplicación de granulados, salvo excepciones
contadas.
-
la exudación (proceso por el cual algunas plantas secretan savia
similar a gotas de rocío) en el caso del maíz tratado con tiametoxam,
por su efecto nocivo inmediato en abejas melíferas, comprobado en
estudios de campo.
Los
antecedentes tomados en cuenta en esta decisión incluyen información
previa de los Estados miembros respecto de estos productos, literatura
relevante, monitoreo y en especial, un documento denominado “Opinión
Científica de EFSA” (mayo de 2012), publicado por el Panel de EFSA
sobre los Productos Fitosanitarios y sus residuos (PPR Panel). El
estudio propuso una evaluación de riesgo mucho más amplia para abejas,
con el objetivo de mejorar el nivel de protección concedido a las abejas
al evaluar los riesgos de los plaguicidas. La resolución señala que
hasta esa fecha había información limitada respecto de otros
polinizadores, por eso se debería considerar en adelante el riesgo para
otros insectos benéficos y aves.
La
decisión sobre los neonicotinoides se puso a votación de los países
miembros de la Unión Europea por primera vez en enero de 2013, lo que
desató un intenso lobby y campaña pública de las empresas fabricantes de
estas sustancias químicas, Syngenta y Bayer. Esto ilustra de una forma
clara la presión permanente de estas transnacionales frente a los
gobiernos e instancias regulatorias, para evitar medidas que restrinjan
el uso de plaguicidas. Ya en el año 2008 EFSA había identificado, según
su propia versión, varias áreas críticas de preocupación: un riesgo
alto para abejas, aves, mamíferos, organismos acuáticos y organismos que
viven en el suelo. Y sin embargo pasaron cinco años de continuación del
fenómeno del colapso de las colmenas de abejas hasta que EFSA adoptara
finalmente esta resolución. De 27 países miembros, 15 votaron a favor, 8
en contra y 4 se abstuvieron.
Más
elementos para que SAG prohíba el uso de estos insecticidas se exponen
en el estudio “Impacto de los insecticidas usados más ampliamente en
aves en el país” (de Pierre Mineau y Cynthia Palmer, marzo 2013) que
llevaron a la American Bird Conservancy y a los miembros de la Coalición
Nacional de Reforma de los Plaguicidas a instar a la Agencia de
Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) a suspender todas las
aplicaciones de neonicotinoides, a la espera de una revisión
independiente de los estudios sobre los efectos de los estos químicos,
"sobre las aves, invertebrados terrestres y acuáticos, y la vida
silvestre", entre otras medidas.
Por
todos estos antecedentes solicitamos que el SAG adopte la suspensión o
la prohibición del uso de estos insecticidas, mientras se realizan las
correspondientes evaluaciones en terreno.
Saluda atte. a Ud.
María Elena Rozas Alicia Muñoz T.
Coordinadora Nacional Directora Nacional
Red de Acción en Plaguicidas Chile (RAP-Chile) Asociación de Mujeres Rurales e Indígenas (ANAMURI)
Alianza por una Mejor Calidad de Vida (RAP-Chile)
Integrada por:
Asociación de Mujeres Rurales e Indígenas (ANAMURI)
Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA)
Corporación de Investigación en Agricultura Alternativa (CIAL)
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Oficina de Comunicaciones y Administración, RAP-Chile
Alonso de Ovalle N°1618, Santiago Centro. Fono 02-2699 7375