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viernes, marzo 13, 2020

Crímenes contra los DD.HH. y Renegociación del TLC Chile-Unión Europea


Declaración Pública
Santiago, 11 de marzo
Como Plataforma Chile Mejor sin TLC, hacemos un llamado al Consejo de Estados Miembros de la Unión Europea; a su órgano ejecutivo, la Comisión,  y al Parlamento Europeo que representa a los ciudadanos y ciudadanas, a hacer valer el respeto a los DD.HH. y detener inmediatamente la negociación de la modernización del Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Chile en vigor desde 2003, solicitada en La Moneda el pasado 4 de marzo por el Presidente Piñera a los embajadores de la UE en Chile . En esa conversación se ignoró el macizo reporte de la delegación del Parlamento europeo que visitó Chile en octubre de 2019 elaborado a partir de la información recogida en  intensas reuniones con representantes de organizaciones de DD.HH., y organizaciones sociales y políticas en Santiago y Valparaíso. La sexta reunión de las partes se realizó en noviembre de 2019, sin importar el estallido social. A la fecha de la reunión de marzo, ya eran públicos los informes de Amnistía Internacional, Human Rights Watch, ACNUDH, y del Instituto Nacional de DD.HH., acerca de las ininterrumpidas y gravísimas violaciones a los derechos humanos en curso. Los asesores ocultaron otro dato relevante: hoy los tratados de libre comercio son ampliamente cuestionados por las y los movilizados en la revuelta popular, dada la inexistencia de una evaluación integral de sus impactos y su carácter de pilar del modelo neoliberal impuesto por la constitución pinochetista que aún rige Chile.  Como ejemplo, citamos la campaña virtual en curso "Chile, ¿Agua o Aguacates?" sobre los costos de la agroexportación. La campaña es global y pide firmar por la derogación del Código de Aguas (1981), la restricción al cultivo de paltas y acceso al agua potable y de riego para las comunidades de Petorca, Chile.
Violación sistemática de  los DD.HH.
La Fiscalía Nacional registraba a fines de enero 31 muertos en el contexto de protestas. Los últimos meses la cifra de muertos ha seguido aumentando. El informe oficial  dado a conocer por el Instituto Nacional de DD.HH. para el período comprendido entre el 18 de octubre de 2019 y el 18 de febrero de 2020, reporta un total de 3.765 personas heridas (entre ellas 439 mujeres y 282 niños, niñas y adolescentes)y  411 traumas oculares. De las 2.122 heridas por disparos, 500 fueron por balas, 190 por balines, 271 por bombas lacrimógenas,  1.681 por perdigones y 200 sin causa identificada. El INDH ha presentado 1.312 acciones judiciales con escaso avance,  entre ellas 5 por los  homicidios cometidos por agentes del Estado;195 querellas por violencia sexual (violaciones, entre otros abusos) y 951 por torturas.  La Coordinadora por la Libertad de las y los Presos Políticos de la revuelta, cifra en más de 2000 los detenidos, muchos de ellos menores de edad.
El proceso de renegociación del Tratado con la UE se inició en noviembre de 2017,  con la habitual falta de transparencia. Los negociadores de la Unión Europea abocados a la tarea,   no pueden alegar hoy desconocimiento de la crisis de derechos humanos que  se vive en Chile. Tras conocer el completo informe elaborado por la delegación del Parlamento Europeo que visitó Chile en octubre en pleno estado de emergencia y con los militares en la calle, 40 diputados de la entidad dirigieron una carta a la entonces Alta Representante de la Unión para Asuntos Exteriores, Federica Mogherini (cuyo puesto ocupa hoy Joseph Borrell), solicitándole  entre otras medidas, “que en el marco del diálogo político, la UE …solicite una reunión urgente con la Embajada de Chile ante la UE…y  haga valer la cláusula de democracia del Acuerdo de Asociación que mantiene la Unión con Chile (Acuerdo de Asociación Económica, AAE), donde se establece el respeto de los derechos humanos fundamentales, el desarrollo económico y social sostenible; y compromete además a las partes con la buena gobernanza.” Demandaron  asimismo los diputados que, de no haber cambios en la situación denunciada por las organizaciones sociales y de derechos humanos de Santiago y Valparaíso reunidas con la misión europea, la UE debe aplicar “la cláusula de suspensión del acuerdo en razón de incumplimiento de la cláusula de democracia.”  Como ocurre en los tratados con todos los puntos que no tienen que ver directamente con el comercio, el capítulo de derechos humanos no es vinculante para los Estados, como sí son los capítulos sobre propiedad intelectual o resolución de controversias, entre otros. Sin embargo la UE tiene ahora la posibilidad de actuar en consonancia con sus principios y su propia legislación de Derechos Humanos.

A su vez, el 30 de octubre la vocera de la Comunidad Europea para Asuntos internacionales y Negociaciones, Maja Kocijancic declaró sobre el caso chileno: “Deploramos la pérdida de vidas y rechazamos cualquier tipo de violencia. Debe investigarse debidamente toda violación de los derechos humanos, que deben respetarse en todas las circunstancias.” 
El 22 de enero de 2020 expusieron en la Subcomisión de DDHH de la UE  sobre la situación en Chile, el académico Claudio Nash, director de la cátedra de Derechos Humanos de la Universidad de Chile y Patricia Parga, por el comité de DD.HH. 18.10 de la red “Chile Despertó Internacional”, creada por chilenos expatriados. Nash sostuvo en su intervención que “ las violaciones descritas   configuran  un   cuadro  de    graves,   masivas y   sistemáticas violaciones de  derechos humanos. …Además, el  Gobierno se ha empeñado en una agenda legislativa que busca criminalizar la protesta ciudadana y el  Parlamento chileno no ha sido capaz de  controlar y limitar dicha criminalización.” Patricia Parga por su parte recordó que Chile fue el  primer país de  América Latina que firmó un acuerdo de  libre comercio con la Unión Europea, pero agregó “¿Qué sentido tiene  incluir  una  cláusula sobre DD.HH.,  creada  especialmente  para  ser  aplicada en contextos como el señalado… que no obliga a las partes a respetarla?” Concluyó llamando a las instituciones europeas a dejar su silencio cómplice y condenar las graves, masivas  y  sistemáticas  violaciones a los derechos humanos cometidas por el Estado chileno.

Modelo al desnudo
El estallido social detonado el 18 de octubre evidenció la enorme desigualdad existente a nivel social pero también desnudó el modelo económico neoliberal, sostenido por el extractivismo y los tratados de libre comercio. Al calor de la revuelta, ambos factores han sido reconocidos como determinantes en el deterioro ambiental y la vulneración de derechos básicos a la educación, la previsión, la salud, entre otros. Ya en 2018 alertábamos que Chile no puede seguir teniendo relaciones de tipo colonial con la UE,  y llamábamos la atención sobre los impactos negativos que preveíamos respecto de la continuidad del Tratado de Asociación con la UE. El nuevo texto ahora con acento en la energía y la propiedad intelectual,  acentúa el rol proveedor de Chile de materias primas como cobre, litio (en que Chile es el principal proveedor para la industria automotriz europea), frutas, salmón, semillas,  profundizando así el saqueo de los bienes comunes, la depredación de territorios y el despojo de comunidades en el área minera. En materia de resolución de controversias, los riesgos son similares a los que presenta el TPP11 ya que las medidas adoptadas para elevar estándares ambientales, por ejemplo, o que tengan que ver con condicionar la inversión a entrega de tecnología,  pueden ser consideradas como obstáculos al comercio y llevar a Chile a ser demandado en paneles internacionales que no cumplen con las reglas del debido proceso.   En cuanto a género, un tema de carácter no vinculante presente en los nuevos TLC y en el nuevo tratado UE-Chile,  una economía basada en la exportación de monocultivos alimentarios y forestales (celulosa), sólo traería  más impactos negativos en las mujeres temporeras, afectadas por cánceres (por  uso de agrotóxicos) y en su salud reproductiva (niños con malformaciones), y por otra parte la multiplicación de centrales hidroeléctricas de paso o de salmonicultura seguiría contribuyendo  a dejar a las comunidades campesinas e indígenas sin agua para las huertas de autosubsistencia de las mujeres campesinas e indígenas y su provisión de yerbas medicinales. Plaguicidas altamente peligrosos, como el herbicida Paraquat, prohibido en Europa, ya se usan ampliamente en cultivos de exportación incluidos los de avellanos europeos, base para la elaboración de la nutella del desayuno europeo. Estas graves vulneraciones al derecho humano a la salud integral, y al derecho a la alimentación, se suman potencialmente a las violaciones a los derechos humanos en el curso de la revuelta popular.

Un informe de la DIRECON del 2015  indicaba que mientras las exportaciones a la UE crecían anualmente en 11%, las importaciones de maquinaria y productos industriales, aumentaban un 13% anual. En 2015, la balanza comercial ya arrojó 800 millones de dólares de déficit para Chile. Estas objeciones sin duda no son consideradas válidas por el gobierno chileno, que continúa apegado a un fracasado concepto de desarrollo.
En numerosos documentos, incluidos aquellos con los que inició la renegociación del Acuerdo de Libre Comercio con Chile, la Unión Europea se presenta ante la sociedad civil con una sólida adscripción a los derechos humanos. Los principios, sin embargo, deben ser coherentes con la práctica. Por ello, con la autoridad que nos confiere un pueblo consciente de sus derechos y con el dolor de nuestros caídos y caídas en la revuelta popular,  demandamos a la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE,  en su misión de defensa de los tratados de la Unión, y al Consejo de la UE, que instruyan el cese inmediato de la renegociación del Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Chile, cumpliendo así con la legislación de DD.HH. de la UE, la Declaración de DD.HH. de la UE y el Tratado de Lisboa, y aplicando el mismo estándar para su socio comercial. El Parlamento Europeo está llamado a controlar que la Comisión Europea lo haga.  Asimismo,  llamamos a los chilenos y chilenas del Comité18.10 a apoyar esta demanda para aislar  al gobierno del Presidente Piñera, que escogió el camino de la criminal represión a su pueblo y pretende seguir imponiendo nuevas leyes y tratados  como si contara con respaldo ciudadano.     

domingo, diciembre 20, 2015

El Acuerdo Transpacífico TPP o Cómo privatizar la semilla y sumar biopiratería

       

 ¡De repente nos encontramos ad portas del gobierno directo de las transnacionales! Corporaciones como Monsanto, las farmacéuticas, los fabricantes de automóviles y otras corporaciones elaboraron en secreto junto a una elite de negociadores de la casta empresarial/estatal de doce países,  una ley para todos sus habitantes. Denominaron el resultado como “Acuerdo Transpacífico” (TPP), y la Presidenta Bachelet lo firmará en febrero – cuando Chile está en “receso” vacacional - para recién entonces enviársela al parlamento. A partir de marzo senadores y diputados deberán decir sí o no. Hasta ayer no más, ellos tampoco tenían idea de qué iban a contener los 30 capítulos, sus anexos y demases porque sólo a fines de octubre se hicieron públicos los contenidos y aún no son definitivos los textos ni sus traducciones. A partir de marzo podrán reivindicar o no su rol como representantes electos por los y las ciudadanas, o elegirán ser comparsa nacional de las transnacionales y sus socios chilenos. Están en la mira de sus electores.

Son muchos los impactos negativos del Tratado, presentado como el acuerdo comercial más importante firmado hasta ahora, que se aboca a todos los temas imaginables y de lo que menos habla es de comercio. Aquí  sólo nos referiremos a qué pasará con la semilla campesina e indígena y con la biodiversidad,  si se aprueba este tratado.

Resucitan la “Ley Monsanto”

Hasta el año 2013, el negociador de temas agrícolas del tratado por Estados Unidos fue Islam Siddiqui, ex lobbysta de Monsanto.  Se retiró tras asegurar en la redacción los intereses de la transnacional productora de híbridos, transgénicos y plaguicidas.  El capítulo 18, de Propiedad intelectual, en su párrafo.7.2., letra d) obliga a Chile ratificar el Convenio UPOV 91 (de propiedad intelectual de las semillas).Eso implica derogar la actual ley de semillas y aprobar el proyecto de Ley de Obtentores,  que es la traducción al castellano del Convenio UPOV 91.

Ante la presión social, al inicio de su mandato,  la Presidenta Bachelet había suspendido la tramitación final por el Senado de la “Ley Monsanto” (proyecto de Ley de Obtentores Vegetales) por sus implicancias en la soberanía alimentaria y la biodiversidad. Por eso  no  pudo promulgar el Convenio UPOV 91,  aprobado el año 2011 por el Senado.  Reponer la Ley Monsanto a través del TPP, significa impedir el ejercicio del derecho ancestral al  libre intercambio de semillas, y extender  el registro de semillas a todas las variedades vegetales, encareciendo aún más el costo de la semilla. El resultado será aumentar más la  emigración campo-ciudad, por el colapso de la agricultura familiar campesina, generando así el espacio físico requerido para la expansión de los cultivos transgénicos y de la contaminadora industria forestal. Sin agricultura familiar campesina, que actualmente abastece las ferias libres y otros espacios de venta de frutas y verduras,  los consumidores dependerán exclusivamente de los supermercados, más caros. La  agroindustria además, orientada a la exportación dejará en el país sólo lo no exportable y las “cadenas cortas” consumidor – productor que se presentan como alternativas nuevas y saludables,  abortarán por disminución de la oferta de productores rurales.  

Biopiratería legal

En este mismo capítulo 18, en el párrafo 16.d hablando de “cooperación” el TPP impulsa además la formación de expertos en el registro de patentes de conocimiento (ancestral) indígena sobre plantas. Obviamente eso indica que los expertos patentarán conocimientos ancestrales, un procedimiento rechazado ampliamente por las organizaciones de los pueblos originarios que habitan Chile y cuyo patrimonio genético y conocimientos ancestrales ya han sido víctimas de la biopiratería desde hace rato. Este Tratado sigue alentando la biopiratería y nada dice respecto de nuevos protocolos internacionales referidos a estos asuntos.

 Nueva Zelanda negoció excepciones a favor de sus pueblos indígenas derivadas del Tratado de Waitangi. En cambio Chile ni siquiera prevé la Consulta Indígena según ha afirmado la Cancillería, ignorando las disposiciones del Convenio 169.
Tratados anteriores con USA y la Unión Europea ya exigían a Chile ratificar el Convenio UPOV 91. La diferencia es que ahora, si el Estado no cumple, cualquiera de las empresas inversoras de los 11 países miembros del tratado  puede llevar a Chile a tribunales internacionales (CIADI) cuyas sentencias – inapelables-  en forma  mayoritaria son en contra de los países en desarrollo,  y  de altísimo costo.

Tutela sobre leyes

Las disposiciones del TPP afectan la soberanía nacional,  ya que su maraña de disposiciones genera una suerte de camisa de fuerza respecto de nuevas normas. El capítulo  2  sobre Trato Nacional y Acceso a Bienes, en su párrafo 27.10  establece un  Grupo de Trabajo sobre Biotecnología que  analizará   las  leyes, reglamentos y políticas nacionales, existentes y propuestos”. Cualquier regulación que pretenda proteger nuestra salud y el ambiente, por ejemplo a través de la moratoria a los cultivos transgénicos y el etiquetado de alimentos transgénicos, o políticas públicas que regulen la existencia de  compras públicas de alimentos agroecológicos/orgánicos para comedores escolares u hospitales podrían ser consideradas como un obstáculo al comercio y quedarían “congeladas”. Porque existe el capítulo 15 sobre Compras del Sector Público y un Capítulo 8 sobre Obstáculos Técnicos al Comercio.   Estas normas podrían ser vistas como acciones que van en contra de las “expectativas razonables de ganancias” de los inversores de la agroindustria, definidas sólo por la empresa. El Estado no se arriesgará a posibles demandas  porque firmó el Capítulo 28 sobre Resolución de Controversias (tribunales internacionales con fallos inapelables y sesgados); y el Capítulo 9 sobre inversiones que regula estos temas. El tratado opera como un candado a normas rigurosas que permitan mayor protección de nuestra salud y de la biodiversidad.

Contaminación sin castigo

 En el ya citado capítulo 2,  su párrafo 29 se cuida  de asegurar la exportación ininterrumpida de transgénicos sin penalizar la contaminación, aplicando normas más débiles que las del Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biodiversidad o las del Codex Alimentario.  Desoyendo las demandas ambientalistas Chile, alineado con Estados Unidos, lleva décadas negándose a ratificar este Protocolo que regula la exportación de transgénicos.  Estados Unidos, Canadá, Chile y Australia, no firmantes del Protocolo de Cartagena, impusieron su criterio respecto de aplicar normas más bajas que los estándares internacionales frente a la contaminación de embarques con niveles bajos de transgénicos, y no cuantificar el nivel de contaminación a permitirse

En los últimos años, las exportaciones de maíz convencional de LimaGrain se han visto afectadas por contaminación de transgénicos y en más de diez oportunidades fueron devueltas a Chile desde Alemania, que las rechazó. La falta de control de la contaminación por transgénicos será una amenaza creciente para la exportación de alimentos a países con tolerancia cero a los transgénicos (Alemania, Rusia) o con tolerancia cero a los no aprobados (entre otros, Francia, Malasia, China) ya que si adoptan medidas como el rechazo, también podrían ser demandados por las transnacionales.



Por Lucía Sepúlveda R. Red de Acción en Plaguicidas RAP-Chile, vocera para la RM de la campaña nacional Yo NO Quiero Transgénicos en Chile.

Fuentes a consultar para saber más:
Sobre la Obligación de ratificar el Convenio UPOV 91 y consecuencias
Declaración del Diálogo Sur sobre Leyes de Semillas, 25 de noviembre de 2015 http://reddesemillaslibresdecolombia.ning.com/
Cóm                              Cómo atajamos la Ley Monsanto por Lucía Sepúlveda
Sobre el  Candado impuesto a nuevas legislaciones frente a amenaza de demandas por inversores
Informe para el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas   sobre los efectos adversos  Por Alfred de Zayas (Estados Unidos), en español.
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Sobre  punto 3  de normas frente a Niveles Bajos de Contaminación por Transgénicos
El TPP asegura la contaminación ilegal de nuestros alimentos  (Lim Li Lin y  Lim Li Ching, Red del Tercer Mundo, en inglés), diciembre de 2015


Santiago de Chile, 20 de diciembre de 2015