Estudiantes de ingeniería química llenaron el auditorio José Gorbea de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, para asistir al debate sobre Alimentos Transgénicos que enfrentó el 26 de octubre a Lucía Sepúlveda, de RAP-Chile (y YNQT) con Miguel Angel Sánchez de Chile Bio (Monsanto). Moderó la directora del Departamento de Ingeniería Química y Biotecnología, María Elena Lienqueo. Veintiun valientes estudiantes se inscribieron durante la charla - incluso con su RUT - en una lista que circulamos para integrarse a la campaña pro Moratoria y recibir información adicional. Al término de la actividad, impulsada en el marco del VI Congreso Nacional de Estudiantes de Ingeniería Química, fui invitada a participar en dos nuevos espacios: en la UTEM, próximamente, y en la Universidad Técnica Federico Santa María, para el siguiente congreso estudiantil.
Dos
visiones de la ciencia y el mundo quedaron a la vista ante los químicos. Por un
lado, RAP-Chile habló de impactos ambientales y de salud de los cultivos
transgénicos y sus efectos en la agricultura familiar campesina. Chile Bio pintó
un universo cotidiano poblado masivamente por transgénicos absolutamente inocuos, generados en un proceso
impecable y exento de todo riesgo. Esos cultivos nada tienen que ver con el
aumento del uso de plaguicidas, y menos con problemas de la agricultura familiar campesina. Para Miguel
Angel Sánchez no tiene sentido en un debate de esta naturaleza hablar de
monocultivos, de biodiversidad, ni del tema de la propiedad intelectual.
Sostuvo
que ellos están alimentando al mundo con la intensiva producción de
transgénicos, ¡que así están protegiendo
los bosques! y haciendo que ganen mucho dinero los agricultores.
Descalificaciones
RAP-Chile se refirió en la charla al estudio de Gilles Eric Séralini
sobre efectos a largo plazo en ratas del maíz NK603 y el Roundup , criticado
por Monsanto y defendido entre otros por la Red Europea de Científicos por
la Responsabilidad Social y Ambiental (ENSSER). La Red Europea explicó que ese
estudio usó idénticos protocolos que Monsanto en sus estudios de corto plazo.
En Francia incluso los críticos del estudio demandaron que la Unión Europea
cambie su sistema de aprobación de transgénicos y se hagan estudios
independientes, con fondos públicos, y el gobierno decidió mantener la
moratoria al maíz transgénico. Pero Sánchez insistió que el estudio no tenía
validez alguna y que 560 papers han
demostrado la inocuidad de los transgénicos. Descalificó los libros sobre el
tema, dando validez sólo a documentos revisados por pares…aunque precisamente
el estudio de Séralini pasó por esa revisión antes de su publicación en Chemical Toxicology, una
revista científica.
Recordamos ante los estudiantes que existe ciencia independiente, y ciencia
financiada por la industria de los transgénicos, y que nosotros preferimos dar
crédito a los profesionales dedicados a comprobar estos daños, como lo hace la
Asociación de Médicos de Pueblos Fumigados en Argentina, al registrar el aumento
de malformaciones congénitas en pueblos vecinos a la soya transgénica. Las
respuestas de Sánchez fueron que el glifosato no genera ningún problema y que
no tiene sentido incorporar el tema de los herbicidas en este debate. En mi
presentación mostré los cuadros del pavoroso aumento del uso de herbicidas en Estados
Unidos desde el inicio de los cultivos transgénicos.
Etiquetado
Eludió ChileBio responder directamente a una pregunta de un estudiante sobre
su posición frente al etiquetado, tema desarrollado en mi presentación, con los 7 millones de dólares donados por Monsanto
a la campaña contra la PROP 37 de etiquetado en California. Para Sánchez no
tiene sentido pedir etiquetado en Chile, sin definir previamente el umbral de
tolerancia.
La
miel contaminada
A lo largo del debate Sánchez intentó fundamentar su posición a partir de
una descripción de la absoluta seguridad de los procedimientos de la manipulación
genética. Le recordé que hace un año, en Valparaíso, dijo ante los estudiantes
de Derecho Ambiental que era imposible
que la miel se contaminara con transgénicos. Sostuvo ahora que la razón por la
cual la miel no se puede exportar a la Unión Europea es de tipo “para
arancelario” y que el fallo de la UE no tiene nada que ver con salud. El
esquema del debate impidió contrarreplicar
para aclarar que el fallo precisamente requiere etiquetado porque para
la legislación europea, contener
transgénicos es considerado un riesgo para la salud.
El cierre del debate correspondió
a ChileBio, que luego de reiterar sus puntos de vista, dijo algo que sí puede
suscribir nuestra campaña Yo No Quiero Transgénicos en Chile: pidió a los estudiantes no creerle a él ni a mí, y en cambio usar el pensamiento crítico, investigar, leer
y sacar sus propias conclusiones.
1 comentario:
Bueno, activo debate y muy buenas las preguntas de los estudiantes.
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