Boletín de prensa
Comisión Etica Contra la Tortura
Santiago, 27 de diciembre de 2012
Demandan a Piñera respetar tratado de Trapihue
en coherencia con posición chilena en La Haya
-iniciativa de doce personalidades sobre huelga
de hambre mapuche
La huelga de hambre de los presos políticos
mapuche concluirá si el gobierno chileno es coherente y aplica los
mismos principios sostenidos en La Haya respecto del conflicto con Perú y de
todo litigio internacional: respeto a los tratados suscritos. Lo afirma una inédita y radical Iniciativa Humanitaria lanzada el 27 de
diciembre de 2012 por destacadas personalidades chilenas devenidas hoy en “doce
apóstoles” de la causa mapuche. Ellos provienen de la academia, la dirigencia
estudiantil y sindical, la cultura, de las iglesias, los profesionales y los
derechos humanos, junto a la Comisión Etica Contra la Tortura y la Pastoral
Mapuche. La
Iniciativa Humanitaria postula que la huelga de hambre
iniciada el 14 de noviembre de 2012 por Héctor Llaitul y Ramón Llanquileo
requiere una salida política, porque las de tipo policial o jurídico no
funcionarán y “tarde o
temprano el país y el gobierno de turno tendrán que tener el valor de caminar
en esa dirección”.El llamado surge en un ambiente enrarecido
por declaraciones de personeros del gobierno del presidente Sebastián Piñera,
que insisten en la criminalización de las comunidades y la aplicación de la ley
Antiterrorista contra luchadores sociales mapuche, presionando a los jueces
para que los mantengan en prisión. El Ministro del Interior, Andrés Chadwick
los calificó como “enemigo poderoso que goza de apoyo político, comunicacional
e internacional.”
Devolución
de tierras
Muy por el contrario, el
eje de la iniciativa de los 12 son precisamente las demandas políticas que
subyacen tras el llamado conflicto mapuche. Es así como la Iniciativa
Humanitaria llama a los chilenos y chilenas y al Estado, a devolver a los
mapuche las tierras ocupadas actualmente por las empresas forestales,
recordando que el
Tratado de Trapihue de 1825, suscrito por Chile con la nación mapuche, les
reconoce el dominio sobre su territorio ancestral.
La propuesta de diálogo para un acuerdo político
de fondo entre el Estado y el pueblo mapuche, capaz de generar formas de
autogobierno y autodeterminación mapuche, surgió de los historiadores Jorge
Pinto Rodríguez, Premio Nacional de Historia 2012, y Sergio Grez, académico de
la Universidad de Chile; el poeta y ex diplomático
Armando Uribe, Premio Nacional de Literatura 2004; la Pastoral Mapuche
encabezada por el Padre Luis Rodríguez Tupper; Viviana Díaz, Premio Nacional de
Derechos Humanos 2011; Raúl de la Puente, Presidente de la ANEF; Andrés
Fielbaum, Presidente de la FECH, Juan Pablo Cárdenas Premio Nacional de
Periodismo 2005; Luis Alvarez Figueroa, Pastor Presidente de la Iglesia
Evangélica Luterana en Chile; José Balmes Parrón, Premio Nacional de Arte 1998;
Juan Guzmán Tapia, Jurista, ex Juez de la República; Enrique Paris Mancilla,
Presidente del Colegio Médico de Chile y Diego Vela Grau, Directivo de la
Federacjón de Estudiantes de la Universidad Católica de Chile – FEUC.
A partir del
convencimiento de que la
huelga de hambre es “un recurso extremo al que recurre alguien al ver que el
diálogo razonable no opera”, las connotadas personalidades citadas reconocen la
deuda histórica del Estado a este respecto, descartando que la respuesta al
llamado “conflicto mapuche” esté en soluciones de tipo policial o jurídico. En
lugar de ello proponen al país y al gobierno chileno “un camino de paz y
justicia” que se inicia con la libertad inmediata e incondicional de
Héctor Llaitul y Ramón Llanquileo y la promoción de una ley de indulto general
a todos los presos por defender sus tierras en el marco del llamado “conflicto
territorial”.
Demandan asimismo coherencia al Estado para que
respete el Tratado de Trapihue cumpliendo los acuerdos allí establecidos sobre
su territorio, y asimismo, pleno respeto al Convenio 169 para que los programas
sociales y de inversión que afecten a los pueblos originarios sean
efectivamente objeto de consulta previa. También destacan el necesario
resguardo de la niñez mapuche y el cumplimiento de los compromisos firmados por
Chile en materia de derechos humanos.
La iniciativa concluye afirmando: “Todo
intento de diálogo por parte de algún organismo del Estado u oficina del
Gobierno, por bien intencionado que sea, no llegará a buen puerto sino
considera estos puntos, porque no se hace cargo de la demanda principal del
movimiento, y no repara el daño causado con la criminalización de estas
demandas.”
A continuación, el texto completo de la
Iniciativa, suscrita el 27 de diciembre de 2012 a 43 días del comienzo de la
huelga de hambre:
LLAMADO A UNA INICIATIVA HUMANITARIA PARA
CONTRIBUIR AL TÉRMINO
DE LA HUELGA DE HAMBRE DE
HECTOR LLAITUL Y RAMÓN LLANQUILEO
La huelga de hambre es un
recurso extremo al que recurre alguien al ver que el diálogo razonable no
opera.
Esta es la situación en que se
encuentran ahora los dirigentes de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) Héctor
Llaitul y Ramón Llanquileo, quienes desde el día 14 de noviembre de 2012 se
encuentran empeñados en conseguir una reconsideración de su situación legal
después de una sentencia por homicidio frustrado.
La revisión de esta sentencia
por parte de la Corte Suprema ha logrado que se reconocieran diversos factores,
con resultado de reducción de penas, pero creemos que con esto no se toca la
esencia del reclamo que los huelguistas están dirigiendo al Estado chileno y a
la sociedad chilena, al costo de su salud y eventualmente de sus vidas.
Este reclamo se refiere a la
necesidad perentoria de que Chile reconozca algo que está plenamente
documentado y que muy claramente lo ha expresado el recién laureado con el
Premio Nacional de Historia, Jorge Pinto Rodríguez en entrevista en El Mercurio
del día 2 de septiembre de 2012, donde afirma, refiriéndose a la CAM:
“considero que sus demandas son legítimas, porque se inspiran en esa larga
historia de abusos, atropellos y expropiaciones de tierras que tanto
empobrecieron al Mapuche”.
El “problema Mapuche” entonces
no es un tema simplemente policial o jurídico; es un tema político que implica
reconocer que los Mapuche están embarcados en una causa que brota de la
ocupación abusiva que hizo Chile de su territorio al sur del Bío-Bío, ocupación
de la cual Chile hasta ahora no ha estado dispuesto a dar razón ni reparación.
Esto implica que ni Llaitul ni
Llanquileo puedan ser tratados como delincuentes y mucho menos como terroristas
y al mantenerlos en esa condición se hace que cada día sea más difícil llevar
adelante el diálogo que está pendiente entre la Nación chilena y el pueblo
Mapuche. Por lo tanto ponemos a consideración del país un camino de paz
y de justicia bajo los siguientes predicamentos:
1.- La libertad inmediata e incondicional de
Héctor Llaitul y Ramón Llanquileo como forma de terminar con la huelga de
hambre.
2.- Creación de una instancia de diálogo entre el
Estado chileno y los representantes legítimos del pueblo Mapuche.
3.- Definición de una agenda común que pueda
desembocar en un acuerdo que considere la autodeterminación y formas de
representación y autogobierno del pueblo Mapuche.
4.- Recuperar para las comunidades los
territorios Mapuche que en su gran mayoría se encuentran en manos de las
forestales y reconocimiento del Tratado de Trapihue de 1825, vigente y no
respetado por el Estado Chileno, aplicándose el principio "pacta sunt
servanda "; vale decir, los tratados se deben respetar tal como ha sido la
línea de Chile para todo conflicto internacional.
5.- Promover con urgencia una ley de indulto
general a los presos por este conflicto territorial y, en lo inmediato, la
consagración del debido proceso en las causas judiciales, término de la actual
prisión preventiva prolongada e ilegal y acceso real a la defensa y a la
Justicia para todos los integrantes de los pueblos originarios detenidos y
procesados por defender sus tierras.
6.- Pleno respeto al Convenio 169 de la OIT,
firmado y ratificado por Chile a fin que los pueblos originarios sean
efectivamente consultados sobre las políticas y programas sociales y de
inversión que les conciernen.
7.- Resguardo de la integridad física y psíquica
de la niñez mapuche y cumplimiento de todos los compromisos establecidos por el
Estado chileno ante el concierto internacional en materia de Derechos Humanos.
Nos parece que todo intento de
diálogo por parte de algún organismo del Estado u oficina del Gobierno, por
bien intencionado que sea, no llegará a buen puerto sino considera estos
puntos, porque no se hace cargo de la demanda principal del movimiento y de la
reparación del daño causado con la criminalización de estas demandas.
Tarde o temprano el país y el
gobierno de turno tendrán que tener el valor de caminar en esa dirección.
Santiago
de Chile, 27 de diciembre de 2012 a 43 días del comienzo de la huelga de
hambre.
Firman
el presente llamado:
§ Jorge
Pinto Rodríguez, Premio Nacional de Historia 2012.
§ Luis
Álvarez Figueroa, Pastor Presidente Iglesia Evangélica Luterana en Chile.
§ José
Balmes Parrón, Premio Nacional de Arte 1998.
§ Juan
Pablo Cárdenas Squella, Premio Nacional de Periodismo 2005.
§ Raúl De
la Puente Peña, Profesor de Estado, Presidente Nacional de la ANEF.
§ Viviana
Díaz Caro, Premio Nacional de Derechos Humanos 2011.
§ Andrés
Fielbaum, Presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de
Chile, FECH.
§ Sergio
Grez Toso, Historiador y Académico de la Universidad de Chile.
§ Juan
Guzmán Tapia, Jurista, ex Juez de la República.
§ Enrique
Paris Mancilla, Presidente del Colegio Médico de Chile
§ Armando
Uribe Arce, ex diplomático, Premio Nacional de Literatura 2004.
§
Diego
Vela Grau, Directiva Federación de Estudiantes de la Universidad Católica –
FEUC.
§ Pastoral
Mapuche
§ Comisión
Ética Contra la Tortura.
Comisión Ética Contra la Tortura - CECT
11 años
luchando contra la Tortura en Chile
Huelén 164, 1er piso.
Providencia
Santiago, Chile
http://www.contralatortura.cl/
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