RAP-Chile demanda a Presidenta Bachelet y SAG la prohibición
inmediata del herbicida glifosato. La siembra de cáncer tiene que parar! En
Chile se usa glifosato para los transgénicos (Roundup Ready), para los cultivos
forestales y los convencionales. En 2013 se importaron 9.620 toneladas de
herbicidas, de los cuales la mayor parte
es glifosato. Esto se usó en las 25.040 hectáreas de maíz transgénico
resistente al Roundup cultivadas en 2013 y en las 92.378 hectáreas de maíz
convencional sembradas ese año, además de fumigaciones en forestales y
hortalizas.
Santiago de Chile, 29 de abril
de 2015/ La Red de Acción en Plaguicidas RAP-Chile, junto a la Red de Acción en
Plaguicidas y sus Alternativas en América Latina RAP-AL y a la red global
Pesticide Action Network, demandaron al gobierno
de la presidenta Michelle Bachelet y al Servicio Agrícola y Ganadero SAG la prohibición inmediata del herbicida
glifosato. La Agencia Internacional para
la Investigación del Cáncer (IARC) de la Organización Mundial de la
Salud (OMS) recientemente reclasificó al glifosato como “probablemente
cancerígeno para los humanos.” La IARC concluyó que hay suficiente evidencia de
que es cancerígeno en experimentos animales.
En su carta a las autoridades,
RAP-Chile urgió a la Presidenta Michelle Bachelet a mostrar su voluntad
política de marcar un giro hacia una agricultura sustentable, sana y
libre de tóxicos, como ha sido demandado por las comunidades y organizaciones
campesinas, las organizaciones sociales, ambientales y de consumidores.
La siembra de cáncer en Chile
Según cifras del Boletín de Insumos de ODEPA, en los años 2014 y 2013 se
importaron 8.868 toneladas de herbicidas y
9.620 toneladas de herbicidas respectivamente. De esa cifra total,
sabemos que la mayor parte corresponde a herbicidas que tienen en su
formulación el principio activo glifosato, que
se
utiliza en cultivos transgénicos pero también ampliamente en miles de hectáreas
de maíz convencional, así como en plantaciones forestales, hortalizas y
frutales. En Chile en la temporada 2012/2013 se cultivaron un total de 27.776
hectáreas de cultivos transgénicos resistentes al glifosato, un 83% de las
cuales corresponden a semilla de maíz transgénico. El año 2013, en las regiones
comprendidas entre Coquimbo y Los Lagos, se cultivaron en Chile 92.378
hectáreas de maíz convencional según cifras entregadas por ODEPA. Ese mismo año
hubo 25.040 hectáreas de maíz transgénico resistente al Roundup.
“El herbicida de Monsanto, el glifosato, es
peligroso para la salud de niños y adultos residentes en comunidades rurales de
la Argentina”, confirmó Javier Souza, director de Pesticide Action
Network International. “Miles de personas sufren enfermedades y malestar
debido al uso del glifosato, y en algunas comunidades de la Argentina
afectadas por las pulverizaciones, la tasa de personas con cáncer, es dos o
cuatro veces más alta que la media normal del país.”
En Argentina se estima que unas 24 millones de
hectáreas se cultivan con vegetales transgénicos, especialmente la soja,
resistente al glifosato. Allí, en 2014, cerca de trescientos millones de
litros de glifosato fueron aplicados sobre el cultivo de soja y otros cultivos
como hortalizas, tabaco, arboles exóticos, etc.
Monsanto es el creador tanto
del herbicida cuyo nombre comercial es RoundUp (que contiene el ingrediente
activo glifosato) como de las semillas de soya, maíz y algodón transgénicos, que
han sido manipuladas genéticamente en laboratorio para hacerlas resistentes al
glifosato.
Este herbicida se ha
convertido en el plaguicida más utilizado en el mundo, entregando billones de
dólares en ganancias a esta transnacional biotecnológica. En Estados Unidos,
alrededor del 94% de la soja, 89% del maíz y el 91% del algodón plantado son
genéticamente modificados para resistir al glifosato. El Roundup
actualmente es fabricado también por otros productores de venenos químicos en
China y otros países.
“Glifosato y otros herbicidas
también han sido asociados a la resistencia a antibióticos”, dijo Judy Hatcher,
vice- directora de PAN Internacional. “La combinación de probable cancerígeno y
resistencia a antibióticos de los plaguicidas estrella de Monsanto, constituyen
un fuertísimo llamado de atención para la comunidad global. Como un tema de
mayor prioridad, los políticos deberían mantener fuera del mercado la
próxima ola de semillas transgénicas resistentes al glifosato y otras
sustancias químicas antiguas y
peligrosas”, agregó.
Investigadores de Nueva
Zelanda hallaron que formulaciones de herbicidas que contienen glifosato, 2,4-D
y dicamba, pueden desarrollar una resistencia a antibióticos en bacterias que causan enfermedades, tales como
E.coli y Salmonella.
A nivel global Pesticide Action Network (PAN) ha marcado un compás de espera
de los próximos
60 días para que los gobiernos adopten las medidas de prohibición del glifosato
y aborden las preocupaciones señaladas
en los estudios recientes.
RAP-Chile reiteró asimismo su
llamado al gobierno de detener la comercialización de los plaguicidas altamente
peligrosos y los neonicotinoides que matan a las abejas. Demandó en cambio políticas
de promoción de la agroecología y la agricultura orgánica, que protejan a los
trabajadores, consumidores y el medioambiente, y que ofrezcan una vida digna a
los agricultores.
Contactos:
María Elena Rozas, coordinadora nacional
RAP-Chile